El ministro de la Presidencia designado, Melvin Jiménez, ofreció ejercer su cargo de enlace entre el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa en diálogo permanente con todos los sectores para avanzar en los proyectos y medidas concretas que urge el país.
“Para avanzar es clave que la Casa Presidencial tenga un diálogo permanente con la Asamblea Legislativa, que establezca puentes para poder hacer una gobernabilidad que permita avanzar en todos los retos tan complicados que tenemos en este momento”, dijo Jiménez, minutos después que el presidente electo, Luis Guillermo Solís, anunció este lunes el nombramiento de sus primeros 21 ministros de Gobierno y presidentes ejecutivos de institucionales públicas.
Exjefe de campaña y obispo luterano con dispensa temporal en el ejercicio sacerdotal, Jiménez dijo que su trayectoria de muchos años en diálogos y mediaciones con los sectores sociales y productivos del país influyó para que Solís lo escogiera como ministro de la Presidencia.
Relató que ya ha tenido reuniones con muchos de los diputados electos, que están muy entusiasmado y están construyendo un agenda alrededor de proyectos específicos.
“Quisiéramos que este ánimo se mantenga y haré todo lo posible por que eso se de, sobre todo porque la ciudadanía lo está esperando, quiere cosas muy concretas, que se avance y así siento el clima que existe entre los diputados que están llegando”, afirmó.
En cuanto a los proyectos que impulsaría el nuevo Gobierno en primer orden, cuando asuma el primer de mayo, que eso se determinará en una jornada de trabajo intensa que tendrán con el equipo nombrado, donde se establecerán las prioridades a partir del plan rescate (diez medidas urgentes que planteó el Partido Acción Ciudadana en su plan de Gobierno) y lo que las comisiones temáticas venían trabajando, y entonces “podemos salir con una agenda sobre lo que sabemos que será paso a paso en los próximos cuatros años”.
