Proyecto Recope/Ad Astra

Peligra inversión de Recope por $2,1 millones en sistema para producir hidrógeno

Sistema lleva seis meses apagado por incertidumbre legal.
Asamblea debe aprobar cambios en marco normativo de Recope.

La inversión de $2,1 millones que la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) ha hecho en un ecosistema de transporte impulsado mediante hidrógeno, desarrollado en conjunto con la empresa Ad Astra del exastronauta Franklin Chang, peligra por falta de mantenimiento de los equipos, tras seis meses sin uso.

Funcionarios de la empresa y de la Refinadora, quienes trabajaron en el proyecto conjunto de investigación y desarrollo, confirmaron que el equipo de la planta permanece en desuso ante la incertidumbre de la junta directiva de Recope de no saber cómo continuar con el proyecto.

«Tanto los funcionarios técnicos de Recope como de Ad Astra Rocket involucrados en el proyecto hemos expresado nuestra preocupación por el estado de estos, pues la falta de mantenimiento podría poner en riesgo su buen estado y, por ende, arriesgar la inversión hecha», explicó Juan del Valle, director de operaciones de Ad Astra.

El ingeniero agregó que las instalaciones y el equipo no reciben mantenimiento desde diciembre del 2014, ante el atraso de la junta directiva de Recope de aprobar la cuarta etapa del proyecto.

«Hemos mantenido conversaciones para analizar su viabilidad, pero aún no se ha llegado a un acuerdo concreto», detalló Del Valle, quien se desempeñó como administrador del proyecto hasta que ambas partes lo pusieron en pausa.

Por su parte, el presidente de la compañía, el exastronauta Franklin Chang, corroboró la preocupación de su subalterno y externó interés en completar la etapa.

«La planta sigue en Liberia, pero sin mantenimiento; nos preocupa y entristece su deterioro. Ad Astra desea completar la última fase y entregarle al país una nueva opción tecnológica», afirmó Chang.

A finales del año pasado, Recope dudaba de aprobar una cuarta etapa –de un costo de $2,3 millones–,porque la junta directiva desconocía si el proyecto estaba dentro de sus competencias. Finalmente, la Procuraduría General de la República determinó en abril del 2015 que el proyecto escapa al objeto social de Recope.

«Si bien la utilización de biocombustibles tiende a la satisfacción del interés general y es conforme con la protección del ambiente, el legislador  no ha dictado una ley que amplíe el objeto social de la Refinadora Costarricense de Petróleo S. A. para que incursione en la producción e industrialización de biocombustibles y, en particular,  para que produzca la materia prima para producir esos biocombustibles», expuso el pronunciamiento C-063-2015.

Por su parte, el jefe del Departamento de Investigaciones de Recope, Jimmy Fernández, informó que su equipo mantiene comunicación constante con los funcionarios de la empresa de ingeniería.

De acuerdo con Fernández, el componente que más les preocupa es el hidrolizador, que en sus palabras «es la pieza que produce el hidrógeno; es el aparato que toma el agua y separa el oxígeno y el hidrógeno es el corazón».

Puntualizó que la pieza, importada desde Inglaterra, no fue diseñada para pasar largos períodos sin ser utilizada. Desde diciembre del año pasado está bajo llave en las instalaciones del laboratorio donde trabajó el equipo a partir del 2011.

«La pieza más importante es la que nos preocupa y por eso nuestra recomendación, al igual que Ad Astra, es que debe encenderse cada dos meses», añadió Fernández.

Todos los equipos resultantes del proyecto conjunto se encuentran en las instalaciones de Ad Astra, en Liberia, aunque son propiedad de Recope.

Fernández señaló que tienen programada una visita del equipo de investigación a las instalaciones de Ad Astra para hacer limpieza y evaluar el estado del equipo. Por su parte, Chang mencionó que la actual junta directiva programó una visita para el 5 de junio, pero fue postergada para el 12 de junio y finalmente cancelada.

 

A la espera

Ad Astra anunció a inicios del 2015 que no continuaría trabajando con Recope, por su lentitud en aprobar la siguiente etapa del proyecto, por los costos que para la empresa suponía mantener el equipo y la convicción de que la refinadora había perdido interés en el proyecto.

«Romper una relación no requiere una acción formal. La indecisión prolongada en un ambiente de viscosidad burocrática es una forma de hacerlo, más lenta, pero igualmente efectiva», comentó Chang.

En diciembre del 2014, un informe de la Contraloría General de la República ordenó a Recope consultar a la Procuraduría General de la República si tenía competencias para producir biocombustibles.

Así lo hizo la Refinadora y el 6 de abril la PGR determinó que esto escapaba del marco de trabajo de Recope.

Ante esto, la única solución que plantearon, tanto la Procuraduría como Recope, fue acudir a la Asamblea Legislativa, para que ampliara las potestades de la institución.

El Congreso atendió la llamada y el diputado Michael Arce, del Partido Liberación Nacional, presentó el 11 de marzo el proyecto 19.498 con este fin. A pesar de que la firma del proyecto fue acompañada por otros 53 diputados, todavía no se ha aprobado.

«Espero, señores diputadas y señores diputados, que ojalá ese proyecto se pueda aprobar pronto, conjuntamente con el otro proyecto que va a la par, que es el de biocombustibles», dijo al Plenario Legislativo el ministro de Ambiente y Energía, Édgar Gutiérrez, el 14 de mayo.

Gutiérrez prefirió no referirse al tema de este artículo y recomendó consultar a Recope, que tenía la vocería en el tema.

Mientras tanto, Chang se declaró perplejo por el manejo que ha tenido de parte del aparato estatal.

«Sospechamos que el camuflaje legal (que ya se había estudiado en administraciones pasadas) no ha sido causa, sino efecto. Después de casi un año de impase, seguimos perplejos de cómo el hidrógeno, que no es un biocombustible, fue montado en el “tranvía” de los biocombustibles, un tranvía que ha pasado por la Contraloría, la Procuraduría, y ahora la Asamblea Legislativa».

Las tres etapas concluidas

Desde el 2011 hasta mediados del 2014, Ad Astra y Recope trabajaron con un cronograma apretado que se inició con estudios de factibilidad y pretendía continuar con una cuarta etapa.

FASE A: Estudio de factibilidad y diseño conceptual (12 de octubre del 2011 al 12 de abril del 2012)

Inversión (Recope): $300.000.

Se investigó sobre las mejores tecnologías de almacenamiento de hidrógeno, se identificaron las líneasde investigación y desarrollo por seguir durante el proyecto,y se diseñó la planta de producción y almacenamiento de hidrógeno.

FASE B: Diseño e implementación de la planta experimental de producción y almacenamiento de hidrógeno (24 de julio del 2012 al 20 de diciembre del 2013)

Inversión (Recope): $1.400.000.

Se entregó la planta experimental de producción y almacenamiento de hidrógeno, completamente operativa.

FASE C1: Caracterización operativa de la planta; diseño de módulos adicionales para conversión en estación dispensadora de hidrógeno (20 de febrero al 14 de agosto del 2014)

Inversión (Recope): $400.000.

Se entregó un informe sobre la introducción del hidrógeno en Costa Rica, un informe de caracterización experimental de la planta existente y el diseño completo, presupuesto y cronograma necesarios para implementar los módulos requeridos para transformar la actual planta en una estación dispensadora de hidrógeno.

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