Miguel Ángel Quesada fue distinguido con el Premio de Cultura “Magón” 2014 del Ministerio de Cultura y Juventud. (Foto cortesía: Carlos Avendaño Sánchez).
El Premio de Cultura “Magón” 2014 fue otorgado a Miguel Ángel Quesada Pacheco por su extensa y rica labor como dialectólogo y lexicógrafo.
Hablar es como respirar: vital. Es fundamental para la convivencia humana, para comunicarnos, para estructurar pensamiento, para crear cultura.
El Premio de Cultura “Magón” 2014, del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), le fue otorgado al doctor en Lingüística y catedrático universitario Miguel Ángel Quesada Pacheco por investigar, estudiar y documentar de manera profusa y exhaustiva el modo en que hablamos los costarricenses.El jurado del año pasado, constituido por Yadira Calvo (premio “Magón” 2012), Dorelia Barahona, Edgar Zúñiga, Albino Chacón y Mario Portilla, consideró que “la constante investigación, llevada a cabo durante décadas por el doctor Quesada Pacheco es una muestra patente de su interés por rescatar y visibilizar una de las manifestaciones culturales más importantes de un pueblo: su acervo lingüístico”.
Dilucidar cómo es nuestro español y lenguas indígenas, sus historias, desarrollos y evolución, sus rasgos característicos y estados actuales es la labor minuciosa y extensa que ha realizado Quesada a lo largo de su trayectoria académica e investigativa como dialectólogo y lexicógrafo.
Annette Calvo Shadid, decana de la Facultad de Letras de la Universidad de Costa Rica (UCR), celebró el galardón concedido a su colega, pues opina que el aporte de Quesada en ambas áreas de la Lingüística, la del español nativo y sus dialectos así como las lenguas indígenas, es imprescindible para comprender nuestra cultura.
“Miguel ha dedicado toda su vida a estas temáticas, siendo admirable que él mismo va y recoge los datos, como en estos días, que está en Panamá realizando un estudio de campo”, resaltó.
En criterio de Calvo, “él ve las tradiciones, costumbres y creencias reflejadas en frases y expresiones”; es así como ha aportado una gran cantidad de investigaciones que versan sobre las especificidades de nuestro español desde el punto de vista histórico y contemporáneo.
Entre estos, Calvo destaca el Diccionario histórico del español de Costa Rica, mediante el cual explica las palabras, cuándo fueron usadas y por qué han perdido su actual significado.
Quesada también ha llevado a cabo estudios lingüísticos en América Latina, en particular en Centroamérica, que dieron como resultado El mundo de las creencias populares en América Central: Visión etnolingüística y El español hablado en América Central. Nivel fonético, dos volúmenes Nivel fonético y el nivel morfosintáctico.
Otro ejemplo de sus exploraciones académicas latinoamericanas, según indica Calvo, es la edición de Actitudes lingüísticas de los hispanohablantes hacia el idioma español y sus variantes, elaborada junto con la colombiana Ana Beatriz Chiquito y financiada por la Universidad de Bergen, en donde trabajan ambos actualmente.
La obra recoge las opiniones de los hablantes de 20 países latinoamericanos sobre su propia lengua en su lugar de origen y qué opinan sobre estas. “La investigación arroja datos sobre cómo llaman las personas el idioma que hablan, dilucidando la percepción subjetiva de las lenguas sobre dónde se habla el mejor o peor español o si tuviéramos que hablar el mismo español cuál tendríamos”, especificó Calvo.
LENGUAS INDÍGENAS
En sus estudios sobre las lenguas autóctonas, Quesada se ha dedicado principalmente al huetar, el boruca y el ngöbe.
Carlos Sánchez Avendaño, académico lingüista de la UCR, dijo que el Magón 2014 para Quesada Pacheco es “más que merecido”, ya que es de los académicos nacionales que más ha trabajo en diversidad lingüística costarricense, documentación y descripción.
De acuerdo con Sánchez, a partir de las investigaciones de la lengua boruca publicó dos libros de tradición oral y uno que le solicitó la propia comunidad para aprender la lengua, con el cual realizó talleres y un valioso trabajo de acción social.
Sánchez Avendaño considera que con la huetar ha sido muy interesante, pues aún cuando fue el principal idioma del territorio precolombino desapareció en el siglo XVIII, de él quedaron muy pocos documentos.
“Miguel se puso a rastrear lo que había y se fue a las comunidades, contactó a los viejitos para documentar lo último que se pudiera. Con lo poquito que logró recoger de las últimas palabras y con los documentos coloniales –sobre la lengua, las tradiciones, la historia del pueblo huetar– sistematizó un libro clave para costa Rica: Los huetares: historia, lengua, etnografía y tradición oral”.
A partir de la tercera lengua estudiada por Quesada, el ngöbe, publicó una gramática muy completa y un libro de narraciones; en la actualidad, elabora un diccionario y otro libro de tradición oral.
Sánchez mencionó, además, que Quesada realizó el artículo “Toponimia indígena de Costa Rica”, que reúne, analiza y estudia los nombres de lugar (topónimos), de ríos y lagos (hidrónimos) y poblados (ecónimos) que descienden de lenguas indígenas costarricenses y que están diseminados por todo el territorio nacional.
“Algo que llama mucho la atención sobre Miguel es su humildad”, concluyó Avendaño, quien lo describió como una persona sin presunciones intelectuales, a pesar de su gran erudición. “También llama la atención su afán de cooperación: si uno le hace una consulta contesta con toda la generosidad posible, aportando datos, conocimiento, hipótesis que esté manejando. Escucharlo hablar es una maravilla”.
Más allá de las palabras
Miguel Ángel Quesada es un destacado lexicógrafo y dialectólogo costarricense, doctor en Filología Románica, Filología Germánica y Lingüística Comparada por la Universidad de Colonia, Alemania. Se ha dedicado a la docencia universitaria, primero en la Universidad de Costa Rica y actualmente como profesor invitado en la Universidad de Bergen, Noruega. Por sus estudios históricos, lingüísticos y etnográficos se le otorgó el Premio Nacional “Aquileo J. Echeverría”, en Historia, por su obra Historia de la lengua española en Costa Rica, en el 2009.
Sus investigaciones sobre lingüística histórica, dialectología hispanoamericana y lenguas indígenas de Costa Rica gozan de amplia difusión y prestigio internacional.
Ha escrito y publicado en revistas académicas especializadas numerosos estudios y artículos, y participado en numerosos congresos, simposios y foros, en Costa Rica y en el exterior.
Es autor de obras fundamentales para los estudios lingüísticos en Costa Rica, entre las cuales están: El español colonial de Costa Rica (1990), Nuevo diccionario de costarriqueñismos (1991), Atlas lingüístico-etnográfico de Costa Rica (1992), El español de América (2000), Los huetares (1996), Historia de la lengua española en Costa Rica (2009), Leyendas y tradiciones ngäbes (2010), Atlas lingüístico-etnográfico de Costa Rica (2010) y El español de América Central: nivel morfosintáctico, como editor (2013). En colaboración ha escrito el Diccionario boruca-español; español-boruca (1999), con Carmen Rojas.
Ingresó como miembro de número de la Academia Costarricense de la Lengua en agosto de 2000, en donde ocupa la silla R.
Texto editado a partir de una biografía del sitio web de la Academia Costarricense de la Lengua.