“Hurtándole tiempo al tiempo” habla acerca del proceso de profesionalización musical que surge entre 1942 y 1972.
Existe un lapso en la historia de la música nacional del cual poco se conoce, uno donde muchos trabajaron para hacer del oficio de la música una profesión y que está recogido en el libro “Hurtándole tiempo al tiempo”, en el cual Tania Vicente León, musicóloga, investigadora y laudista, explora los hechos musicales de 1949 a 1972.
“Hurtándole tiempo al tiempo. La música académica en el Valle Central: de oficio a profesión 1940-1972” lo publicó la Editorial de la Universidad de Costa Rica (UCR) en enero.
Le tomó a la autora tres años de investigación, “un proceso de irse a los archivos del Teatro Nacional, al Archivo Nacional, al Archivo Histórico Musical de la UCR, y meterse entre todos los papeles, ver fotografías y observar qué salía”, dijo Vicente.
El libro se enfoca en una época poco estudiada: 1940-1972, periodo en el que nace la Orquesta Sinfónica Nacional, el Conservatorio Nacional de Música (hoy Escuela de Artes Musicales de la UCR) y el Conservatorio de Castella; “estas son razones muy significativos que nos hacen pensar que en ese periodo pasó algo importante”, comentó.
Según explicó la autora, escogió este lapso porque las investigaciones se han enfocado en el periodo colonial hasta 1940 y, de ese año, a 1972 en adelante, ya que en esta fecha se inicia una revolución musical: nace la Sinfónica Juvenil y se reestructura la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN).
“Pero –recordó− estos acontecimientos ocurren porque a partir del 40 hasta el 72, hubo un proceso de profesionalización que dio origen a la necesidad de restructuración de la OSN y de mejorar la educación musical; de esa hipótesis partí”.
Vicente enfocó su investigación en el proceso de profesionalización musical, en el que −por medio de la creación de una serie de instituciones, enfoques educacionales y la difusión de la música académica− la práctica musical trocó de oficio a profesión.
El título del libro trae a colación el hecho de que las personas que fueron parte de ese proceso tenían otras profesiones o trabajos, porque no se podía vivir solo del arte; “eran dentistas, zapateros, comerciantes, que tenían que robarle tiempo al tiempo para poder hacer música”, detalló.
El objetivo de la investigadora era conocer más acerca de la historia nacional de este arte. Este libro es de gran importancia para la educación e historia de Costa Rica, puesto que “es un eslabón que no se había estudiado y hay música muy válida en ese periodo; ahí están las bases de lo que se produce hoy y las bases de la educación musical actual”, aseguró Vicente.
El libro consta de cuatro capítulos. El primero, “Educando por medio de la música”, se enfoca en la educación musical de la época. En el segundo, “Espacios de apoyo a la profesión musical”, la autora hace un recorrido por los sitios que fueron significativos para el soporte de la profesión musical: la radio, instituciones, departamentos, conservatorios, teatros y asociaciones.
El tercer capítulo toca el tema de la práctica orquestal y la influencia que tuvo en la profesionalización de la música. En el cuarto capítulo, Vicente se refiere a las políticas estatales y la importancia que se le da a la música al convertirse en un tema estatal.
Archivos, periódicos, revistas y entrevistas fueron algunas de las fuentes que la musicóloga utilizó para su investigación. “Lo más bonito es ver documentos, enterarse de cosas, de los chismes de la época, también poder entrevistar a personas que todavía están vivas y tener de primera mano información que a veces no se encuentra en los libros”, destacó.
Su trayectoria
Tania Vicente León estudió musicología en la Universidad de Pavia, en Italia, es laudista egresada del Instituto Cívico Musical Franco Vittadini de ese país, y obtuvo una maestría en artes de la Universidad de Costa Rica.
Es directora artística del grupo de Música Antigua Ganassi, profesora e investigadora de la UCR y organizadora del Festival Internacional de Música Antigua.
