Canal 9 fue vendido sin tramitar cesión de frecuencias

Viceministerio de Telecomunicaciones aduce que transacción debe contar con aval de la Sutel, mientras que nuevo dueño sostiene que no se trata

Un oficio enviado desde el despacho del Viceministro de Telecomunicaciones al diputado Edgardo Araya detalla que, a pesar de que no se ha tramitado una cesión del derecho del uso de frecuencia, la empresa concesionaria de las frecuencias de los canales 9 y 39 fue vendida en su totalidad.

Se trata de la empresa Celestrón S.A., la cual era propiedad de AS Media S.A. y fue vendida en su totalidad a Multivisión TV S.A., cuyo propietario en un 100% es el empresario David Vargas McCallum.

El oficio MICITT-OF-DVMT-375-2015 fechado el 20 de octubre y firmado por Ana Masís −jefa de despacho del viceministro de Telecomunicaciones, Emilio Arias−, informa al mencionado legislador del Frente Amplio, que hasta ese momento no se había recibido “solicitud o gestión (ni oficial ni informal) de cesión de derecho de uso de la frecuencia de Canal 9, rango de frecuencia de 186 MHz a 192 MHz, cuya titularidad de la concesión actualmente ostenta la empresa Celestrón S.A.”.

Al cierre de esta edición, la unidad de comunicación del Viceministerio de Telecomunicaciones confirmó en idénticos términos que no se ha recibido tal solicitud.

El citado oficio informa que el 9 de octubre la Unidad de Control Nacional de Radio recibió dos oficios “que hacen referencia a una posible actuación de parte del concesionario”, en el sentido de que Ruby Lyn Silva, “apoderada generalísima sin límite de suma” de AS MEDIA S.A. −empresa propietaria de Celestrón S.A.− “firmó con la empresa Multivisión TV S.A. contrato de compra-venta de las acciones de Celestrón S.A.”. El texto añade que Vargas McCallum es presidente y único accionista de Multivisión S.A.

El contrato de compra-venta de las acciones de Celestrón S.A. fue “suscrito condicionado al cumplimiento de los lineamientos e instrucciones que gire este Viceministerio”, lo cual, reza el texto, fue confirmado por Vargas McCallum.

Por su parte, el legislador Araya manifestó que la Ley General de Telecomunicaciones y la Ley de Radio “establecen que cualquier traspaso o cesión de frecuencia debe contar con la autorización previa del Estado”. Subrayó que el espectro radioeléctrico es un bien demanial del Estado, “del cual no se puede disponer libremente entre sujetos privados”.

Araya fustigó a las autoridades del Gobierno, porque “lo más grave” es que se acepte una forma de actuar en la cual “para no decir que hubo un traspaso, se realiza un acto jurídico con apariencia de legalidad, pero que en el fondo busca brincarse un fin que persigue la ley; es decir, a través de la cesión de acciones se evade la obligación de tramitar la cesión de frecuencias como se debe”.

Aseveró, además, que el acto de disponer de una frecuencia sin la autorización previa del Estado, tiene como consecuencia la cancelación de la concesión.

El diputado del Frente Amplio fue más allá y advirtió que se trata de “un fraude de simulación, porque se recurre a un acto jurídico en apariencia legal, para evadir controles. Se hace traspaso de cesiones en apariencia legal, para evadir la cesión de frecuencia como se debe”.

¿CONCENTRACIÓN?

El oficio citado especifica que, de acuerdo con la Ley General de Telecomunicaciones, la solicitud solamente por el traspaso de acciones debe ser autorizada por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), para evitar que se caiga en la figura de concentración.

Pero, añade que si lo que se solicita es la cesión de la concesión y no de las acciones, de acuerdo con esa legislación y a la Ley de Radio, la Sutel debe emitir un informe técnico a partir del cual el poder Ejecutivo toma una decisión final.

Tras una consulta de UNIVERSIDAD, la Sutel informó que el 19 de noviembre recibió una comunicación de Vargas McCallum, en la cual en primera instancia se informa sobre un intercambio de correspondencia entre Multivisión TV S.A. y la Unidad de Control Nacional de Radio del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt).

