Posibles aportes de la psicología a la crisis ecológica

La psicología se integra al estudio de la problemática ecológica, mediante el análisis del comportamiento, la conducta, actitudes

La psicología se integra al estudio de la problemática ecológica, mediante el análisis del comportamiento, la conducta, actitudes y los valores para encarar la crisis socioambiental. Mientras, se condena el trabajo infantil en condiciones laborales casi esclavas y denigrantes, que se producen en textiles, zapatos y otros, así se consumen. Entonces, se puede estar preocupados por la degradación ecológica, aunque vivimos rodeados de artefactos y productos que inciden en el problema (espumas, sistemas de refrigeración, componentes electrónicos y otros). Mientras, en la salud y alimentación; se consumen alimentos y botellas de agua procesadas muy tóxicos y dañinos para la salud humana, la flora y fauna.

En las economías tradicionales (campesinas, indígenas rurales), existe una conciencia de los ciclos naturales y la necesidad de respetarlos para conservar la sustentabilidad del sistema natural, la eficiencia del manejo de los recursos, la reutilización de los materiales y el reciclaje de los residuos son propios de estas comunidades, reflejo de la adaptación al medio y de la “esencia ecológica” de sus culturas. Mientras, las sociedades urbanas modernas, tienen relaciones esquivas, alienadas con el ambiente y la misma sociedad, cada vez más dependientes del consumo.

Ante la fragmentación de la realidad y el laberinto de la policrisis y factores generan una creciente incapacidad ante dicha complejidad, los sujetos se consideran víctimas y no responsables de la situación y destino. O bien, el estilo de vida se desvía hacia los entes sociales superiores (empresas, Estado, corporaciones). La atribución externa de lo negativo libera la carga y permite reducir la disonancia cognitiva entre los que “debiera ser” y lo que “es”. El sistema dominante de mercado desregulado, aprovecha mecanismos cognitivos, como defensa ante los múltiples problemas reales. Dándole una complicidad a la gente de culpabilidad, sin ver que es el sistema o modelo de desarrollo dominante, el culpable realmente. De ahí que, se cree que la solución está en las tecnologías y normativas legales, como elemento externo a la realidad. Giddens (1993: 126) propone como responder ante la crisis y amenazas, con una tipología de reacciones sociales ante dichas amenazas latentes:

Aceptación pragmática: asume que existen varios riesgos que están fuera del control de cualquiera, y que son beneficios, pues, todo es temporal, ya pasara. El riesgo aceptable se disipara y todo volverá a ser como antes.

Optimismo sostenido: basada en la fe y pensamiento racional, como instrumento que permitirá encontrar soluciones sociales, legales y/o tecnológicas a todos los problemas socioambientales. Acepta la opinión de los expertos y científicos, sin ubicarlos en una relación de intereses corporativos.

Pesimismo crítico: el cinismo es una forma de amortiguar la crisis, reaccionando con humor y burla. Es una forma de desesperanza, todo está hecho y nada se puede resolver, se torna apático y sinvergüenza ante la crisis.

Compromiso radical: exige de los sujetos una actitud y movilización grupal ante las amenazas del sistema, que está en contra de la sociedad y el ambiente. Esta opción va con la acción contestaría, radical, en lugar de la fe y el discurso racional. Se manifiesta políticamente, mediante movimientos sociales y ecológicos (organizaciones, redes y otros).

Hoy, se vive un proceso de invisibilización inducida de la crisis ecológica; es decir, se encubren los problemas causados por el sistema urbano agroindustrial, desde finales del siglo XX con el auge del sistema capitalista. Se evidencia una frenética guerra de desinformación, donde prevalece la ignorancia, la irresponsabilidad, el victimismo, la complicidad, la impotencia y alinealidad, que explican las reacciones ante la crisis y se impone la tendencia pragmática, de convivir con los riesgos que el modelo de sociedad dominante. Sin embargo, se puede plantear, mediante un desarrollo sustentable, con un enfoque de conocimiento-reflexión-acción, donde se estimulen una nueva ética, con nuevos valores de comportamientos, conductas, de solidaridad, equidad, tolerancia, no-violencia, sensibilidades y organización social, respeto a los ciclos naturales, respeto a la biodiversidad, acorde con las necesidades sociales y ecológicas.

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