Considero que lo valioso de este libro son tres cosas: 1) ante todo el hecho de que una persona independiente tenga el empeño y el coraje de escribir un libro y que lo haga con pasión, con una pasión que le he visto es para él como criar una amistad o crear el universo entero;
2) en este libro aparece un vocabulario comparativo de expresiones chilenas y costarricenses; un aporte sin duda, y nueva referencia, para los amantes de las lenguas y el estudio del desarrollo y uso del castellano en Hispanoamérica; y,
3) definitivamente es un libro personal, y esa su parte personal, autobiográfica, es lo más estimable del libro, pues es la indicación de que los seres humanos podemos examinar, valorar y revalorar nuestras propias vidas, de que los seres humanos podemos intentar entender, explicar, enfrentar y hasta resolver o intentar resolver nuestras vivencias y nuestra historia personal y colectiva.
Será un tema siempre controvertido que se llegue a estar o no de acuerdo con las experiencias, interpretaciones y reconstrucciones que cada escritor efectúa, eso será siempre otro tema y harina de otro costal. Lo notable es que alguien se decida a narrar sus experiencias y que desde ellas, y por ellas, interprete su existencia y las vivencias de su existencia.
Eso debería hacerlo todo ser humano que goza de un poquito de cordura, sano juicio y reflexión. Finalmente, al leer este libro, esté o no uno de acuerdo en todo o en parte, queda una lección apocalíptica, social y moral muy clara: este es un libro para valorar lo que Costa Rica tiene y que bajo ningún criterio y opinión puede arriesgarse a perder, la vida y las vías democráticas.