Según ese documento, esa dependencia le indicó el 28 de octubre a Vargas McCallum que “por imperativo de ley”, la empresa debía expresamente indicar si lo que busca es tramitar formalmente el traspaso accionario, cuyo trámite corresponde a Sutel, o la formal solicitud de autorización de uso de la frecuencia asignada, “trámite que corresponde efectuar a este Viceministerio”.

El 2 de noviembre Multivisión TV S.A. respondió que “evidentemente” no se trata de una cesión de frecuencias y que además es una empresa nueva, que nunca ha sido ni es en la actualidad concesionaria de frecuencia de televisión.

Para McCallum, eso significa que “no se configura ninguna concentración” en los términos de la Ley General de Telecomunicaciones y la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva de Consumidor y que, por ello, “no se requiere ninguna autorización previa ni de la Sutel ni del referido Viceministerio”, sino simplemente informar de la operación efectuada para que la registre.

En el siguiente capítulo de la historia, la Unidad de Control Nacional de Radio respondió el 10 de noviembre que el traspaso del capital accionario de una empresa puede modificar “la esencia de la persona jurídica”, por lo que en el caso de una empresa concesionaria de frecuencia antes de que ese capital accionario cambie de manos, “debe necesariamente solicitarse la autorización a la Sutel”.

Esa respuesta de la Unidad de Control Nacional de Radio añade que la concesión de una parte del espectro es otorgada por el poder Ejecutivo, “de forma personalísima” a una persona jurídica bajo determinadas condiciones, y que por ello es necesario un estudio que compruebe que esas condiciones se mantengan, entre otras razones para evitar que se dé concentración en la propiedad de los medios de comunicación.

Así, el empresario solicita a la Sutel que aclare si su autorización es necesaria. En caso negativo, si basta con informar del trámite a la Unidad de Control Nacional de Radio.

De acuerdo con la información registral disponible, Multivisión TV S.A. −empresa que adquiere a la concesionaria de canal 9 Celestrón S.A.− fue inscrita en julio de este año y desde el inicio es presidida por Vargas McCallum, acompañado por Edgar Odio Rohrmoser como secretario y Mario Pacheco Flores como tesorero.

Desde el 6 de noviembre ellos tres ocupan los mismos cargos en Celestrón S.A. Eso quiere decir que ya se han dado movimientos en la junta directiva de Celestrón S.A. desde que cambió de manos, a pesar de que las autoridades nacionales no se han pronunciado sobre el tipo de autorización que procede tramitar para avalar de previo la transacción, y de que el contrato de compra-venta de acciones está condicionado al cumplimiento de lo que determine el Viceministerio de Telecomunicaciones.

En la información registral también constan como inscritos poderes generalísimos otorgados por la empresa concesionaria a Pedro Cabañas, director general del Grupo AS Media, de México, y Ruby Lyn Silva, quien en el sitio de la empresa mexicana aún aparece como directora de Canal 9.

UNIVERSIDAD envió a Silva −en su calidad de apoderada generalísima de Celestrón S.A.− un correo electrónico con preguntas, entre otras cosas sobre la fecha y monto de la venta de esa empresa. Al cierre de edición no se contó con respuesta alguna.

 

Concentración en Costa Rica

Tal como publicó UNIVERSIDAD el pasado 6 de octubre, el cierre de Canal 9 vino a limitar aun más la ya reducida oferta mediática costarricense.

Según datos del Programa Sociedad de la Información y el Conocimiento (Prosic) de la UCR, la empresa Repretel −que a su vez es parte del aparato corporativo del mexicano Ángel González− por medio de las empresas Teleamérica S.A., Televisora Sur y Norte S.A. y Corporación Costarricense de Televisión S.A., es dueña de los canales 3 (su repetidora es el 11); 4, 6 (su repetidora es el 26), 12, 34 y 46. Por su parte, Televisora de Costa Rica S.A. opera los canales 5, 7, 18, 30 y 33, por intermedio de Génesis Televisión S.A.

Cabe recordar que cuando se dé el llamado apagón analógico y toda la televisión sea transmitida mediante tecnología digital −en el 2017−, las actuales frecuencias de canales de televisión se multiplicarán y con la concesión de la frecuencia actual de un solo canal se podrán operar hasta cinco o seis, lo cual aumenta su valor.

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