Teatro del Público, en defensa de un teatro honesto

La obra «Ñaque, o de piojos y actores», del dramaturgo español José Sanchís Sinisterra, se presentará del 7 al 31 de mayo

Defender, mediante montajes sencillos y actuaciones honestas, la esencia teatral es la razón de ser de Teatro del Público, que estrenará su primera puesta en escena este fin de semana.

La agrupación, conformada por cuatro actores y tres actrices −todos formados en la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica−, se ha propuesto rescatar “las verdades del teatro”: la honestidad y la entrega de los actores, la austeridad de las cosas sobre el escenario y, sobre todo, la importancia del público, que completa el hecho teatral y que es su razón de ser.

Para arrancar su trabajo han elegido la obra Ñaque, o de piojos y actores, del dramaturgo español José Sanchís Sinisterra, que presentarán del 7 al 31 de mayo, con horarios de jueves a sábado a las 8 p.m., y domingos a las 6 p.m. (ver recuadro: “Ñaque, o de piojos y actores hará reír y pensar”). El valor de las entradas es de ¢5.000 (¢4.000 estudiantes y adultos mayores).

Este montaje reflexiona precisamente sobre los dos principales elementos del teatro: los actores y el público, así como la relación que se establece entre los dos durante una función y después de ella.

“Esta obra nos parecía significante para empezar este proyecto, por el nombre y la ideología que tenemos. Queremos montar obras donde el público esté realmente presente, como algo más que un observador pasivo, que dejemos de ser artistas y público, y seamos cómplices en la aventura del teatro”, dijo la directora de la puesta en escena, Ana Ulate.

Aventurarse a Producir

Melvin Jiménez, integrante de Teatro del Público y actor en Ñaque, comentó que este proyecto se inició a finales del 2011, tras el montaje −para un examen− de una escena de El público, de Federico García Lorca, en el que participó junto con Leonardo Sandoval, Carlos Miranda y Pablo González.

Por los buenos resultados y la buena dinámica de trabajo, los cuatro jóvenes decidieron empezar un grupo juntos, con el nombre de la obra que los unió. Sin embargo, las cargas universitarias de trabajo impidieron que arrancaran.

A finales del año pasado, tras otro proyecto estudiantil, se sumaron las actrices: Ana Ulate, Madeleine Garita y Fanny Vargas; entonces, empezaron a buscar opciones para consolidar, sobre el escenario, la existencia del Teatro del Público.

Era una apuesta arriesgada, pero mientras haya quien quiera empujar el barco, se puede. Aquí todos somos iguales y mientras sea así y el barco sea de todos, seguiremos empujándoloAna Ulate, actriz

“Era una apuesta arriesgada, pero mientras haya quien quiera empujar el barco, se puede. Aquí todos somos iguales y mientras sea así y el barco sea de todos, seguiremos empujándolo”, externó Ulate.

Así, a pesar del riesgo que implicaba lanzarse a la construcción de un grupo independiente, recién graduándose de la Universidad, comenzaron a buscar opciones y encontraron en el Teatro Universitario, la oportunidad de llevar una obra a las tablas.

De acuerdo con Melvin Jiménez, eligieron iniciar su carrera como agrupación con la obra Ñaque, o de piojos y actores, pues dice mucho de lo que desean hacer. “Aunque el nombre nace de la experiencia con la obra El público, también tiene que ver con nuestro estandarte, nuestra filosofía, que es ser realmente un teatro para el público, que es el elemento fundamental que nos completa”, detalló.

Por su parte, Carlos Miranda explicó que la diversidad de criterios y experiencias ha sido un importante motor del proyecto, ya que permite sentar parámetros y hacer teatro dirigido a un público amplio.

“Somos parecidos porque somos de teatro, pero somos muy distintos en lo que creemos y de dónde venimos. Por eso mi expectativa es poder seguir haciendo teatro que me guste a mí, que le guste a mi abuelita y que le guste a cualquier público internacional que la quiera ver, que no se quede en los círculos tradicionales de lo comercial o lo experimental. Creo que, sin ser crecidos, tenemos la cabeza para volar y el ancla para agarrarnos a tierra”, destacó Miranda.

Ñaque, o de piojos y actores hará reír y pensar

Dos comediantes de lengua del 1600, con su arcón a cuestas, caen, sin saber cómo o porqué, en el 2015, al escenario del Teatro de Bellas Artes de la UCR. Frente a ellos, el público.

Así arranca Ñaque, o de piojos y actores, la pieza teatral en la que Ríos y Solano, interpretados por Carlos Miranda y Melvin Jiménez, intentarán contar sus historias y aventuras, y construirán una relación con quienes ocupen las butacas del teatro, intentando permanecer para siempre en su memoria.

La obra, escrita por el español José Sanchís Sinisterra, cuenta la historia de ocho agrupaciones de teatro fronterizo (aquel que se hace fuera de las instituciones) por medio de las narraciones de estos dos personajes, Ríos y Solano, que integran el sétimo grupo: Ñaque.

En el proceso de contar sus aventuras, los dos actores se cuestionan sus roles en el escenario, la importancia y el papel que cumple el público, el tipo de teatro que desean hacer y hasta los recursos que es prudente usar para mantener el teatro “honesto”.

Así, dijo la directora del montaje, Ana Ulate, “los dos actores, sobre el escenario, descubren su naturaleza, sus debilidades, sus fortalezas, su necesidad de permanecer en la memoria del espectador y entienden que para eso se preparan, para eso se actúan, para compartir cosas”.

Al mismo tiempo, puntualizó, la obra analiza la función del público, plantea la necesidad de un público no pasivo y confronta esas dos posiciones. Incluso, hay un momento en la obra en que por unos minutos se intercambian los papeles y los actores se sientan frente al público “a verlo actuar”.

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