El ministro de la presidencia, Melvin Jiménez, dijo este martes que considera innecesaria su comparecencia ante el plenario legislativo, pero está en plena disposición acudir si los diputados decidieran llamarlo; esto en relación con su responsabilidad en el supuesto ofrecimiento de una embajada a la procuradora general, Ana Lorena Brenes, para alejarla del cargo.
Jiménez dijo en conferencia de prensa luego del acostumbrado consejo de gobierno de los martes, que espera que ”las más de 10 horas de comparecencias” de la semana pasada ante la comisión de Ingreso y Gasto Público de la Procuradora Brenes, del exviceministro de la Presidencia Daniel Soley y la suya propia hayan sido suficientes para aclarar las dudas de los legisladores sobre el caso. No obstante, si los legisladores acordaban llamarlo a comparecer al Plenario, lo haría.
A la pregunta de si el Ejecutivo cumplirá las sugerencias que emita el informe de la comisión legislativa sobre el caso, Jiménez recordó que tales recomendaciones no son vinculantes, pero serán consideradas con atención, tal y como lo dijo el presidente Luis Guillermo Solís.
El lunes Solís declaró que “vamos a ver lo que los señores diputados plantean, por supuesto que las atenderé con muchísima atención, pero preferiría no pronunciarme hasta no conocer las recomendaciones”.
Un titular del diario La Nación de que el “Presidencia ofrece opción de embajada a Procuradora incómoda” desató un escándalo político que motivó una investigación de la comisión de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa, que la semana pasada recibió los testimonios de Brenes, Soley y Jiménez.
La procuradora sostuvo que Soley le ofreció la posibilidad de darle un puesto de embajadora, y hasta le enumeró cinco posibles destinos, pero Soley -quien renunció a raíz del escándalo- afirmó que la funcionaria miente, y Jiménez sostuvo que del Ejecutivo no hubo ninguna directriz u propuesta alguna para alejar a la procuradora de su puesto.
Tras las audiencias algunos miembros del foro parlamentario solicitaron al Presidente Solís acatar las recomendaciones que salgan de la comisión, puesto que el propio mandatario dijo que dejaba en manos de los legisladores la investigación del asunto.