Representantes están preocupados por el alto nivel interinidad de las personas funcionarias.
A la instancia parlamentaria de la Universidad de Costa Rica (UCR) el Consejo Universitario (CU) acaban de llegar cuatro nuevos integrantes. Se trata de Ángel Ocampo Álvarez del Área de Artes y Letras; Rocío Rodríguez Villalobos, de Salud, José Ángel Vargas Vargas; de las Sedes Regionales e Ismael Mazón González de Ingeniería, quien hasta hace poco fungía como Decano de la Facultad de Ingeniería.
UNIVERSIDAD entrevistó a tres de los nuevos representantes, porque Mazón González se encontraba fuera del país cuando se le realizaron las consultas. A pesar de que se le envió por correo electrónico la solicitud, ésta no fue respondida.
Ángel Ocampo dijo a este Semanario que entre sus principales está la profundización del posicionamiento del CU con el fin de que deje de ser visto como un punto de salida y por el contrario se le vea como uno de entrada a la carrera universitaria.
Ocampo, quien es oriundo del Caribe limonense, mencionó entre sus tareas el agilizar el trabajo del Consejo porque aunque existen funciones transcendentales que sólo éste puede desempeñar , él estima que hay otros temas como, por ejemplo, la tramitación de los viáticos, que ocupan una gran cantidad de tiempo y no son los relevantes para la comunidad universitaria.
“Hay que resolver la mayor cantidad de proyectos y normativas que no se han resuelto. Hay unas que no se han resuelto desde hace cinco, diez o incluso 30 años, como el del hospital universitario, la propiedad intelectual de las investigaciones y el reglamento de trabajos finales de graduación”, detalló Ocampo.
Este investigador y docente de filosofía también mostró preocupación por la situación laboral de los empleados de la UCR, en particular por el alto nivel de interinidad que influye en la poca competitividad de los salarios de los profesores y por ende en la calidad educativa.
HOSPITAL UNIVERSITARIO
Rocío Rodríguez también expresó su preocupación por la congestión de trabajo en el CU. Citó de ejemplo el caso de la Comisión de Reglamentos, que reporta 86 proyectos y solo ha logrado resolver 17 de estos.
Ella concentrará sus esfuerzos en la dinámica del Consejo, la cual a su juicio debe estar cerca de la comunidad universitaria y reconoce la importancia de la retroalimentación como en los casos de las visitas a las sedes universitarias, las cuales deben recibir información sobre lo que se discutió en el plenario acerca de éstas.
Desde su área mencionó que trabajará para lograr la consolidación del Programa de Atención Integral de Salud que cubre a 190 mil personas y darle las condiciones de institucionalidad que le permitan funcionar.
Esta josefina mencionó que la consolidación de los campos académicos en las instalaciones de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y la renovación de convenios con esta entidad serán prioritarios.
Respecto del hospital universitario, ella es de la tesis de que no es el momento para desarrollarlo por sus costos. Detalló que solo las salas de cuidados intensivos cuestan diariamente $10 mil y agregó que centros médicos como estos en Brasil absorben hasta 50% del presupuesto universitario.
“Creo que la empresa de construir un hospital universitario es compleja y no están claras las opciones de financiamiento incluso. Su viabilidad financiera y técnica hay que verla con mucho cuidado, sería un error considerar la lucha por estos espacios académicos, aunque a largo plazo y en otras condiciones podría existir un horizonte”, concluyó Rodríguez.
El representante de las sedes regionales, José Ángel Vargas, está decidido a fortalecer la educación humanista en la UCR, puesto que estima que debe de haber calidad en el estudiantado, la docencia, investigación y acción social.
“También considero fundamental la negociación de un plan de desarrollo universitario de las regiones, el cual contribuiría en la planificación de la oferta académica y de las carreras. Luchar para que haya una oferta académica sustantiva para todas las sedes regionales, pero en concordancia con el presupuesto que es insuficiente”
Al igual que sus compañeros, Vargas trabajará en el tema de la interinidad en la UCR, ya que estima que es la vía para dar estabilidad y desarrollar a la Universidad con el personal idóneo y de calidad.
Vargas, quien es vecino de Poás, dijo que conoce muy de cerca este centro educativo en el cual se desempeña como docente desde 1990.
En promedio los representantes tienen más de 20 años de laborar para la UCR y empezaron funciones el pasado 16 de octubre para finalizarlas en octubre del 2013.
