Así pues, el vaso de la riqueza acumulada por el norte nunca se desbordó y lo prometido al sur con su rebalse aún no aparece en el horizonte económico. Sólo China, con su socialismo de mercado, se ha venido convirtiendo en el nuevo actor de la vorágine capitalista. Y para eso el Partido Comunista conjuga el socialismo científico con su filosofía militar o del poder, mediante la cual se vence al enemigo con sus propias armas o herramientas; en este caso, con las herramientas del mercado, de la ciencia y la tecnología, amalgamadas con la política y su parafernalia diplomática y militar. Algo así como la apropiación de la riqueza capitalista desde la organización socialista haciendo algunas concesiones políticas al pragmatismo. Las prebendas chinas pueden ser del tamaño de un estadio de fútbol, mas su capacidad productiva y comercial le permite competir de tú a tú en el mercado mundial y dominar buena parte de dicho mercado; tanto, que ya se perfila como la primera potencia económica del mundo.
Ante el fracaso de las promesas neoliberales, con el nuevo siglo y milenio gran parte del continente latinindio ha optado por definir su propio estilo de desarrollo con justicia social, conocido en algunos pueblos como la política del “buen vivir”, y en otros como el “socialismo del siglo veintiuno”; en ambos casos apuntando al desarrollo interdependiente e integracionista desde la política, la economía y la cultura. En mayor o menor grado, los Estados de la Región comulgan con el sueño de los libertadores: construir la Patria Grande.
El desarrollo de la conciencia social de nuestros pueblos, en cuanto a política se refiere, merece un análisis particular. El caso de Costa Rica –con sus características propias− asemeja a lo que acurre actualmente en Chile y en Brasil: las relaciones de producción (base) rebasan los estamentos políticos y culturales (superestructura), resultando de ello el descontento ciudadano por haber elegido gobiernos que prometen cambios estructurales, pero que el “statu quo” féudalo-burgués no les permite cumplir.