En mi artículo “Más de veinte millones de dólares… ¿para inglés?” (Universidad 1852, 1853; elpais.cr 27, 28/04/10) señalé “Con la sanción del Presidente de la República, Óscar Arias, del Ministro de Educación Pública (MEP), Leonardo Garnier, y del Ministro de Comercio Exterior, Marco Vinicio Ruiz, se declaró de “interés público y nacional la iniciativa gubernamental denominada Costa Rica Multilingüe” (decreto Nº 34425-MEP-COMEX, publicado en La Gaceta del 28/03/08)… Posteriormente, el Presidente de la República, el Ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, la Ministra de Educación, a.í., Alejandrina Mata, y el Ministro de Comercio Exterior, decretan “la creación del Ente Rector del Plan Nacional de Inglés” (decreto N°34535-MP-MEP-COMEX, publicado en el diario oficial del 30/05/08)… En este último decreto se establece, entre otros aspectos, lo siguiente: “Artículo 1º—Se crea el Ente Rector del Plan Nacional de Inglés como instancia adscrita a la Presidencia de la República cuya función rectora estará orientada hacia la recomendación de políticas y estrategias nacionales en cuanto a la promoción del aprendizaje del inglés… “. “Artículo 2º—Se autoriza al INA, dentro del marco legal respectivo y en la medida de sus posibilidades y sin perjuicio del cumplimiento de sus propios objetivos, a contribuir con recursos económicos para el funcionamiento del Ente Rector del Plan Nacional de Inglés”. “Artículo 3º—El Ente Rector del Plan Nacional de Inglés estará conformado por un representante de: a) Presidencia de la República, cuyo representante lo presidirá; b) Ministerio de Educación Pública; c) Ministerio de Comercio Exterior; d) Dirección de Mejora Regulatoria y Reglamentación Técnica del Ministerio de Economía, Industria y Comercio; e) Instituto Nacional de Aprendizaje; f) CINDE; g) Estrategia Siglo XXI…”.
En aquel momento pregunté en el artículo citado “Con esos decretos, ¿qué es en realidad lo que ha logrado un “ente rector” con credenciales inexistentes en la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación de lenguas distintas al castellano –cuya excepción podrían haber sido el MEP y el INA, pero que no resultó así – entre el 28/03/08 a la fecha; tan sólo escasos veintiséis meses?”
Posteriormente, en mi artículo, “Doña Laura: ‘Adelante’… ¿en educación?” (La Prensa Libre y elpais.cr, 23/01/10), manifesté a quien era candidata a la Presidencia de La República lo siguiente: “Confiado en lo señalado en el plan [“Plan de Gobierno 2010-2014”], en particular lo que consignan como “la capacidad de escuchar y rectificar” y “…la humildad para reconocer las virtudes de las ideas ajenas”, es que a través de este distinguido medio de comunicación, es necesario recibir de usted una respuesta fundamentada en torno a varios aspectos planteados en el punto ‘7. La educación’”.
Creo que me excedí en lo “confiado”, pues a la fecha de este nuevo artículo, no he recibido respuesta alguna…de NADIE, en tanto la torpeza “moderna” iniciada en 1994 y perpetuada el 28/03/08, continúa subrepticiamente, con erogaciones leoninas para lo cual sería conveniente pedir –como en la Teletón- “Pizarra”, y conocer la cantidad gastada en inglés en Costa Rica dentro del infundado y no nacional “plan de inglés”.
Como con la “concesión” de la calle San José-San Ramón, el silencio de los no inocentes se torna cada vez más sospechoso, y surgen, por lo tanto, más interrogantes. Por ejemplo, ¿cómo es que un Presidente de La República firma un decreto declarando “interés público y nacional” una “iniciativa gubernamental denominada Costa Rica Multilingüe”, que terminó siendo una fundación ¿privada? con el mismo nombre? ¿Cómo, además, mediante el mismo decreto se indicó “iniciativa gubernamental”, si más bien tal “iniciativa” se trató del documento “CR-T1055: Mejora de la Calidad de la Enseñanza del Inglés como Lengua Extranjera”, del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, y elaborado por un grupo de “¿expertos?” sin credencial alguna en la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación del inglés? ¿Por qué en un “ente rector” de carácter público, aparecen conformando parte de éste organizaciones privadas como la Coalición de Iniciativas para el Desarrollo (CINDE) y la Estrategia Siglo XXI”?