Creada en 1945, la UNESCO tiene por mandato “Construir la paz en la
mente de los hombres y las mujeres” a través de la educación, las ciencias, la cultura y la comunicación e información.
“Es preciso ir tras la búsqueda de un mundo más humanista, más justo y más próspero, donde los seres humanos puedan vivir con más dignidad”, clama aún hoy su Directora General, Irina Bokova, y agrega: “Es necesario, un mundo donde se tenga asegurado el respeto por los derechos humanos, un mundo sin violencia ni pobreza”.
En línea con estas urgencias, UNESCO-San José, estará iniciando nuevos proyectos en todas sus áreas de especialidad en la región de Centroamérica, trabajando en interacción con diferentes sectores de la sociedad civil, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.
Uno de sus objetivos es encontrar las vías que permitan una mayor libertad de expresión con garantías en la seguridad personal y laboral de los comunicadores.
En Honduras, por ejemplo, ya se está trabajando en la mejora de las condiciones en las que los comunicadores operan, para que puedan ejercer su labor sin temor. Asimismo, se prevé avanzar en legislación que asegure una mayor eficiencia y dinámica en la información y las comunicaciones sociales de dicho país.
Se apoyará además investigaciones científicas y tecnológicas, acercándolas cada vez más a los ciudadanos, para lograr un mundo de inclusión, donde las asimetrías del desarrollo humano de los pueblos disminuyan.
Se deberá buscar la cooperación en materia de desarrollo sostenible, los océanos y su preservación han de ser prioridad en nuestras actividades. La protección de los recursos naturales en especial al agua, demanda medidas sostenibles inmediatas.
La prevención y mitigación de los desastres naturales será una tarea prioritaria. Se buscará convertir a los sistemas de alerta temprana en “oportunidades para combatir prejuicios y discriminaciones y que garanticen la reconstrucción con inclusión” de todos los colectivos
involucrados sosteniblemente.
La cultura y la educación también deben ser inclusivas, el conocimiento debe ser universal, los pueblos, desde los originales hasta los colectivos, que han inmigrado y se han convertido en verdaderas diásporas, tienen el derecho de conocer su historia y su presente. La tolerancia, la inclusión, el respeto y el conocimiento mutuo posibilitarán formas pacíficas de convivencia y propiciarán un mundo mejor.
Con las nuevas directrices de la UNESCO-San José, la cultura y la educación, las ciencias, el respeto por los derechos humanos y la sostenibilidad ambiental, serán vehículos de comunicación y convivencia entre los pueblos que viven en zonas urbanas y los que habitan en zonas rurales. Se trabajará con los sectores vulnerables igual que con aquellos que ostentan los más altos índices de desarrollo humano.
Ciudadanos, académicos e intelectuales, gobiernos, científicos, comunicadores y UNESCO-San José, se unirán como una sola fuerza para conocerse y convivir mejor, dentro de la diversidad propia de la sociedad centroamericana y lograr soluciones justas y sostenibles, en todas las actividades humanas.
Los ciudadanos centroamericanos serán atendidos integral e igualitariamente, pues son producto de una misma historia, que se ha forjado en el intercambio y la coexistencia; no hay diferentes historias, la comparten, así como su origen.
Los espacios libres servirán para dar a conocer las fortalezas de los pueblos centroamericanos y para visibilizar los aportes de la UNESCO como una organización activa, que promueve una nueva dinámica y una nueva gestión para acercarse a los ciudadanos, a las organizaciones de la sociedad civil y a las autoridades de gobierno.
Esta nueva dinámica obliga a colaborar con las autoridades nacionales para elevar la calidad
de vida de los habitantes, propiciar relaciones pacíficas, mayor entendimiento y solidaridad, y evitar la violencia y la desintegración de sociedades que tienen un destino común.
En UNESCO San José estaremos “Construyendo la paz en la mente de los hombres y las mujeres”.