Universidades públicas duplican privadas en atención de estudiantes con menos ingresos

El 75% de estudiantes de universidades estatales provienen de colegios públicos, cifra que aumenta hasta 88% en estudiantes primer ingreso, Informe Estado Educación.

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El mito extendido de que la educación universitaria privada es la que recibe a estudiantes de menos ingresos, mientras que las universidades públicas reciben a más jóvenes de hogares adinerados, queda desbancado con los datos del último Informe Estado de la Educación.

Los estudiantes provenientes de hogares de menores ingresos en el país encuentran mayores espacios para cursar la educación superior en las universidades públicas que en las privadas, mientras que los provenientes del 20% más rico tienen más representatividad en los centros privados.

En las universidades estatales los jóvenes que vienen de los hogares ubicados en los quintiles de ingreso I y II (el 40% más pobre del país) representan el 22,6% del total de estudiantes; mientras que en los centros de educación privado ese mismo sector representa solo al 10,5%.

Entre los jóvenes de 18 a 24 años, esta proporción se incrementa en las universidades públicas hasta llegar al 28% del estudiantado; mientras que en las privadas representan el 13% del total.

Este es solo uno de los muchos avances que registra la educación superior pública en los últimos 14 años, sumado a la mejora en matrícula, cobertura de becas y ampliación de oportunidades para poblaciones vulnerables.

p-00-info03AUMENTO DE MATRICULA

Según los datos recopilados por el Estado de la Educación, la cantidad de estudiantes matriculados para cursar estudios universitarios mantiene una tendencia creciente, que para el 2014 llegó hasta los 208.612 estudiantes.

De estos, 101.499 (49%) están en alguno de los cinco centros de educación pública, mientras que 107.113 (51%) cursan estudios en casas de enseñanza privada.

Isabel Román, coordinadora del Estado de la Educación, aclaró que en el caso de las universidades privadas se obtuvo información de 39 de las 53 universidades registradas ante el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup).

De acuerdo con Román, la Unidad de Rectores de Universidades Privadas de Costa Rica (Unire) brindó los datos de sus matrículas, bajo el acuerdo de que las cifras se presenten juntas y no desagregadas por centro educativo.

En el caso de las universidades públicas, la cantidad de estudiantes matriculados mantiene una tendencia creciente, con una tasa de crecimiento del 50,6%.

En el caso de la UCR, este aumento ha sido sostenido desde los 27.000 estudiantes en el 2000, hasta llegar alrededor de los 40.000 en el 2014.

Otro dato relevante es que las universidades estatales tienen en su población estudiantil a un 75% de personas provenientes de colegios públicos.

Si se considera solamente a la Universidad de Costa Rica (UCR), Universidad Nacional (UNA) e Instituto Tecnológico (TEC), estos tres centros terminaron por recibir al 47% del total de estudiantes matriculados en el último año de secundaria para el periodo 2013-2014.

La investigadora del Estado de la Nación, Valeria Lentini, comentó que el lograr terminar la secundaria sigue como el principal obstáculo para que los estudiantes alcancen la educación universitaria, pues del total matriculado solo el 76% logra presentar las pruebas de bachillerato, un 70% los aprueba y casi la mitad del total logra ingresar a la educación superior pública.

BECAS ANCLA

El impacto del sistema de becas en las universidades estatales también muestra en este informe su impacto sobre las personas con menos ingresos.

En el caso de la UCR, un 50% de la población estudiantil está becada, cifra que se eleva hasta un 88% entre los estudiantes de primer ingreso.

Según los datos del informe, entre los becados de la UCR, la mitad proviene de hogares cuyo ingreso per cápita está por debajo de la línea de pobreza, mientras que el 88% proviene de un colegio público y el 76% viene de hogares cuya persona jefe de familia tiene educación secundaria o menos.

En la UNA, la cantidad de becados que viene de hogares con bajos ingresos es de 58%, el 91,6% viene de colegios públicos y el 82% viene de hogares jefeados por personas con educación secundaria o menos.

El informe detalla que, en términos generales, entre el 2000 y 2014 se ha duplicado la cantidad de estudiantes que provienen de hogares en los dos quintiles de ingreso más bajo, pero en las universidades públicas esta población se ha convertido en uno de cada cuatro estudiantes.

