El Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez, el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además de los derechos políticos, para poder participar activamente en cargos públicos y de poder ejercer el derecho al sufragio, demandaron el derecho al trabajo en igualdad de condiciones, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
A principios de ese mismo año, en Nueva York, las trabajadoras de la Fábrica de camisas Triangle, llevaron a cabo una pequeña huelga en protesta por las terribles condiciones laborales a las que estaban sometidas, la cual no tuvo mucho éxito. Unos meses después, el 25 de marzo, en dicha Fabrica, se inició un incendio y las mujeres que trabajaban en el noveno no pudieron salir, ya que la única puerta de salida estaba cerrada con llave. En el incendio, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes de Europa del Este y de Italia, murieron. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las conmemoraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se recuerda las condiciones laborales que condujeron al desastre y se aspira a que esto no vuela a suceder.En 1975, en el transcurso del Año Internacional de la Mujer, la ONU comenzó a marcar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. Dos años más tarde, en diciembre de 1977, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó una resolución (32/142) estableciendo un Día para los derechos de las mujeres y la paz internacional de las Naciones Unidas, a ser conmemorado por los Estados Miembros un día cualquiera del año, según sus tradiciones históricas y nacionales.
Con la adopción de dicha resolución la Asamblea General reconoció el papel que tienen las mujeres en los esfuerzos de paz y de desarrollo, e instó a erradicar la discriminación y a aumentar el apoyo dado a la participación plena y equitativa de las mujeres.
El Día Internacional de la Mujer debe ser cada vez más, una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos en favor del pleno disfrute de los derechos de las mujeres y analizar los cambios, no sólo legales, que aún son necesarios para lograr que en nuestras sociedades se pueda vivir libre de discriminación de género.
Las desigualdades que aún persisten son brechas profundas, en el acceso al disfrute de los derechos fundamentales, especialmente los derechos económicos, sociales y culturales, como el acceso a la educación, al trabajo en igualdad de condiciones, a los servicios de salud entre otros. Así como la violencia continua contra las mujeres en todas sus formas.
Hagamos nuestro, lo que manifestara recientemente Michelle Bachelet, expresidenta de Chile y actual Directora Ejecutiva de ONU Mujeres: “…. Hoy, Día Internacional de la Mujer, reafirmemos nuestro compromiso con los derechos de las mujeres y caminemos hacia el futuro con valor y determinación. Defendamos los derechos humanos, la dignidad y el valor inherente a todas las personas, así como los mismos derechos para los hombres y las mujeres. ….”