Con ese permanente trabajo de estar recogiendo las inquietudes, observaciones, críticas constructivas, sugerencias, y de plasmarlas en acuerdos municipales, resoluciones en las alcaldías, promoviendo proyectos de ley en la Asamblea Legislativa, vale decir, estar ahí hombro a hombro del lado de las organizaciones sociales (sindicales, comunales, feministas, ecologistas, profesionales, artesanales, estudiantiles de secundaria y universitarias, de adultos mayores, deportivas, culturales, artísticas), es que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se ha logrado empoderar como la verdadera y auténtica vanguardia revolucionaria en El Salvador.
Nada ha sido obra de la casualidad, porque en la verdadera política las casualidades no existen, lo que sí existe son las causas y los efectos.Para que comprendamos mejor lo antes escrito, remitámonos a la variable (por supuesto, hay infinidad por considerar) de los porcentajes de votación, en elecciones presidenciales desde 1994 −cuando por primera vez participa el FMLN− hasta el 2014 (primera ronda; la segunda tendrá su respectivo análisis). Además, observemos los índices de votación del Partido ARENA (Alianza Republicana Nacionalista), que es la derecha fascista, y también fuerza política mayoritaria en El Salvador.
Los porcentajes del FMLN son los siguientes: Campaña de 1994=31,7%, 1999=25,0%, 2004=36.5%, 2009=51,3%, 2014=48,93%, significando lo anterior un porcentaje de aumento de la votación en un 17.23%.
Los porcentajes de ARENA son los que siguen: 1994=68.3%, 1999=52.0%, 2004=57.7%, 2009=48.7%, 2014=38.96%, vale decir, ha tenido un descenso del 28.34%.
No se puede tapar el sol con un dedo, y por ende, caer en posturas triunfalistas; lo que es cierto y concreto, es que El Salvador ha presentado un cuadro político muy polarizado.
Lo importante por estudiar es cómo en el marco de esa polarización el FMLN a hecho esfuerzos considerables, para que su estructura orgánica se mantenga como fuerza política beligerante, y para tener la capacidad de ser novedosa en sus planteamientos políticos e ideológicos.
En las elecciones del 2009, se dio la circunstancia que el FMLN postuló a la presidencia no a un militante de su partido, sino a una persona independiente, la cual se comprometió a cumplir el programa del FMLN. En esas circunstancias, la fórmula estuvo compuesta por Mauricio Funes Cartagena como candidato presidencial y el comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén como vicepresidente.
No hay duda que la personalidad del señor Funes, periodista de larga data en El Salvador, le dio alta credibilidad a la fórmula del FMLN ante la sociedad civil.
Una vez en el gobierno, el FMLN se empeñó en hacer cumplir la propuesta programática, teniendo en consideración que se estaba llevando a cabo un proceso revolucionario desde una perspectiva de izquierda democrática. Obviamente, se habían cometido errores, y ¿quién no los ha cometido?
Pero, en honor a la verdad histórica, las tareas realizadas han sido de tal magnitud en diversos campos, que el pueblo salvadoreño ha podido palpar la trascendencia de estas. Entre ellas, el entregar a cada niño/a los uniformes escolares, las listas de útiles, el vaso de leche diario, nunca antes hecho en El Salvador, habla por sí mismo del carácter humanista de esta revolución. Además, esos uniformes son hechos por grupos de costureras organizadas en cooperativas; los útiles fabricados en El Salvador; la leche producida por más de 4000 productores, o sea, una reactivación de la economía interna.
Cabe agregar la puesta en práctica de la salud comunitaria preventiva; se saneó la adquisición de medicamentos y se logró que sus precios bajaran. Se paró en seco, la corrupción que dejó ARENA, de una deuda de $17 millones y de medicinas vencidas.
En otro orden, el Ministerio de Obras Públicas, ha logrado un nivel de corrupción CERO, y una eficiencia en el trabajo como nunca antes se había visto.
Por otra parte, el gobierno del FMLN durante este período ha entregado 47.000 títulos de propiedad en el campo agrario, superando de modo considerable lo que han hecho todos los gobiernos de ARENA juntos.
Se han creado y fortalecido las cooperativas agrícolas,se les otorga asistencia técnica, y hay una política crediticia basada en los principios de lo que debe ser una banca de desarrollo.
Esto es lo que ha hecho que en El Salvador, en el año 2013 se produjeran 23.000 toneladas de maíz, récord histórico en ese país.
Hoy por hoy, El Salvador exporta maíz; antes de que el FMLN asumiera el poder lo importaba dentro de los lineamientos exigidos por los organismos financieros internacionales. Toda esta práctica política ha venido reconstruyendo un tejido productivo interno, cada vez más sólido y eficiente.
