Para los biólogos mexicanos, este es su primer contacto con las condiciones áridas del Área de Conservación de Guanacaste. (Foto: David Bradley)
El estudio de la ecología y la conservación del bosque tropical seco en Centroamérica reúne en el país, hasta el 4 de marzo, a un grupo de profesores y 26 estudiantes de Biología, mexicanos y costarricenses.
El curso binacional es la primera acción promovida por el Centro de Estudios Mexicanos (CEM), con sede en la Universidad de Costa Rica (UCR), inaugurado en el 2014 como parte de un convenio de cooperación suscrito entre la UCR y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según lo explicó el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, director de la Escuela de Biología de la UCR, este curso de biología de campo que se lleva a cabo en el Parque Nacional Santa Rosa es fruto del trabajo conjunto entre esa unidad académica y la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia, adscrita a la UNAM.
Al utilizar diversas modalidades, las y los participantes se introducen en el estudio de distintos organismos y especies; implicará sobre todo un primer contacto con el bosque tropical seco para los biólogos mexicanos, no tanto para los estudiantes de la UCR, que anualmente realizan biología de campo en diferentes áreas de conservación del país. “Muchos de ellos van a tener su primera experiencia en condiciones tan áridas como las que presenta el Área de Conservación de Guanacaste”.
Destaca la participación de la Dra. María del Coro Arizmendi Arriaga, coordinadora del posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM, quien vino acompañada de un grupo de estudiantes de maestría y doctorado. Por la UCR, encabeza el curso el Dr. Jorge Lobo Segura, quien guiará a un grupo de estudiantes destacados de cuarto y quinto nivel de la Escuela de Biología.
Muchos de los contenidos por desarrollar en las dos semanas de curso se enfocarán en las ciencias básicas que debe dominar cualquier estudiante de ciencias biológicas y ambientales. La idea es que el curso dé pie a que estudiantes mexicanos desarrollen trabajos de tesis en áreas de conservación del país y que estudiantes costarricenses también puedan investigar, con posibilidad de complementar sus estudios en la Escuela de Estudios Superiores de Morelia, en México.
“Esperamos –dijo Gutiérrez– que, con la rica experiencia teórica y práctica adquirida, surjan iniciativas de investigación sobre el estado de los mamíferos, los anfibios o los reptiles de ese ecosistema, o inclusive de un grupo más específico a nivel de especie”.
Durante la apertura del curso, la Dra. Arizmendi explicó que, para el posgrado en Ciencias Biológicas y para los biólogos de su país, realizar la investigación en Costa Rica representa una gran oportunidad por su biodiversidad.
Por su parte, la Dra. María Isabel Vázquez Padilla, directora del CEM, destacó este tipo de iniciativa como una de las tareas fundamentales que se propusieron desde un principio la UNAM y la UCR como parte de su proceso de internacionalización: “Tenemos que convertir esta acción en una práctica habitual y que cada vez contemos con una mayor afluencia de estudiantes interesados en este tipo de experiencia, debería replicarse tanto en México como en Costa Rica de manera constante”.
Actualmente, la UNAM cuenta con centros de estudio en universidades de diversos lugares del mundo, entre ellos China, España, Francia, Estados Unidos (California, Chicago y Texas), Canadá y Gran Bretaña, con miras a constituir una red de redes de vinculación académica que permita construir investigación conjunta entre estudiantes y docentes.