Como perder una elección en dos meses

“La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad”.MaquiaveloEn una elección tan

“La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad”.

Maquiavelo

Mucho se ha dicho, comentado y analizado sobre lo ocurrido el pasado 2 de febrero con el sorpresivo resultado de las votaciones nacionales en las que el PAC literalmente le dio vuelta al resultado previsto semanas atrás.

En una elección tan atípica como la anterior en la que, a una semana no se sabía a ciencia cierta quién iba a ganar, hacer predicciones o arrojarse el triunfo fue el craso error de quienes lideraron las encuestas durante meses.

De ahí que decidí redactar, con base en los hechos acaecidos, una guía perfecta de cómo perder una votación en dos meses:

Asegúrese de tener como sus colaboradores más cercanos a personas expertas en perder elecciones, ya sean de su partido o desertores fracasados, si son familiares mucho mejor.

Recuerde y tenga claro que las encuestas siempre dicen la verdad,  aférrese al pasado cuando el glorioso bipartidismo vivía y en octubre era sencillo predecir el resultado de febrero; no escuche a gente necia que quiera argumentarle que ahora existe el voto útil, voto prestado y esas cosas, son solo cuentos de analistas que se creen muy sabiondos.

Proclámese ganador en cuanta entrevista le realicen, sienta seguridad de que la cosa está cocinada y si quiere, descuide un poco las presentaciones públicas; no estudie mucho sobre realidad nacional y por sobre todo no pierda el tiempo yendo a esos inútiles debates.

Lo que gana las elecciones es el nombre y el color de la bandera de su partido, la gente sigue votando por tradición.

Sería bueno atravesar en media campaña un matrimonio, a la gente le gusta eso, los hombres de familia así con mucho derroche, finalmente la gente no tiene por qué enterarse de que sería el quinto en la fila.

Aprovechando que su nueva flamante esposa es dentista, utilice ese recurso para atraer votos, al fin y al cabo el clientelismo siempre funciona y nadie lo cuestiona.

Enfile sus baterías contra el candidato que las encuestas definan como el más peligroso, la táctica del miedo funciona tan bien como lo hacía en antaño, la gente ya olvidó el TLC y sigue patente el anticomunismo de la guerra fría, esos puntos hay que explotarlos hasta el cansancio. Olvide a los partidos que han sido fuertes en el pasado.

Como ya la cosa está ganada, no invierta mucho en publicidad televisiva, eso es un desperdicio, de hecho busque una agencia barata para que le haga unos cuantos anuncios ahí con gente sonriendo, y que le inventen un eslogan bien caché, algo así como “contráteme”

Desempolvar viejas tácticas clientelistas siempre funciona; en este sentido, sacarse de la manga algún conato de programa social que tenga como centro regalar plata debe ser prioridad, los pobres siempre responden bien a esas artimañas.

Gaste toda la plata en transportes y alimentación, compre miles de banderas y muchas camisetas, gaste a manos llenas pues no hay mañana, el 3 estará usted celebrando el arrollador triunfo y no vale la pena reservarse nada.

Addendum  (Segunda Ronda)

De no alcanzar el objetivo en la primera ronda, tenga presente no recibirle la carta de renuncia a nadie de su equipo, todo lo han hecho bien y el resultado se debe a factores externos.

Solicite una tregua de un mes aduciendo la tranquilidad de los electores que están muy saturados de política, nunca afirme que es por la falta de plata.

Aliarse con la iglesia Católica o con grupos religiosos (al menos con algunas de sus cúpulas) resultaría  indispensable para hacerse de los importantes votos conservadores que son muchos en el país.

En este sentido, machaque hasta el cansancio la posición de su contendor sobre el tema del aborto, esto le traerá réditos inmediatos.

Aproveche cualquier coyuntura para atacar a su rival, aunque sean cosas ridículas como que es culpa del otro partido (que nunca ha gobernado) la subida violenta del dólar.

Si ocurriera que se queda definitivamente sin dinero y se le dificulta conseguirlo, hacerse a un lado de la campaña puede ser beneficioso, indique que el motivo por el cual lo hace es “ahorrarle plata al Estado” aunque la realidad sea contraria, pues el TSE tendrá que invertir lo mismo y tal vez más para evitar altos abstencionismos.

Descargue en encuestas, situación del actual gobierno, crisis internacional y demás males, el fracaso de su partido, nunca asuma la responsabilidad por esto pues usted “nunca fue parte de este gobierno”.

Por último, deje en manos de Dios su posible “futura” administración; al fin y al cabo que usted nunca renunció a la candidatura.

Aunque parezca risible, todo esto ocurrió en nuestro terruño de octubre hasta hoy.

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