China se niega a devolver $12 millones pagados indebidamente

Regalías pagadas como “honorarios de expatriación”Los representantes chinos en la empresa Soresco se niegan a reintegrar a Recope $12 millones (unos ¢6720 millones) pagados

Regalías pagadas como “honorarios de expatriación”

Los representantes chinos en la empresa Soresco se niegan a reintegrar a Recope $12 millones (unos ¢6720 millones) pagados indebidamente a 26 ejecutivos asiáticos, como parte de una serie de beneficios y bonos salariales extraordinarios, conocidos como “paquete de expatriación”.

La Sociedad Reconstructora Chino Costarricense S.A. (Soresco S.A.) −empresa que fundaron en conjunto Recope y la China National Petroleum Corporation International (CNPCI), para impulsar el proyecto de una refinería en Moín, Limón− pagó indebidamente ese dinero a los ejecutivos de China que vinieron a Costa Rica y, aunque desde julio del 2013 Recope solicitó la devolución de los fondos a su socio, los asiáticos se niegan a reintegrar el dinero.

Estos beneficios eran exclusivos para el personal de origen chino y se pagaron como consecuencia de un “Contrato de servicios de recursos humanos”, que, a espaldas de Recope, firmaron entre sí el presidente de la China National Petroleum Corporation International (CNPCI), Bo Quilliang, y el presidente de Soresco, Wang Xingyi.

Ese contrato de servicios de recursos humanos se firmó el 8 de junio del 2010, el mismo día que se celebró la primera reunión de la junta directiva de Soresco en Beijing, China; sin embargo, en el acta de la sesión de esa junta directiva no se lo menciona ni se autoriza al presidente de Soresco, Wang Xingyi a suscribirlo.

La cláusula 1 de ese Contrato de Servicios de Recursos Humanos indica que: “Los honorarios de expatriación constituyen una compensación pagada por la sociedad CNPCI para el suministro de personal que trabaje para Soresco”.

Además, el contrato estipula que se rige por la legislación de Inglaterra y que esos honorarios serían cobrados con base en las calificaciones y el puesto de cada expatriado.

El contrato contradice el acuerdo de empresa conjunta, en donde expresamente se estipula que cada parte (Recope y la CNPCI) mantendría el carácter de patrono en relación con su personal, es decir, que tanto Recope como la CNPCI debían hacerse responsables por el pago íntegro de los salarios, beneficios y gastos de seguridad social del personal que aportaran a Soresco.

Así lo aseguró, en marzo de este año, el estudio de la Dirección Jurídica de Recope DLU0300-201, donde se analizan todos los documentos mencionados y se concluye que:

“El Contrato de Servicios de Recursos Humanos carece de un requisito de validez y su suscripción constituye un incumplimiento de los términos del Acuerdo de Empresa Conjunta y de los estatutos de Soresco. Esto implica que la obligación de pagar la cuota de expatriación carece de fuente jurídica”.

El director jurídico de Recope, Mayid Brenes Calderón, señaló a UNIVERSIDAD los alcances de esa conclusión: “en concreto el dictamen jurídico señala que todos los pagos que se hicieron desde el momento que Soresco está constituida a la fecha, los pagos a todo el personal chino se hacen al margen de las reglas de juego establecidas entre las partes”.

Un año tras el dinero

Las autoridades de la Refinería Costarricense de Petróleo (Recope) llevan un año exigiendo a sus socios orientales en Soresco, la devolución del dinero pagado por concepto de salarios beneficios y cuotas de expatriación a los ejecutivos chinos.

En total, entre junio del 2010 y julio del 2013, Soresco pagó a los ejecutivos chinos: salarios por $2,9 millones, seguro social por $ 1 millón, aguinaldos por $324.000, alquiler de casas por $675.000, gastos de vacaciones por $685.000 y contrato de expatriación por $2,5 millones.

En total, los beneficios otorgados a los chinos suman $8,1 millones que, según el director jurídico de Recope, Mayid Brenes, a junio del 2014 rondan los $12 millones.

El 7 de junio del 2013, el entonces presidente de Recope, Jorge Villalobos Clare, envió una carta al entonces presidente y gerente general de Soresco, Wang Xingyi, en la que le dice: “este despacho respetuosamente solicita a Soresco asumir las acciones para corregir esta situación, suspender futuros pagos de la denominada cuota de expatriación a CNPCI y exigir la restitución de todas las sumas que ya han sido pagadas a CNPCI por este concepto”.

La respuesta del presidente de Soresco, Wang Xingyi, llegó un mes después y fue un portazo en las narices para Recope, su socio fundador en Costa Rica.

En su carta Wang alega que “las políticas de empleo y salario deben ser acordadas por la junta directiva. Esos temas pertenecen a los asuntos internos de Soresco, por las decisiones relacionadas que se han efectuado de conformidad con los estatutos en la primera y segunda reuniones de junta directiva, llevadas a cabo el 8 de junio del 2010 y el 20 de setiembre del 2010, respectivamente”.

Adicionalmente Wang argumentó que el tema debería ser tratado en la asamblea de accionistas de Soresco, que es la máxima autoridad para determinar los asuntos internos de la empresa.

