Yamileth Astorga, presidenta de AyA, afirmó que la planificación no solo debe contemplar la disponibilidad de tierra sino también de agua. (Foto: archivo)
Aún no completa los cuatro meses al frente de Acueductos y Alcantarillados, y desde ahora Yamileth Astorga debe tomar decisiones que aunque no comparte considera son las más razonables. Así fue como la nueva presidenta ejecutiva de la institución explicó por qué se firmó el pasado mes de junio un convenio de delegación para la operación de una Asada en Santa Cruz de Guanacaste, que estaría abasteciendo solamente a familias que habitan un desarrollo inmobiliario privado llamado Altos de Pinilla. UNIVERSIDAD conversó con Astorga.
¿En un contexto de sequía en Guanacaste, por qué se avaló este convenio?
-Hay un problema específico que es parte de las cosas que tenemos que ir mejorando para corregir, pero en tres meses no se puede porque esto lo tenemos en muchos lugares. Hay acueductos privados que son prohibidos pero existen y para resolverlo tenemos que hacer toda la gestión, porque si hay un acueducto comunal cercano debe asumirlo, mas si la Asada cercana nos dice que no tiene capacidad. ¿Entonces qué hacemos? ¿Aceptar que exista un acueducto privado? No podemos. ¿Y si los privados se transforman en Asada no la permitimos? ¿Y si el AyA no lo puede asumir tampoco? Por eso debemos trabajar para corregir tantos casos que desde el punto de vista legal no deberían existir, pero desde el punto de vista de la realidad existen.
¿Cómo se corrige esa anomalía?
-Fortaleciendo a los acueductos comunales para que ellos puedan asumir los desarrollos. Si el desarrollo fue autorizado, sea por el gobierno local o quien sea, pero si no se había hecho la valoración de la capacidad hídrica del acueducto existente y de la disponibilidad de agua, entonces es parte del desorden que lamentablemente tenemos. Se han dado permisos para desarrollos, condominios, hoteles que al final lo que hacen es casi obligar que se les dé agua sin que haya infraestructura o agua disponible. El problema hay que cortarlo por la causa, o sea, dando el permiso con la certeza de la capacidad.
¿Pecan los gobiernos locales?
-Yo sí llamo la atención a que debe haber una planificación que no solo contemple la disponibilidad de tierra, sino hídrica. Aquí se aprobaron proyectos sin seguridad.
¿Pero si se quiere corregir el problema por qué se firman nuevos convenios de delegación con Asadas para el beneficio de desarrollos privados?
-Porque la Asada existente contesta que no tiene la capacidad y que no puede dar el servicio.
Los miembros de la Junta Directiva de AyA estaban conscientes de la situación al dar el permiso.
-El problema es que ya existe el desarrollo y tenía su acueducto. ¿Entonces qué hacemos? ¿Qué sigan operando como una Asada o sean un acueducto privado? En la Junta Directiva hemos discutido mucho el tema y queremos un cambio mucho más integral. No podemos permitir un acueducto privado y ellos lo eran, estaban funcionando ilegalmente por eso mejor se convierten en Asada que es lo permitido, aunque sabemos que es de un desarrollo privado. Eso no es de mi agrado pero no queremos que sea un acueducto privado.
¿Eso contradice el objetivo propio de las Asadas?
-Las Asadas en realidad son una figura de un operador que no se puede limitar a la comunidad. Es el operador de un sistema de abastecimiento de agua al espacio geográfico donde se ubican, incluyendo a los desarrollos que se encuentren en la zona.
¿Ante estos casos el AyA está atado de manos?
-No tenemos otra herramienta para decir no lo aprobamos; si la Asada no tiene capacidad el AyA debería apoyar para que puedan asumir. Eso es lo correcto.
¿Hay algún diagnóstico de Asadas?
-Sé que como ese caso vamos a encontrar muchos, y a mí me interesa fortalecer los acueductos comunales para que puedan asumir barrios que se van avalando.
¿Se puede regular al menos?
-Todas las Asadas deben acatar las normas vigentes, por ejemplo no cobrar más de lo permitido por Aresep. Hay un deber de transparencia, por lo que no puede ser un sistema para fines de lucro sino apegado a la ley.