Estudiantes de Farmacia recogen medicamentos vencidos

Costarricenses desconocen la manera correcta de desechar los medicamentos no utilizables.

Estudiantes de quinto año de Farmacia de la Universidad de Costa Rica (UCR) −como parte de un proyecto del curso Elementos de Salud Pública− en conjunto con el Colegio de Farmacéuticos, el Centro de Información de Medicamentos (Cimed) y el patrocinio de la empresa farmacéutica Roche, organizaron una campaña de recolección de medicamentos no utilizables, la cual se llevó a cabo el pasado viernes 25 de setiembre en el edificio de la Facultad de Farmacia de la UCR.

La idea de esta actividad era dar a conocer a la población la forma correcta de deshacerse en los hogares de los fármacos vencidos o que no se van a ingerir, sin perjudicar a personas o al ambiente.

Según María José Rodríguez Montero, estudiante de quinto año, un medicamento

no utilizable es aquel que presentó efectos adversos al tomarlo, se dejó de utilizar por fallecimiento del paciente, cambio de la receta médica o por decisión propia, si está vencido o −aunque no lo esté− le haya cambiado el color, el olor o presente manchas, y cuando no fueron almacenados de la mejor manera.

Al consumir algún medicamento que se encuentre con cualquiera de las características ya mencionadas, pueden trabajar con una menor eficacia o provocar reacciones perjudiciales para el organismo, como alergias o efectos secundarios.

“La gente no está enterada del debido proceso, por lo que los botan a la basura, los trituran y los entierran, o los tiran por los desagües”, mencionó Rodríguez.

PARA DESECHARLOS

La manera correcta de desechar estos productos médicos es llevarlos al Colegio de Farmacéuticos, que desarrollan este tipo de campañas varias veces por año o, si no se desea esperar, en los hospitales y farmacias comunitarias deberían recibirlos. Una vez que se reciben todos estos productos, son destruidos mediante un proceso de incineración.

“Entre los peligros que se corren cuando no hay un buen manejo de los medicamentos no utilizables, está la contaminación de recursos hídricos, variación de ecosistemas y la resistencia hacia antibióticos, que se produce cuando algún animal ingiere una pastilla o jarabe mal procesado y después alguien se come este animal, lo cual produce en su organismo una resistencia al medicamento. También existe la posibilidad de que las personas las encuentren en las bolsas de basura y la comercialicen de manera ilegal; de ahí la importancia de cortar la caja en pedacitos antes de botarla”, puntualizó la estudiante.

Stephanie Guerrero Aguilera, otra de las participantes en la actividad, comentó que otro de los objetivos es generar un informe sobre los medicamentos que más devuelven las personas, el sexo, la cantidad y las principales razones del porqué se están entregando. Esta información se tabula de manera digital y se entrega al Colegio de Farmacéuticos, con el fin realizar estadísticas de información.

La empresa Roche se hizo presente en la actividad con la intención enseñar sobre la importancia de reportar cualquier efecto adverso producido por la ingesta de algún medicamento y acerca de la farmacovigilancia.

“La farmacovigilancia tiene como objetivo mejorar la atención y la seguridad de los pacientes y apoyar a los programas de salud pública, al caracterizar y crear un perfil a cada uno de los medicamentos para dar información verdadera al público”, externó Tatiana Calderón, asociada de Farmacovigilancia en Roche.

 

[delipress_optin id="134623"]

0 comments

Semanario Universidad