Finalmente, en diciembre del año pasado se celebró la asamblea de socios de Soresco, en la cual el entonces presidente de Recope, Litleton Bolton, expuso a los representantes de la CNPCI el reclamo por los beneficios extraordinarios.

Ante la negativa de los socios asiáticos, Bolton solicitó recurrir al mecanismo de solución de conflictos previsto en el contrato.

A la fecha, esa solicitud no ha sido contestada por la CNPCI, pero comunicó que Wang Xingyi renunció a su puesto como gerente general de Soresco.

Según Mayid Brenes, el acuerdo de empresa conjunta establece una serie de  mecanismos para resolver las controversias entre socios, que comienza por una reunión entre los dos máximos jerarcas, continúa con un peritaje especial y finaliza en un arbitraje internacional que debería realizarse ante la Cámara de Comercio de  Londres, Inglaterra.

Aún este proceso de solución de controversias se encuentra en la etapa inicial.


Presidente de Soresco firmó acuerdo con CNPI sin conocimiento de Recope

Chinos pactaron privilegios a espaldas de delegados ticos

En su primer día como presidente de la Sociedad Reconstructora Chino Costarricense S.A. (Soresco S.A.), el asiático Wang Xingyi suscribió a espaldas de los delegados costarricenses un contrato que garantizó privilegios para los funcionarios chinos que participaron en el proyecto de modernización de la refinería de Moín.

Estos privilegios, conocidos como “honorarios de expatriación”, implicaron gastos de $2,5 millones durante los últimos 4 años para Soresco, una firma que recibió un aporte de capital de $50 millones provenientes de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).

El acuerdo “Contrato de Servicios de Recurso Humano” se suscribió el mismo día en que se constituyó la junta directiva de la Soresco –conformada por tres funcionarios asiáticos (entre ellos Wang) y tres costarricenses– el 8 de junio del 2010, en Pekín, China.

Sin embargo, según consta en el pronunciamiento DLU0300-2014 de la Dirección Jurídica de Recope, este contrato no consta en el acta de esta primera sesión de Soresco, ni tampoco existió una autorización de parte de la Junta Directiva para que Wang lo suscribiera.

Wang firmó como presidente de la junta directiva de Soresco y su contraparte fue el presidente de la China National Petroleum Corporation Internacional (CNPCI), Bo Quiliang, el socio chino de Recope en la empresa conjunta Soresco es una empresa conjunta establecida entre la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y CNPCI. Ambas tienen un 50% de la participación en la empresa y sus decisiones deben tomarse por unanimidad, según sus estatutos.

“De conformidad con (…) el Acuerdo de Empresa Conjunta; corresponde a la Junta Directiva de Soresco la aprobación de cualquier contrato con cualquier accionista (CNPCI o Recope) o un Afiliado de estas”, apunta el informe de la Dirección Jurídica de Recope.

Ese día, en junio de 2010, al menos tres funcionarios costarricense estaban presentes en Pekín: los recién nombrados directivos de Soresco por Recope, José Manuel Trejos Gómez (vicepresidente), Luis Carlos Solera Salazar (tesorero) y José Rubén Naranjo (vocal II).

Consultado por UNIVERSIDAD, Trejos aseguró que no recuerda ningún acuerdo en concreto y recomendó consultar a los abogados de Recope o de Soresco.

UNIVERSIDAD consultó además con Lus Carlos Solera extesorero de Soresco, quien tampoco hizo comentarios debido a que el tema está bajo investigación judicial.

“Los “honorarios de expatriación” constituyen una compensación pagada por la Sociedad a CNPCI para el suministro de personal que trabaje en Soresco”, señala la cláusula 1 del Contrato de Servicios de Recursos Humanos.

En una nota enviada a la Contraloría General de la República en diciembre del 2012, el subgerente de Soresco, William Ulate, explicó que este rubro “corresponde a una práctica común, que se aplica en otras organizaciones a nivel internacional y es también una norma de CNPCI”.

En junio del 2013, Recope no pudo “constatar la existencia de fundamentos legales que legitimen dicha práctica” y solicitó a Soresco devolver las sumas pagadas por conceptos de cuotas de expatriación, entre otros rubros.

El gerente de Soresco, el propio Wang Xingyi, replicó un mes después que estos temas solo podrían verse en asamblea de accionistas. Recope solicitó que se recurriera al mecanismo de resolución de controversias previstas en el contrato, que implicaba una reunión entre las partes.

El 19 de febrero del 2014, el vicepresidente de CNPCI indicó a Recope que las cuotas de expropiación están diseñadas para beneficiar a los empleados de esta empresa, que han sido localizados fuera de China y que son parte de su Política de Movilidad Global.

Recope está a la espera de que entre a regir el nombramiento de sus tres nuevos representantes ante Soresco, para intentar resolver el desacuerdo.

En el presupuesto de Soresco para el 2014, aprobado por la Junta Directiva de Recope en marzo de este año, el rubro reconocimiento de expatriación fue eliminado. Inicialmente, Soresco presentó un presupuesto donde este rubro hubiera costado $1,4 millones, pero fue eliminado tras la intervención de los directivos de Recope.


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