Laboratorio de arqueología botánica

Viaje en el tiempo a través de plantas precolombinas

Nuevos microscopios de alta resolución analizan granos de maíz, tierra, fibras de algodón y semillas antiguas.

Con una fuerte inversión en equipos y programas informáticos, el Laboratorio de Arqueología “Carlos Humberto Aguilar Piedra”, de la Escuela de Antropología, se pone a la vanguardia en el estudio de la botánica precolombina mediante la clasificación del cuantioso material recolectado.

De esta forma, la antropología botánica avanza en el país con la conformación de un laboratorio que se dedicará a la catalogación del acerbo contenido en las colecciones de tierra y tejidos vegetales, provenientes de los sitios intervenidos por científicos de la Universidad de Costa Rica.

Esta institución tiene bajo su resguardo una colección paleobotánica de 2000 muestras de polen, fitolitos (vegetales biomineralizados), semillas carbonizadas y referencias de plantas frescas conservadas en formalina y otras contemporáneas para el contraste de lo obtenido en los sitios. También, impresiones en toba volcánica y madera quemada. Todas son parte de las investigaciones en 30 sitios arqueológicos de Costa Rica.

Según la investigadora Patricia Fernández Esquivel, coordinadora del Laboratorio de Arqueología, “esta investigación definirá los protocolos de clasificación y análisis de los especímenes, con lo que se generará un material de referencia que se difundirá en la página oficial de la Escuela de Antropología”.

Fernández agregó que la información se podrá utilizar como apoyo de cursos, trabajos finales de graduación, talleres y seminarios, así como por investigadores en el ámbito nacional e internacional.

[delipress_optin id="134623"]

0 comments

Otros Artículos

Solo dos años después de que la UCR iniciara formalmente sus labores, se creó la Facultad de Ciencias Económicas para ofrecer al país profesionales

En el Chile del Pleistoceno Medio, cuando en un pleito aparecían puñetazos, mordiscos y patadas y alguno de los luchadores recibía una paliza comunal descomunal
Semanario Universidad