Todos nuestros servicios profesionales educativos siguen los parámetros del mercado laboral, donde la acreditación de carreras, vía Sinaes, ha jugado un papel fundamental durante los últimos años. Debemos equilibrar la oferta con la demanda, tecnificando nuestra línea de servicios, brindarles menos recursos a las ciencias sociales, letras y artes, y formar la mano de obra barata mejor calificada para las empresas, todo con una formación humanista que excluye a la mayoría vía prueba de admisión. Además estamos en proceso de eliminar muchas licenciaturas, ya les dimos un golpe durísimo a los estudiantes de Antropología, los cuales se quedarán sin ese grado académico a partir del año 2018. La carta de Bolonia ya está dando resultados positivos a nuestro ideal de universidad.
Invertir en la UCR S.A. es el sueño de cualquier organismo financiero internacional, cómo no, si los riesgos son bajos. Es muy probable que Moody´s nos califique con un Aaa, claro, si en vez de préstamos recurriéramos a la emisión de bonos.
Nuestro CEO defiende los intereses de la empresa a capa y espada. Vende servicios, cierra programas, elimina cupos, desaparece carreras como arte de magia y todo lo hace bajo la autonomía universitaria. ¡Qué bello negocio para nuestros inversionistas!
Por otro lado, la UCR S.A., cuenta con un excelente ambiente laboral. Nuestra cultura es impecable. Las Ciencias Económicas viven en el País de Jauja, nuestro sindicato nos hace el juego y no genera muchos problemas. Muchos de nuestros académicos piensan que el FA es un partido “antisistema”, la gente de políticas se inventó una clase nueva: la política. La FEUCR defiende y promueve las inversiones en la empresa, la gente de leyes nos llaman a votar queramos o no y Semana U no tiene otro significado que ir a chivear en la noche, obviamente sin conferencias, ni foros y ni mucho menos los tan odiados conversatorios.
Queremos lo mejor para nuestros estudiantes, por eso está prohibido el uso de los auditorios por parte de ellos (con excepción del miniauditorio de Ciencias Sociales y las salas de la Biblioteca Carlos Monge, dependiendo de la disponibilidad). Es inadmisible que por propia iniciativa de ellos se generen discusiones que afecten los intereses burocráticos y financieros de la organización. ¡Que vayan al Fecon o improvisen charlas en Plaza Chow o en la 24 de Abril!
La mayoría de nuestros “colaboradores” se encuentran sin plaza, lo que significa la incertidumbre de ellos. Pero no importa, nos ahorramos varios millones en seguro y garantías laborales.
Invitamos a toda la comunidad universitaria a involucrarse en la vida universitaria, esperamos que los nuevos estudiantes puedan satisfacer todas sus ansias de estudio y puedan desarrollarse como seres humanos integrales, y si no lo logran, ¡no importa!, el mercado sabrá qué hacer con ustedes.