La tienda Vinyl in Black hospedará la Feria del disco, el 15 de diciembre. (Foto: Katya Alvarado)
El próximo domingo 15 de diciembre, amantes de la música en formato analógico se reunirán en Plaza San Pedro para celebrar su amor por los “vinilos” o “acetatos”.
Se trata de la VII Feria del Disco, que se llevará a cabo en la tienda Vinyl in Black, ubicada en el segundo piso de la Plaza (conocida como Outlet Mall). Allí, desde las 11 a.m. y hasta las 7 p.m., habrá venta, compra e intercambio de discos y accesorios, acompañada de música en vivo. La entrada a la actividad será gratuita y para todo público.
Roberto Pana, líder de la legendaria banda nacional Mantra y propietario de Vinyl in Black, comentó que aunque el espacio es organizado por el establecimiento, será completamente abierto, de modo que no solo serán bienvenidos los compradores, sino también quienes quieran vender o intercambiar discos de vinil. Además, habrá espacio para la venta o trueque de equipos de sonido, como amplificadores, tornamesas y accesorios.
De acuerdo con el organizador, la tienda pondrá a la venta miles de acetatos de todo género musical y con precios que van desde “gratis”, hasta ¢ 50 000 los discos raros y difíciles de encontrar.
El objetivo del evento, informó Pana, es abrir un espacio para que los amantes de la música compartan su pasión por el formato en vinil.
Adicionalmente, la feria servirá para apoyar a la Fundación «Construyendo Sonrisas en Costa Rica», que trabaja con niños de bajos recursos. Para este fin, habrá discos seleccionados que se podrán adquirir a cambio de una donación voluntaria y se recibirán contribuciones monetarias.
Según indicó Pana, la actividad será amenizada por la música en vivo de dos agrupaciones nacionales, una de rock clásico y otra de jazz.
AMOR POR LOS VINILOS
La Feria del Disco de Vynil in Black tiene por motor la pasión de coleccionistas y melómanos, por los discos en vinilo.
De acuerdo con Roberto Pana, “ahora está de moda” tener música en formatos analógicos, pero hay quienes siempre estuvieron arraigados al formato.
Sobre las razones para defender este tipo de grabación, indicó: “El sonido de los discos analógicos es mejor que el sonido de un disco compacto (CD) o de la reproducción digital; además, los vinilos son arte, un arte que conlleva todo el proceso, desde el diseño de la portada, el trabajo del grupo y el esfuerzo que conlleva la realización del propio disco”.
El músico y organizador de la feria opinó, asimismo, que los discos de vinil o acetatos conectan a las personas con sus recuerdos y cargan, por lo tanto, con elementos nostálgicos.
Jesús Vallejo, coleccionista de vinilos y comentarista en el programa de rock Subsuelo S.A., comentó que valora los formatos analógicos, pues “implican un esfuerzo hecho por el artista para compartir y conservar su música”. Agregó que “posee un sonido característico, imperdible. El sonido digital mete mano en la creación artística humana, algo similar a un cirujano plástico, que se entromete en la belleza natural”.
El también coleccionista Aramis Vidaurre comentó que su pasión por los discos no está motivada por el sonido, sino por la posesión del disco en sí.
“En mi caso, colecciono discos (vinilos en 45 revoluciones por minuto, CD) de Queen y tengo muchos que no he escuchado; los que compro ya usados y no vienen con su funda plástica, los meto en una, los sello y los guardo; creo más bien que es un tema de la posesión física, de tenerlo, de verlo, de sacarlo de vez en cuando para tocarlo, para limpiarlo; significa tener reminiscencias de una época ochentera, en el caso de los vinilos, que, aunque era muy joven, la recuerdo muy gratamente”, destacó.
Por su parte, Marco Baltodano, músico y coleccionista de discos en acetato, aseguró que la música en formato digital está más compactada, “lo que puede significar una perdida en la fidelidad, especialmente en los bajos. También, lo compacto del formato digital genera menor impacto visual y táctil, a diferencia de una portada de 12″, que muchas veces es una obra de arte en sí”.
En opinión de Baltodano, todo formato que intentó reemplazar al vinilo fue moda pasajera, ya que este “ha sido el formato más estable, que hasta desafía la lógica de la obsolescencia programada, de esa falsa necesidad de botar lo viejo porque hay algo más nuevo”.
Sobre los espacios como la Feria del Disco, Jesús Vallejo resumió: “Los espacios donde confluyen los melómanos son vitales. Así se propicia el intercambio de música, contactos y la amistad per se. He participado en varias reuniones y la experiencia ha sido siempre enriquecedora. He visto personas de todas las edades y todos sabemos que tenemos algo en común, sin importar si compraste Metálica, Camilo Sesto o Los Éxitos de Los Hicsos”.