Desde «El aguacate» se observa la bahía Chatham.
La Isla del Coco, a 500 kilómetros de la costa pacífica costarricense, contará a partir de diciembre con la segunda planta hidroeléctrica, para llevar luz a la nueva caseta de guardaparques que se construirá, a partir de enero, en un sitio más alto en la bahía Chatham, una de las dos habitadas en este Parque Nacional.
El Proyecto Hidroeléctrico PH Olivier también será fuente alterna para mantener encendido un futuro radar que durante el 2015 empezaría a monitorear de manera permanente la pesca ilegal y el trasiego de drogas.
Esta iniciativa, aunque en menor escala, es similar a la que ya existe desde hace casi una década en la bahía Wafer donde está la mayoría de guardaparques, investigadores y voluntarios. Aquí cuentan con la planta hidroeléctrica sobre el río Genio, construida por el Instituto Costarricense de Electricidad ICE. En Wafer se observan las embarcaciones que vienen del sur del continente americano.
Al entrar en funcionamiento el PH Olivier sobre el río Chatham, los guardaparques dejarán de consumir diésel para obtener electricidad en esa parte de la Isla. La construcción está a cargo de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz CNFL y el diseño fue del ICE, ambas empresas estatales pertenecen al Grupo ICE. La Fundación Amigos de la Isla del Coco donó la turbina para la casa de máquinas.
IMPACTO FOCALIZADO
Es un micro proyecto pues su capacidad será de 10,5 kilovatios. Sin embargo, por construirse dentro de un Parque Nacional –el más lejano de la Costa Rica continental– esta obra exigió más esfuerzo humano y una minuciosa logística, explica Mariano Fallas del departamento de construcción de la CNFL.
Luis Diego Jiménez, ingeniero residente, narra que las pruebas finales se harán en diciembre mientras recorre con los medios de comunicación de la Universidad de Costa Rica UCR las obras a punto de concluir . Él está a cargo de un equipo de cerca de 30 trabajadores que incluye ingenieros eléctricos, operarios, cocinero, bodeguero, técnico en primeros auxilios y hasta un biólogo.
El PH Olivier inició en noviembre del 2013. Consiste en una toma de agua de 20 litros por segundo del río Chatham, menos de la quinta parte del promedio del cauce. A la casa de máquinas llega el agua a través de poco más de 460 metros de tubería plástica sostenida por pedestales de cemento. Desde esta caseta donde está el generador, la entrada de la tubería de presión y la turbina, también saldrá un canal, pendiente de construir, para devolver el agua al río poco antes de su desembocadura en la playa, explica el biólogo Alejandro Araya, encargado de gestión ambiental y salud ocupacional.
MÁS OBRAS
En enero arrancaría la construcción de la nueva caseta de guardaparques arriba de la bahía Chatham, el punto que recibe a las embarcaciones que vienen de la Costa Rica continental. El puesto actual está casi al nivel del mar.
Los guardaparques avalan los proyectos con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida y trabajo diario, explicó Víctor Acuña, administrador a.i. del Parque Nacional Isla del Coco.
Para evitar inundaciones, se construirá una nueva caseta más amplia, cerca del sitio histórico de observación donde se cree estuvo la casa de los cuidadores del presidio de finales de la década de los años 70 en el siglo XIX. Hoy el lugar se conoce como El Aguacate desde donde usualmente ondea la bandera nacional en un mirador con una vista de la bahía Chatham.
Durante el 2015, también está programada la construcción de la torre de 30 metros que permititá posteriormente la instalación de un radar en un punto intermedio entre las dos bahías habitadas de la isla: Chatham y Wafer. Esta herramienta de monitoreo forma parte de una estrategia nacional de vigilancia de los mares y costas, lanzada al final del gobierno de la expresidenta Laura Chinchilla.
Semanas atrás en San José, Iván Mata del ICE explicó que la selección del lugar para la torre se hizo como segunda opción, pues el lugar ideal era la cúspide de la Isla, el cerro Iglesias –a más de 600 metros sobre el nivel del mar– pero con un costo ambientalmente inaceptable para un Parque Nacional, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad.
La futura torre estará entonces en un punto del actual sendero que une Wafer y Chatham, muy cerca del cerro Presidiario. Se impactará exclusivamente el área de construcción, explicó Mata.
En el recorrido por el lugar se observó que la base de la torre será de unos tres metros cuadrados. En esa infraestructura se colocará el radar que consiste en una donación de la organización Costa Rica por Siempre. La energía necesaria para mantener encendido el radar vendría principalmente del PH Genio y de manera alterna del PH Olivier.
Al trabajo del ICE, CNFL y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación del Ministerio del Ambiente se une el Ministerio de Seguridad. El radar de la Isla del Coco enviaría la señal al satélite y de ahí a Tarbaca (sur de San José) para ser distribuida a la policía.
Se espera que policías, guardacostas y guardaparques cuenten con información en tiempo real para responder a las lanchas sospechosas de narcotráfico o pesca ilegal.
En las 12 millas circundantes a la Isla es prohibido todo tipo de pesca. Actualmente, los guardaparques y las patrulleras del Ministerio de Seguridad solo cuentan con sistemas de radios satelitales. Aunque la potencia y cobertura del radar sería superior, este instrumento solo cubriría parcialmente una parte del mar territorial de este Parque Nacional.