Esta es la propuesta de los tres edificios del Lanamme que se planean construir en la Sede de Liberia, en Guanacaste. (Imagen: cortesía del Lanamme)

El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica (UCR) está pronto a asumir el reto de tener una extensión de su laboratorio, fuera de San José.

Según los planes del Lanamme, se espera construir un complejo de tres edificios que se situarán en terrenos de la UCR en su Sede Regional de Liberia, en la provincia de Guanacaste.

Se prevé que las obras de construcción comiencen en el 2015, dependiendo de cuánto avancen las gestiones administrativas para la construcción. La obra será financiada con los fondos propios del Laboratorio.

Las obras ocuparían un terreno de 10 000 m2, del cual 1300 m2 estarían destinados a un edificio de residencias para investigadores y técnicos, a otro edificio de aulas y sala de reunión y a un tercero en el que se situará el laboratorio completo para el análisis de carreteras, mezclas asfálticas, suelos, entre otros, detalló Guillermo Loría, director del Programa de Infraestructura del Transporte (PITRA) del Lanamme.

“Nos dimos cuenta con el paso de los años y con la consolidación del trabajo nuestro en materia de fiscalización de obra vial, de asesoría a municipios, de necesidades de capacitación y transferencia de tecnología de que había que regionalizar el Lanamme, y la forma ideal de hacerlo es poner sedes en distintas partes del país”, comentó Loría.

Explicó que la elección de Libera se debe a que es una región estratégica, pues se encuentra en una importante etapa de expansión, sumado a que la sede de la UCR en el lugar es muy importante.

Agregó que en los trabajos se podrá dar cobertura a sectores que van desde la península de Nicoya, hasta la zona norte cercana a Upala.

MÚLTIPLES BENEFICIOS

Entre los usos que se le podrá dar a la estructura se encuentra la utilización del Simulador de Vehículos Pesados con que cuenta el laboratorio en la actualidad, catalogado como el equipo más caro hasta el momento adquirido por la UCR, con un costo de $2 millones (poco más de ¢1000 millones).

El simulador consiste en una máquina de 23 metros de largo por 3,3 metros de ancho; por medio de una rueda que simula el impacto vehicular, en tres meses puede medir el daño que tendría el pavimento de una carretera en 20 años de uso. Según Loría, parte de los objetivos es realizar experimentos de este tipo en la zona.

Además, con un laboratorio de este tipo en la región, se podrá tener un acercamiento a la comunidad por medio de servicios como asesoría a ingenieros, técnicos y hasta ciudadanos de la provincia en cuanto a temas de mantenimiento de obras de infraestructura vial.

Para el Lanamme, este tipo de proyectos tiene enorme impacto de extensión social, pues permite a las comunidades acceder a servicios de “primer mundo” en materia vial y de infraestructura, como los que brinda el Lanamme.

Se le podría enseñar a los municipios a inspeccionar una carretera: cómo se construye, cómo se hace control de calidad de materiales, cómo se diseña un material, inspeccionar puentes y saber su nivel de deterioro, puntualizó Loría.

De acuerdo con Kevin Cotter, arquitecto de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI), con las obras de construcción del complejo se estarían también realizando la construcción de calles y aceras, así como la restauración de la tubería de aguas negras de toda la sede.

Lanamme tiene convenios con 35 municipios y convenios que incluyen a la Escuela de Ingeniería Civil y el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos. En este marco se ha planteado la construcción de seis sedes del laboratorio en distintas partes del país.

Ubicación polémica

La ubicación del nuevo edificio del Lanamme dentro de la Sede Regional de la UCR en Liberia ha generado inconformidad dentro de algunos miembros de la comunidad universitaria.

Una de las voces que se ha opuesto a la construcción ha sido Comisión de Foresta Universitaria (CFU), la cual el pasado 2 de junio dirigió un oficio al director de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI) para manifestar, entre otras cosas, que el área donde se propone intervenir para dicha construcción corresponde a un bosque secundario, donde se tipifica un área importante de zona de vida por las especies que en ella habitan.

En eso coincide la bióloga Carmen Rojas, quien ha dirigido extensas cartas a distintos órganos universitarios con el fin de que se repiense la ubicación de este edificio, pues argumenta que una eventual construcción podría afectar el bosque, así como la vida que en él se desarrolla.

Cabe mencionar que miembros de la Sede han identificado una manada de monos congos que, al parecer, se alimentan y transitan por en esta zona.

La OEPI hizo ver que les llegó una propuesta avanzada de diseño con la ubicación sugerida. Al darse cuenta de la ubicación hizo una nota para valorar otras posibilidades.

De acuerdo con Kevin Cotter, arquitecto de esta oficina, al haberse regenerado parte del bosque secundario de la zona, construir un edificio ahí es complicado si no se cortan varios de los árboles y por eso se planteó la posibilidad de construirlo en el Recinto de Santa Cruz.

Según Cotter, ante la citada sugerencia, la Sede respondió que el Laboratorio es un proyecto importante para la carrera de Ingeniería Civil que se desarrolla en Liberia y no en Santa Cruz; por lo tanto, por motivos de comodidad y transporte es más factible la primera opción.

Asimismo, se argumentó que la infraestructura física y tecnológica con la que se cuenta en Liberia es más apta para el desarrollo del Laboratorio que en Santa Cruz, así como la cercanía con el aeropuerto de Liberia.

El ingeniero Gayner Alfaro, gestor ambiental de la OEPI, y el topógrafo Rafael Villalobos realizaron en octubre del año anterior una visita al lugar donde se planea la construcción y elaboraron un inventario de especies de árboles, con el fin de determinar si en la zona existen árboles cuya especie cuente con algún tipo de protección.

Encontraron árboles que son de suma importancia biológica, pero no prohibidos de cortar. De los 21 hallados, al ver los planes del proyecto, se determinó que solamente es necesario cortar dos.

El arquitecto Cotter aclaró que a partir de estos datos se modificó el diseño para proteger estas especies y hasta el momento no se ha tocado el terreno, ya que el proyecto está en fases de permisos ante la Secretaría Técnica Nacional Ambiental, a la cual ya se le presentó una evaluación de impacto ambiental.

Por parte del Lanamme, el director del PITRA –Guillermo Loría− afirmó desconocer el dictamen de la Comisión de Foresta, aunque no tiene ningún problema con dialogar sobre la ubicación del edificio, pues lo principal es tener este laboratorio en la UCR.

El ingeniero Alfaro comentó que la OEPI está consciente del impacto ambiental y por ello para las obras ha incluido un plan de compensación ambiental, para cualquier impacto que se pueda generar por dicha construcción.

La idea es hacer una reforestación parcial en árboles y en el humedal artificial con que cuenta la Sede. En cuanto a los monos que se han visualizado, Alfaro aseguró que han tenido contactos con profesionales de la Escuela de Biología para recibir recomendaciones sobre los cuidados que se deben tener, para que estos animales no dejen de transitar por el área durante la construcción de los edificios, ni sean afectados de alguna manera.