En la delegación de barrio Pinto, en San Pedro de Montes de Oca, la Fuerza Pública cuenta con un solo baño para 107 policías. (Foto: Katya Alvarado)
“La falta de recursos nos obliga a estar apagando incendios”, se lamentó el ministro de Seguridad Pública (MSP), Mario Zamora, como resumen de una situación presupuestaria que mantiene a ese ministerio con una de cada cuatro delegaciones policiales bajo orden sanitaria de cierre y la mitad de las patrullas fuera de operación.
El Gobierno se proponía cubrir parte de las necesidades presupuestarias del MSP con dinero proveniente de la recaudación del impuesto a las personas jurídicas; pero durante el 2012 de 575 000 sociedades inscritas, solo 220 000 pagaron el tributo, es decir, la morosidad fue del 61.74 %.
“El país requiere una inversión de $250 millones al año durante diez años “, expresó el ministro Zamora, quien señaló que, a pesar de los avances logrados en los últimos años en mejorar la seguridad ciudadana, la Fuerza Pública aún trabaja bajo esquemas del siglo pasado.
A su parecer, la falta de recursos resulta en un problema estratégico, que impide modernizar y planificar en el combate a la delincuencia. “Todavía tenemos fusiles M16 de la época de la guerra de Vietnam, la flota aérea y de guardacostas es muy antigua y necesita renovarse”, indicó Zamora.
Estima que este rezago en inversión resulta paradójicamente en un mayor gasto diario, ya que se aplican métodos antiguos para tareas que con tecnología se efectúan más eficazmente y de manera mucho más económica.
“Nuestras patrulleras navales no tienen radares, por lo que patrullan sin orientación específica; en el área urbana necesitamos un sistema de seguridad digital con cámaras que permitan reconocimiento facial, que nos permitan valorar un delito en curso y también evaluar el desempeño de nuestros policías”.
“La única manera de romper este círculo es una inversión fuerte y sostenida en el largo plazo”, expresó Zamora.