“Este grupo colocó al primer presidente de la FEUCR en condición de persona refugiada y ahora, al primer presidente abiertamente gay. Eso nos llena de mucho orgullo”, afirmó Madrigal durante el traspaso. (Cortesía de Oficina de Divulgación e Información)
El traspaso de poderes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR), el pasado 29 de noviembre en la Ciudad de la Investigación, culminó un proceso electoral que el mismo presidente del Tribunal Electoral Estudiantil, Jesús Guzmán, calificó como “atípico”.
Se trata de un camino iniciado con la incierta participación del partido Progre, dirigido por Alejandro Madrigal, y que finalmente resultó ganador con un 44 % de los votos emitidos.
Quienes conforman el directorio juramentado el pasado viernes son en su mayoría caras nuevas en el movimiento que vienen a representar un “relevo generacional”, según ellos mismos afirman.
Estos estudiantes deberán asumir la responsabilidad de continuar algunos proyectos que la administración de Camilo Saldarriaga dejó inconclusos, y proponer los suyos nuevos, esta vez con la ventaja de tener además los dos puestos de representación estudiantil en el Consejo Universitario.
Al comenzar sus funciones, UNIVERSIDAD entrevista en esta edición al nuevo presidente de la FEUCR, Alejandro Madrigal, estudiante de física y economía.
¿Qué es la Universidad de Costa Rica para usted?
—Es un motor de transformación social. Debe ser la institución que lleve la batuta en las cosas que Costa Rica debe cambiar. Debe otorgarle las herramientas a la sociedad costarricense para poder prepararse mejor, combatir la pobreza, formar profesionales y generar conocimiento.
¿Observa alguna amenaza grave para la institución?
—Definitivamente, los gobiernos que ha tenido este país desde hace 25 o 30 años no han sido muy amigos de la educación superior pública. Eso se ha notado en la forma en que se ha dotado de presupuesto a la Universidad, principalmente, en las últimas décadas. Mientras sigan esos mismos gobernantes tendremos problemas en la Universidad.
Muchos cuestionan la existencia de un movimiento estudiantil. ¿Qué es para usted? ¿A qué debería aspirar?
—Yo creo que existe un movimiento estudiantil. Hay momentos de mayor efervescencia y otros de menos. La marcha es una manifestación de lo que es el movimiento estudiantil, pero hay muchas otras. El movimiento se concreta cuando logra dar un mensaje a la sociedad costarricense o a la comunidad universitaria. Eso venimos haciéndolo desde hace muchos años, queremos seguirlo y es parte de nuestro compromiso: fortalecer esa criticidad, ser propositivos y alzar nuestra voz cuando algo nos parece que está mal.
¿Cuál será el papel de la FEUCR en el Congreso Universitario?
—No será nada pasivo: nos estamos moviendo muchísimo. Tenemos que aprovechar que hay muchos sectores históricamente excluidos de la Universidad: vamos a tener un papel muy crítico, vamos a sacar mucho tiempo para elaborar propuestas bastante serias que nos ayuden a sustentar y a lograr transformaciones dentro del Congreso Universidad.
¿Tiene prioridades definidas?
—El tema del Congreso Universitario tenemos que empezarlo a trabajar ahorita en diciembre. Ahí meteremos varios temas: regionalización, la calidad docente y las becas.
Queremos criticar ese modelo en el cual un profesor, por pésimas clases que dé, nunca recibe ni herramientas para poder mejorar sus clases ni un tipo de “llamada de atención” que sirva para mejorar la calidad.
En el tema de becas teníamos dos propuestas que son prioridades: mayor cobertura en el beneficio de alimentación y cambios en la forma en que se deposita el monto de ayuda económica de becarios 11. Además, crear ayudas para estudiantes con gastos en giras y materiales.
Y regionalización tiene mucho: el tema presupuestario es lo más grueso, que este 20 % presupuestario para sedes es más que necesario. También, está la iniciativa de apertura de oficinas de la FEUCR en todas las sedes regionales.