La investigadora Lentini recalcó que las universidades estatales vienen tomando una serie de medidas para ampliar las oportunidades a las poblaciones más vulnerables, como es el caso de la cuota de cupos para las poblaciones indígenas que estableció el préstamo con el Banco Mundial, la reserva de cupos que hace el TEC para personas de distritos con menor Índice de Desarrollo Social y las reformas que implementó la UCR para dar espacio estudiantes de colegios que usualmente no logran ingresar a esa institución.

Lentini explicó que, además de ayudar a que los estudiantes de poblaciones vulnerables lleguen a las universidades, las universidades estatales se han preocupado por generar mecanismos que les permitan permanecer y terminar sus estudios.

En un análisis realizado en 2013 al “cohorte” o población admitida en la UNA en el 2005, el Estado de la Educación encontró que un 32% logró graduarse en el tiempo establecido por su plan de estudios, el 17% se graduó con rezago, un 2% se egresó y el 3% se encontraba en ese momento rezagado.

Del 54% que logró terminar en ese momento sus estudios, el análisis determinó que los factores asociados con su permanencia fueron haber ingresado a la universidad antes de los 20 años y tener una beca, que se vincula con otras características como ser de colegio público, provenir de un distrito de bajo o muy bajo Índice de Desarrollo Social y, para sorpresa de los investigadores, tener una nota de admisión baja.

En este último punto, Lentini comentó que si bien la nota de admisión se ha usado como un “predictor” del éxito en los estudios, está mostrando no ser buen indicador sobre la permanencia, lo que podría explicarse en que los estudiantes con mayores dificultades, valoran más la necesidad de terminar sus estudios.

En total, para el año 2012, las universidades estatales sumaron un total de 33.413 becas socioeconómicas y 9.034 becas de estímulo.

DISTINTAS ÁREAS

Las universidades privadas son las que aportan cada año la mayoría de los nuevos profesionales en Ciencias Sociales, Educación y Ciencias de la Salud, con porcentajes muy por encima de lo que aportan las universidades estatales.

Según los datos del Estado de la Educación, mientras las universidades estatales aportaron en el último año el 26,1% de los títulos en Ciencias Sociales, los centros privados entregaron el restante, 73,9%.

Similar sucede en el caso de Educación, donde el 69,7% de los nuevos graduados proviene de las universidades privadas. La distancia es mayor en el caso de Ciencias de la Salud, donde los centros no estatales gradúan al 84,3% de los nuevos profesionales.

En contraste, las universidades estatales son las que más profesionales lanzan al mercado en las áreas de Recursos Naturales (92,7%) y en Artes y Letras (63,6%). Las cifras entre estatales y privadas son más parejas en las Ingenierías (41,3% públicas, 58,7% privadas) y en Ciencias Básicas (50,8% privadas, 49,2% públicas).

POCOS PRÉSTAMOS

Los estudiantes que recurren al financiamiento de la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación (Conape) representan solo un 5% del total de estudiantes matriculados en las universidades privadas en 2013, según los datos del Estado de la Educación.

Pese a que en universitarios de centros privados el financiamiento de Conape tiene poco peso, para la entidad esta población representa el 83% del total de beneficiarios, con un total de 4.987 personas.

Los préstamos de Conape traían una tendencia ascendente durante la década anterior al pasar de 2.252 en el año 2000 hasta llegar a 8.067 en el 2010, pero luego bajaron hasta 5.390 el año anterior.

Los préstamos para financiar carreras en el área de Ciencias de la Salud son los que muestran el mayor crecimiento de los últimos años, pues pasaron de representar cerca de un 25% del total en el 2000 a casi un 35% en el 2002.

En contraste, el financiamiento para carreras de Educación ha decrecido al pasar de un 25% del total, en el 2000, a poco más del 10% en el 2012.

Por institución, la Universidad Latina es la que más beneficiarios de Conape recibe, casi un 35% del total; seguido muy de lejos por la Universidad Hispanoamericana y la Universidad Santa Lucía, alrededor del 10%.

En total, de las 58 instituciones de Educación Superior en el país (públicas y privadas) 14 son las que acumularon el 80% de los beneficiarios de Conape para el 2012.

Entre las características de la población que recurre a Conape, el 58% ingresó a la universidad al año siguiente de haber terminado la secundaria, mientras que el 27% tardó entre 2 y 4 años en hacerlo.

Además, para las dos terceras partes de quienes recibieron un préstamo de Conape, estos fondos solo representan una parte del costo total de la carrera que querían financiar, lo que afecta su permanencia en las aulas en comparación con quienes sí reciben el 100% del dinero que necesitan.

 

 

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