La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia de Colombia determinó hace dos semanas que los padres pueden revisar las cuentas de correos electrónicos y redes sociales de sus hijos menores de edad sin su autorización. Esto si se enmarca en la protección de los derechos de los infantes.
La protección de los niños empieza desde el momento del nacimiento, no cuando aparecen los riesgos.
LAURA CHINCHILLA,PANI.
“La familia debe implementar las medidas de protección siendo la más elemental de ellas conocer quiénes interactúan en los diferentes espacios de su vida cotidiana, que incluye acceso a las redes de internet y sus contactos”, precisa la decisión.
El tribunal se pronunció sobre esta cuestión a raíz del caso de un joven de 18 años acusado de abusar sexualmente de una menor de 12 años, con quien mantenía una relación e incluso compartía vivienda después de que ella se hubiese marchado de la casa familiar.
Así, a partir de ahora, los progenitores pueden acceder a las cuentas de Facebook, Twitter, Instagram o el correo electrónico sin que se considere que por ello están violentando la intimidad de sus hijos, siempre y cuando el fin de esta revisión sea dar asistencia, acompañamiento, orientación, educación y protección.
A raíz de esto, UNIVERSIDAD realizó una serie de entrevistas para contextualizar hasta dónde los padres de familia pueden invadir la privacidad de sus hijos menores de edad y qué se podría hacer en casos como el anterior desde el ámbito legal.
EN COSTA RICA
La ley costarricense establece que hasta los 18 años la persona realmente tiene la autonomía total, por lo que la privacidad de las personas menores de edad con respecto a sus padres es limitada.
Los niños y los adolescentes tienen un concepto que se denomina “autonomía progresiva”, con respecto al cual los niños tienen derecho a cierto nivel de privacidad según su edad. Por ejemplo, bañarse solos, el decidir si sus padres les ven o no desnudos, si los tutores legales pueden incursionar en sus bultos, en sus armarios, entre otros.
Laura Chinchilla, vocera de Aspectos Psicosociales del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), comentó a UNIVERSIDAD que desde el momento mismo del nacimiento la familia debe tener una dinámica democrática y de confianza para que los hijos puedan ver a los padres de familia como fuente de apoyo.
“Nosotros queremos apostarle como PANI a la forma en las que se hacen las cosas porque, independientemente de que esté legislado o no, una incursión violenta en la privacidad de una persona es inaceptable, una cosa es que yo tenga la potestad de pedirle la clave a mis hijos y otra cosa es que yo agarre la computadora y lo agreda mientras está en la computadora para poder ver lo que está haciendo”, indicó Chinchilla.
También aconsejó a los padres de familia a que se revisen a sí mismos para saber por qué sus hijos les tienen tanto temor y tanto secreto; la exigencia no siempre es la mejor pues, mientras más se exija, más rebeldía presentará la persona adolescente, con lo cual el riesgo es mayor.
ZONA GRIS
Las redes sociales son un tema todavía novedoso y desde el ámbito legal existen muchos vacíos que no permiten controlarlas de una manera prudente y efectiva.
Desde hace varios años, el Poder Judicial tiene la inquietud sobre el tema de manejo de redes sociales por parte de menores de edad, anticipándose al momento en el que se presentara la situación de que una persona adolescente solicite una medida de protección por algo que esté sucediendo vía redes sociales.
Desde la perspectiva legal del caso, un tutor legal no podría acceder a las redes sociales de la persona menor de edad debido al derecho a la intimidad; sin embargo, de acuerdo con el interés superior de la persona menor de edad, se debería ponderar los derechos.
No se trata de un “no” rotundo sino de uno confrontado con otros derechos. Si la persona se da cuenta o le preocupa que la integridad, tanto física como emocional, de esta persona esté en juego se debe decidir qué vale más ¿la intimidad o la integridad y la seguridad de la persona menor de edad?
Yerma Campos, de la Comisión de Familia del Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica, comentó que el Código de la Niñez y la Adolescencia establece los procesos de protección y que, en casos de riesgo, el PANI puede otorgar medidas de protección y en sedes judiciales el juez ratifica o modifica la medida de protección.
DELITOS INFORMÁTICOS
En el territorio nacional se denunciaron 222 casos por delitos informáticos durante el 2014 y 135 de enero a julio del año en curso.
Estadísticamente, Heredia es la provincia más afectada con 111 casos, seguida por San José, con 89; Alajuela, con 67; Guanacaste, con 37; Cartago, con 36; Puntarenas, con 17 y Limón, con 15 denuncias.
Si se hace una comparación delictiva entre los últimos cuatro años, el 2013 es el año con más incidencia, mientras que el 2011 es el año con menos cantidad de casos denunciados.
Si una ley así se aprobara en Costa Rica...
“Como madre me parece bien. Yo sé que los jóvenes no miden las consecuencias después de haber vivido ciertas cosas”. Sharon Amores, madre de familia.
“En lo personal, siento que es difícil controlar las tendencias actuales de tecnología por generación. Estamos intentando controlar algo que se nos sale de las manos y queda a responsabilidad del usuario”. Alejandro Fernández, docente de la Escuela de Física de la UCR.
“Lo más importante en una familia es la comunicación, si se planteara en Costa Rica sería bueno, porque los padres tendrían apoyo, pero en las casas se debe ser abierto y claro: hablar y explicar desde pequeños a qué están expuestos”. Xinia Cordero, estudiante adulta mayor.
“Yo no tengo nada que ocultar entonces se la puedo dar a mi mamá, pero a mí no me gustaría que me lea las conversaciones”. Angie Abarca, estudiante del Colegio Madre del Divino Pastor.
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