¿Qué considera positivo y negativo de continuar con la gestión de un mismo partido?
—Ofrece más que ventajas, oportunidades. Un año de gobierno es corto, ahora vamos a tener un segundo, entonces no vamos a tener la excusa de decir “no nos dio tiempo de hacer tal cosa”. El 2014 tiene que ser mucho mejor que el 2013 y estamos dispuestos a poner todo el esfuerzo para lograr eso.
¿Hay algún aspecto específico que le gustaría cambiar con respecto a la administración pasada?
—Hay varias cosas que tenemos que mejorar. El primero es la comunicación; se trabajan una serie de proyectos u objetivos y mucha gente no se da cuenta ni se entera de para qué le puede servir la FEUCR. También, descentralizar el trabajo en sedes regionales y que desde las sedes se pueda hacer gestión que facilite que gente de allá se involucre más.
¿Qué proyectos específicos van a continuar?
—Está el proyecto de bibliotecas, el objetivo para el próximo año es extenderlo [la ampliación del horario a final de semestre] a otras bibliotecas: tanto a la de Ciencias de la Salud como algunas en sedes regionales. Que se vuelva algo institucionalizado.
El tema de innovación va a continuar: poder dotar de herramientas y recursos a estudiantes que tienen ideas. Este año lo hicimos con estudiantes de Ingeniería, ahora el proyecto debe crecer a estudiantes de otras áreas. Yo creo que es tiempo de que los estudiantes emprendan us propias iniciativas en investigación y en todas las áreas del conocimiento.
Y hay otro, sobre la discusión en temas de realidad nacional, este año lo hicimos más a nivel interno por medio de los “diálogos en el pretil”, ahora queremos llevarlas a diferentes comunidades, a las regiones y poder tener ese contacto directo con la sociedad costarricense.
Un tema ampliamente discutido, y además una de las grandes promesas de Henning Jensen, es la transformación del sistema de admisión de la Universidad. ¿Qué plantean en este tema?
—De hecho, es otro de los temas que vamos a llevar al Congreso. Es una lástima, en el VI Congreso Universitario hubo una propuesta para reformar el proceso de admisión, se aprobó y no fue implementada.
Queremos generar cuotas de acción afirmativa para poblaciones históricamente excluidas. Por ejemplo, que en las sedes regionales se priorice o haya un porcentaje que sea prioritario para estudiantes de la región. El sistema de admisión de la U, tal cual está planteado en este momento, replica en muchos de sus alcances la desigualdad social que hay en el país.
Estamos en periodo electoral. ¿Qué papel tendrá la FEUCR?
—El papel de la FEUCR, en primer lugar, es facilitar información, por eso ya hicimos el debate que fue bastante exitoso. Ese esfuerzo va en la misma línea de querer otorgarles a los estudiantes información para poder emitir su voto.
Quisiéramos también plantear algún tipo de compromiso que puedan asumir los candidatos a la presidencia, con respecto a cosas que vamos a requerir el movimiento estudiantil y la UCR.
Esos son los dos frentes que tenemos: el comprometer públicamente a candidatos y poder otorgarle información a los estudiantes de la universidad.
Muchas de las personas que han pasado por la FEUCR han llegado a tener un papel influyente en el ámbito político nacional. ¿Tiene alguna ambición en ese sentido?
—No lo sé. Yo creo que esas cosas no se planean tanto. Si vos me hubieras preguntado hace dos años, yo jamás hubiera pensado que terminaría siendo presidente de la FEUCR.
Creo que uno aspira a un puesto porque tiene muchas ideas de qué hacer. Nunca creo que ocupar un puesto de elección popular sea un logro personal o una aspiración que uno va a tener simplemente por un deseo personal, sino por un deseo de poder transformar una realidad y poder servirle a un montón de gente.
