Por Rafael A. Ugalde.
“La gran hazaña”
Pablo Aguabella y José Eduardo Mora
Crónica
Ed. Nuevas Perspectivas.
2014
Los periodistas José Eduardo Mora y Pablo Aguabella entregan una obra que parece inofensiva sobre cómo Costa Rica alcanzó el lugar 13 en el escalafón mundial de la FIFA, tras el Mundial de balompié Brasil- 2014.
La crónica mayoritariamente está centrada en minuciosidades y esfuerzos de los seleccionados que sorprendieron a propios y extraños -que lo digan uruguayos, ingleses e italianos, entre otros-, pero extraemos de esta obra también la máxima vigente hoy, de que no hay triunfo importante sin rigurosidad y disciplina.
Se trata del fútbol como una reminiscencia de la guerra, de las grandes batallas teorizadas en algún momento por el General Sun Tzu. Veintidós hombres responden cada uno por un palmo de terreno. El que pierde ya no paga con su vida sino que carga con la vergüenza de la derrota.
El colombiano Jorge Luis Pinto lo entendía a la perfección por venir de la escuela alemana de entrenadores. Uno capta de inmediato por qué hubo jugadores disgustados con él.
El balompié nacional nació mejengueado y ha seguido “mejengueado”. Fomentó siempre la idea de ser comparsa en los grandes acontecimientos futbolísticos -con excepción de Italia 90 y Brasil 2014- obligándonos a conformarnos con trilladas frases que aún oímos entre técnicos y jugadores nacionales: “hay que mejorar”, “no se nos dio”, tuvimos “mala suerte”, “dominamos y no la metimos”.
Pinto dejó el seleccionado ubicado en el lugar 13 del mundo. El nuevo técnico Pablo Wanchope, sus asistentes, Teletica Deportes, Deportes Repretel y el mismo presidente de la Fedefútbol, Eduardo Li -todos ayunos de tevé y fotógrafos en Brasil, porque el colombiano se robó el “show”- , saben que cualquier puesto que no sea el 13 u otro mejor dentro de la FIFA, es retroceso en relación con Brasil-2014, no hay vuelta de hoja, colegas, pongámonos serios.
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