Índice de Confianza del Consumidor es el cuarto más bajo desde que se realiza la encuesta.
La confianza de las personas consumidoras costarricenses es actualmente muy baja, aunque presenta mejorías respecto de los últimos seis meses. Así lo reveló la Encuesta de Confianza del Consumidor llevada a cabo por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El estudio intenta medir el optimismo de la población hacia la economía, pues asume que dicha percepción genera seguridad entre los sectores consumidores para realizar gastos y contraer deudas.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) es una medición de la incertidumbre que la población presenta hacia las dinámicas económicas y se puede considerar como un indicador adelantado de la economía.
Esta encuesta trimestral se realizó vía telefónica a 707 hogares en todo el país, entre los días 2 y 10 de febrero del presente año y cuenta con un margen de error de 3.7%.
PRINCIPALES HALLAZGOS
La consulta muestra que las personas tienen poca confianza en el sistema económico vigente y en el futuro, pues el ICC fue de apenas 34.8%, cuarta cifra más baja desde el 2002, cuando se empezó a realizar el estudio.
Sin embargo, este índice presenta una tendencia hacia la recuperación de la confianza respecto de las dos encuestas anteriores, en las que el resultado fue de 31.6% y 32%, respectivamente.
“Todavía no hemos interiorizado que efectivamente estamos viviendo un proceso de crisis”, comentó Édgar Gutiérrez, Director de la Escuela de Estadística.
Hace un año, la confianza de las personas consumidoras estaba casi 20 puntos porcentuales más arriba que hoy, por lo que se afirma que la percepción del panorama económico era mucho más favorable.
Johnny Madrigal, investigador principal, explicó que un porcentaje bajo en el Índice puede ser consecuencia del conocimiento que tienen las personas acerca de la crisis económica mundial, las variaciones en las tasas de cambio y las proyecciones sobre la inflación.
Añadió que la reciente disminución en los precios de los combustibles, en algunos alimentos y en las tarifas de los transportes, además de la imagen del Gobierno tras el terremoto y la propuesta del Plan Escudo, son factores que podrían haber propiciado un leve aumento en la confianza entre la población.
Por otra parte, se registró una disminución en el grupo de consumidores pesimistas, aunque aumentó el sector de la población que muestra incertidumbre hacia las condiciones socioeconómicas.
MALOS TIEMPOS PARA COMPRAR
Pese a que la mayor parte de las familias esperan que sus ingresos sean mayores que los del año pasado, se dio a conocer que el 37.2% de éstas creen que su situación económica será peor dentro de un año.
Según la encuesta, la mitad de las personas opinan que durante los próximos doce meses aumentarán las tasas de interés de los préstamos de dinero.
Asimismo, seis de cada 10 personas expresaron que les parece que es un mal momento para adquirir artículos grandes para el hogar y apenas un 28% están en capacidad de adquirirlos.
De igual manera, sólo un 5.8% de las ellas creen que podrían comprar un vehículo, pero el 70% de todas las personas encuestadas dijeron que no es una buena época para realizar este tipo de inversión.
Además, el 65% afirmó que son malos tiempos para comprar una casa, cifra que se mantuvo igual respecto de la última consulta.
Los números demuestran pesimismo
– Un 67% de las personas opinaron que la situación de las empresas es ahora peor que hace un año.
– Entre cinco y seis de cada 10 personas encuestadas consideran que el país vivirá períodos de crisis hasta el 2014.
– La mitad de la población cree que durante el próximo año, el aumento de los precios será mayor que el incremento del ingreso familiar.
– Sólo el 26% calificó las políticas económicas de este gobierno como un “trabajo bueno”, aunque este porcentaje prácticamente se duplicó respecto de la encuesta anterior.
– Siete de cada diez participantes esperan que el desempleo y la pobreza aumenten durante este año.