La VI Feria de Ideas de Negocios, promovida por los Programas Sociales de la Escuela de Administración de Negocios (EAN) de la Universidad de Costa Rica (UCR), presentó el sábado 6 de abril los proyectos de negocios emprendidos por mujeres jefas de hogar y adultos mayores participantes en esos talleres.
La feria es la culminación del proceso seguido en los programas Mujeres Construyendo un Mejor Futuro, dirigido a jefas de hogar de escasos recursos, y Emprendedores de Oro, para adultos mayores, en los cuales la EAN ofrece a los participantes cursos gratuitos para desarrollar habilidades empresariales, como administración contable, administración financiera y mercadeo. En esta ocasión, participaron 30 microempresarios en la categoría de adultos mayores y 22 en jefas de hogar.
No obstante, antes de la realización de la feria y la apertura de sus negocios, algunas microempresarias participantes, como Ana María Gutiérrez, dueña de Accesorios Ixchel, y María Vanesa Fallas, de Café Gaia, ya promocionaban sus productos por medio de los perfiles de Facebook de sus empresas.
Gutiérrez descubrió su interés por los bolsos durante las capacitaciones recibidas en los Programas Sociales de la V edición de Emprendedores de Oro, realizada el año anterior, y así empezó a crear y perfeccionar el bolso alforja, donde se puede almacenar objetos en un bolso con dos alforjas con cremalleras en su interior para evitar que los objetos se salgan.
Para esta vecina de Santa Teresa de Cóbano, Puntarenas, su emprendimiento empezó gracias a una máquina de coser casera de su propiedad. “El bolso es de un material duro para que dure mucho tiempo. Se requieren máquinas especiales, pero todo lo he comenzado gracias a la máquina casera”, describió.
Por otro lado, el interés de Fallas por una cafetería siempre estuvo presente desde las tardes de café con sus primos y familiares durante su infancia. Hoy, a sus 26 años, esta alajuelense y madre soltera de un niño de siete años está a unos cuantos trámites de hacer realidad este sueño de niña.
“Tengo conocimientos de finanzas, economía y puntos de equilibrio y en la parte legal. Me puedo defender mejor al momento de pedir financiamiento y así como a veces me lo han negado también he podido decir ‘no me conviene’; ha sido genial, me ha abierto los ojos, es decir, me cambió la vida, porque de no tener nada a tener pocos conocimientos me ha ayudado mucho”, comentó.
Ambas coinciden en que el mayor problema estuvo en conseguir el financiamiento suficiente para sus negocios, pero sus mayores intereses son la expansión, y participar en capacitaciones que contribuyan con este objetivo.
CAPACITACIÓN INTEGRAL
La coordinadora de la organización de la Feria de Ideas de Negocios, Tatiana Valverde, mostró su satisfacción porque todos los años cada uno de los expositores presenta nuevas propuestas que satisfacen los estándares de calidad actuales. “Ellos desarrollan sus propios negocios a partir de lo que ellos mismos producen, también prestan colaboración a empresas e incorporan el componente ambiental, buscando productos más ecológicamente amigables”.
Valverde agregó que algunos de los participantes vienen de lugares de riesgo, donde han sido víctimas de todo tipo de violencia, y tienen varias limitaciones financieras, laborales y de escolaridad. Por ejemplo, los adultos mayores tienen más de 60 años, están laboralmente inactivos y tienen secundaria incompleta, mientras las jefas de hogar viven en condiciones de pobreza, tienen que criar y mantener a sus hijos solas y no reciben ayuda económica de sus exparejas o familiares.
Esto motiva a que Valverde busque una perspectiva integral de ambos programas, y que no solo incluyan conocimientos básicos de administración, finanzas, economía o contabilidad, sino también herramientas y actividades para mejorar la calidad de vida, autoestima, empoderamiento y socialización de los participantes, tanto entre sí como con los encargados.
Para participar en la feria se debe haber aprobado todos los módulos impartidos y tener completo el plan de negocios al finalizar el último módulo. Además de la capacitación ofrecida a los participantes, el programa también brinda apoyo psicológico y becas y viáticos cuando es necesario, especialmente para quienes vienen de zonas rurales.
Los primeros cinco proyectos en cada una de estas categorías recibirán premios en efectivo, ¢200 000 para el primer lugar, ¢150 000 para el segundo, ¢100 000 para el tercero, ¢75 000 para el cuarto y ¢50 000 para el quinto. Los ganadores serán determinados con base en la decisión de los jurados que evaluarán cada una de las propuestas participantes a partir de criterios como la viabilidad, la originalidad y la apropiación del tema.