Con el pelo suelto

La Nación S.A. dedicó una página casi y título en portada al reajuste del 5% que la Universidad de Costa Rica resolvió dar a

La Nación S.A. dedicó una página casi y título en portada al reajuste del 5% que la Universidad de Costa Rica resolvió dar a sus trabajadores (1/03/12). El artista invitado para musicalizar el “escándalo” fue el Ministro de Educación Leonardo Garnier a quien hicieron discreto coro los rectores de la UNED y de la UNA (reajustarán el 4%, aunque en gotas). El Ministro Garnier, para nada medido, recibió además la honra periodística de emerger como autor de la “Frase del Día”. El laurel lo obtuvo por silabear “Si no cambia el ritmo actual de crecimiento de salarios, en 20 años hará falta el 20% del PIB para financiar a las universidades”.

Aunque la foto de archivo que adorna su sentencia lo muestra sonriente y con su cabellera acomodada, sin duda estaba desmelenado cuando dijo que “El problema es que no solo mejoraron los salarios base sino que aumentan mucho las anualidades y la carrera profesional”. El Ministro parece creer que los salarios crecen por sí mismos y no en el marco de una política institucional que se da la Universidad.

Al Ministro podría respondérsele con la lógica-machote utilizado por sus correligionarios en el gobierno cuando se duda de sus actos: “No he hecho nada ilegal, y mi conciencia está tranquila” (patentada por uno de los hijos de la señora Olsen, ya es tópico).

Sin embargo, como no todos los costarricenses acceden a los privilegios con que cuentan los correligionarios del señor Ministro, sería mejor recordar que, dentro de 20 años, Costa Rica, según aseguró Óscar Arias, en cuyo gobierno militó Garnier, ya será un país felizmente desarrollado, gracias al TLC con EUA, y podrá entonces emular la política educativa de países como Finlandia. Es decir, tratará a la educación como inversión a la que concurren todos los sectores sociales y no como negocio. Los fineses estiman es política sana. Como les ha dado resultado, seguro Costa Rica querrá seguir un camino similar.

Además, al ser un país desarrollado, Costa Rica habrá fortalecido, en estos próximos 20 años, su inversión en educación pública de calidad, especialmente en centros de investigación científica y tecnológica, básica y también aplicada. ¡Costa Rica exportará masivamente motores Franklin Chang para todos los que deseen abandonar este planeta o bombardearlo! (el motor no prejuzga acerca del carácter de las naves que lo usan) Y el MFCh será solo una de las cerezas del pastel de exportación. Obviamente entre los activadores del colosal despliegue tecnológico/científico estarán los circuitos universitarios. Los costarricenses no los verán entonces como negro hoyo salarial sino como “luz en la colina de la Patria”.

Y el Ministro Garnier tendrá una estatua en el Paseo de los Estudiantes o en el Barrio Chino (no precisable en este momento). Y por doquier. Incluso, con el pelo suelto, se le proyectará en las tardes de verano contra el firmamento nacional, no como Batman, sino como el hombre que reestructuró la educación pública (y la educación toda) tornándola moderna, bien pagada y con maestros y doctores en todo nivel haciendo de sus experiencias de aprendizaje comunicación cultural para la autoestima y felicidad general. ¡Qué importará entonces que en la Universidad de Costa Rica se invierta el 20% del PIB si su economía crecerá hasta comprender toda América Central, Panamá, parte de Colombia y Brasil, la Antártica y Maine! Nos tutearemos con China. Sabemos que, muy en secreto, Garnier, está en el empeño.

Así, puesto que Arias y Garnier aseguraron el desarrollo para entonces, los 20 años de salarios, que pierden no en exceso poder adquisitivo y que asustan al señor Ministro, no son nada.

Por ello, ante la áurea visión abierta para Costa Rica, gracias a su inversión en educación de calidad en todos los niveles, resultan también grises las respuestas que, sobrias, esbozan mandos universitarios para refutar al señor Garnier: el aumento se sustenta en un estudio hecho por economistas de la universidad. No se descuidan las inversiones. Cierto, pero poco intenso. Los costarricenses merecían haber visto al Ministro y a las autoridades académicas en eufórico abrazo y corro sabiendo que este 5% fue la chispa primera que inició el encendido horizonte que guiará a Costa Rica al desarrollo.

P.D. Para el periodista que recibió la orden de cubrir el escándalo: ‘derogación’ no es lo mismo que ‘erogación’. Pregúntele al Ministro. Ese señor sabe mucho. No utilicé PS porque ambos van a creer que se trata de algún partido socialista.

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