Mirta González
Novela
EUCR
2013
CRIMEN CON SONRISA, UN APORTE A LA MEMORIA DE LOS SUBALTERNOS
¿Cuántas veces hemos escuchado aquella famosa frase “aprender de la historia”? Posiblemente, no pocas veces. Podríamos acotarle, por aquello de la “historia oficial”, que ensalza a los ganadores y sataniza a los perdedores, que sería mejor decir “aprender de las historias”. En este sentido, se publicó recientemente una novela basada en la historia de nuestro país en los últimos 30 años. Les hablo de Crimen con Sonrisa, escrita por la psicóloga Mirta González. En la cual se realiza un esfuerzo por rescatar una parte de la historia que no aparece en los libros de texto de secundaria más que mitificada alrededor de un “nobel de la paz” y la famosa política de la “neutralidad” que mantuvo el país en los años ochentas.
No es un libro de historia, pero sí es uno que nos habla de la historia, que es contada desde la perspectiva de alguien que la vivió. Iniciando con una inocente narración de un joven que ingresa a la Universidad de Costa Rica, a estudiar psicología, a finales de la década de los setentas. El muchacho rápidamente se ve involucrado, inconscientemente, en la turbia corriente de la historia política y social de nuestro país.
A pesar de que el escenario físico de la obra se ubica en la “Suiza Centroamericana”, Mirta nos va transportando a la realidad de un inconsciente colectivo de la región de la que formamos parte, más allá de lo estrictamente geográfico. Nuestra sociedad que tanto ha apelado a ser una excepción en medio de la violencia y la conflictividad política regional, se descubre en Crimen con Sonrisa, como una más de las naciones que no escapa de los problemas de la Centroamérica de finales del siglo XX. Nos presenta como un actor activo, más que neutral, en los procesos vividos en la región. Con un acento dispuesto a presentar sin miedos la importante participación de los costarricenses en procesos regionales, como la Revolución Sandinista.
Otro aspecto en el cual la novela aporta elementos valiosos a la memoria, es en la reconstrucción de un pasado poco pulcro del Partido Liberación Nacional, sacando a relucir algunos escándalos ventilados a la luz pública, en los que destaca la participación activa del narcotráfico en la política nacional, ya desde los años ochentas. Así nos trae el recuerdo de una clase política corrupta que se zambulle en el “mar de la impunidad”, y que a falta de memoria, resulta algo nuevo y sorprendente a las generaciones presentes. A quienes nacimos después de la caída del muro y que hoy creemos que “las trochas” y los “avionetazos” son males del nuevo siglo, cuando al parecer son herencia de las malas prácticas del siglo pasado que hoy parecen estar institucionalizadas ante el silencio de nuestra sociedad.
Muchas historias he escuchado, por parte de diversos protagonistas, que vivieron aquellos acontecimientos ocurridos en ese pasado reciente, que los niños de los años noventas no vivimos. Pero cabe destacar el esfuerzo que la autora hace para tejer la historia, alrededor de un montón de lazos emocionales presentados en cada personaje, situándolo en una cotidianidad ayuda al lector a involucrarse en un período de la historia que no está tan lejano, pero que a causa de la mala memoria lo sentimos distante, y desconocemos mucho de lo que ocurrió en ese momento.
Para nuestros padres, que vivieron en ese tiempo, esta novela puede ser vista como un anecdotario común, pero para nuestra generación es una historia de aventuras, es un libro de una realidad desconocida contada desde la voz omnisciente de una de sus protagonistas. De una época que arrastró al país a cambios muy acelerados en su estructura social, cultural y económica, que han dado como resultado lo que hoy tenemos. De esta forma, Crimen con Sonrisa, es una voz que se alza en medio del silencio y la impunidad, para mostrarnos a través de la sonrisa perenne de Marilyn Monroe y los tristes ojos de Viviana Gallardo, esa otra Costa Rica de lo subalterno.