Ando tan dundo en medio de la gente que la vida perdí, ya ni sé dónde, cómo pierdo el paraguas o los lentes. Joaquín Gutiérrez, en “Cuando llora mi paraguas”.
Ya dijimos que la seguridad social afecta nuestra vida diaria, pues involucra un conjunto de aspectos que se cruzan entre lo político, lo económico, lo social y cultural, con un sustrato ético. Desde ese sustrato se debe irrigar tópicamente cada uno de los aspectos mencionados, donde adquieren relieve las necesidades básicas: medicina preventiva, programas de educación, vivienda, empleo digno, cuido de la niñez y otros.Esto entra en confrontación con grupos que dilapidan y derrochan sin escrúpulo, que hunden sus raíces en las teorías del neoliberalismo, que embarcan al país por senderos de muerte.
Buena cuota de responsabilidad tienen los Programas de Ajuste Estructural (PAE) impulsados por los equipos neoliberales, los cuales continúan esparciendo como fórmula salvadora el achicamiento del Estado, y la administración de todas las empresas estratégicas estatales en manos de la empresa privada. Quizá no sea tan casual el deterioro del Régimen de Invalidez y Muerte (IVM). Cuentas por cobrar que se volvieron incobrables, y las que se pueden cobrar pero no se cobran que ascienden a millones, malas inversiones de las carteras de inversión, etc. Y si el régimen colapsa, bueno, ya hay quienes negocian bajo el esquema de reformas impulsadas por el Banco Mundial (BM) desde 1994, con la tendencia de privatizar y que se plasmó con la ley No 7523, que autoriza el establecimiento y la compra de pensiones privadas, como dice don Thelmo Vargas el viernes 15 de Agosto en la Nación: “La compra de pensiones complementarias es otro mecanismo que desde hace algunos años se creó en el país, lo cual equivale a gastar en los años laboralmente activos y ahorrar más para la época de las vacas flacas”; claro, a don Thelmo hay que aclararle que para grandes mayorías de trabajadores no hay vacas gordas ni vacas flacas, estos solo tienen su fuerza de trabajo por la que se les somete a la ley del salario mínimo, pagándoles por horas de trabajo (el Sistema les impide ahorrar). Ciertamente hoy se pensionan más, pero no olviden que hoy en día se produce más y en forma más eficiente, al aprovechar las ventajas de la revolución científico-tecnológica, quizá los patronos (estoy soñando, en un gobierno apoyado por el pueblo que fastidie a los ricos con una contribución mayor). Por otro, el editorial de la Nación del 9 de agosto dice: “Construir un régimen único de pensiones debería constituirse en meta de una política de Estado responsable, justa y consecuente con la realidad fiscal. Bueno hay que aclarar: el Estado es el mayor deudor del Régimen de Invalidez y Muerte (IVM), pero además a los pensionados del régimen de reparto se les estafó, pero no se puso oportunamente a capitalizar las cuotas pagadas por los trabajadores; entonces no se vale que ahora en forma sistemática se ataque un sistema que además sufre una serie de rebajas por el artículo 70, por la renta, y ya se ha dicho que continúa pagando la pensión, además el Régimen de Capitalización Colectiva administrado por la Junta de Pensiones −donde el Estado solo pone una peseta para la pensión− goza con un capital sólido, que sería absorbido por el Estado bajo la fórmula del periodista; claro, los trabajadores no van a permitir que se les despoje de un sistema por el que pagan cuotas más altas que las que se pagan en el IVM. Las políticas neoliberales arrean con todo, por eso es un imperativo organizarse; el SINDEU espera su afiliación; hay que defender los intereses de toda la clase trabajadora; además, hay que detener el nuevo modelo de Universidad que se está fraguando. (Continuará)
