Rector de la UCR, Henning Jensen: Un estudio preliminar indica que no estamos lejos de lograr esa meta de carbono-neutralidad y, posiblemente, no tengamos que hacer grandes inversiones para asegurarla. (Foto: archivo)
En los últimos cinco meses se han ahorrado 22 millones de colones en combustible, según el Rector.
El rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Henning Jensen, aseguró que la institución mantiene la meta de convertirse en una institución carbono neutral para el año 2021, pese a no contar todavía con un presupuesto definido para financiar el proyecto.
También, destacó las medidas de ahorro de hidrocarburos que se han tomado a lo largo del año para reducir emisiones e invertir el dinero en otras iniciativas ambientales, entre ellas la construcción de una vía alterna para bicicletas y peatones dentro del campus Rodrigo Facio.
De cara a la semana ambiental, celebrada del 3 al 7 de junio, el rector se refirió al tema de energías limpias, reducción de las emisiones de carbono y otras iniciativas ambientales dentro de la universidad.El año pasado, la UCR asumió el compromiso de ser una institución carbono neutral para el 2021. ¿Qué medidas se están tomando para que este reto sea una realidad?
—Hemos conformado una comisión que ha analizado las condiciones relativas a las emisiones de carbono, la cual ha avanzado ya en los análisis. Un estudio preliminar indica que no estamos lejos de lograr esa meta y, posiblemente, no tengamos que hacer grandes inversiones para asegurarla. En esta comisión, está trabajando un equipo interdisciplinario de físicos, químicos, abogados, biólogos, ambientalistas… y por el momento en eso estamos.
A finales del año pasado la meta se había fijado para dentro de ocho años, ¿este plazo se mantiene?
—Esa meta se mantiene. En este momento, no quisiera ser “sobreoptimista” y quisiera dar una respuesta cautelosa, pero ese informe preliminar nos acerca mucho a la meta. Yo he solicitado que sean un poco más estrictos y críticos para no engañarnos. En estos casos, creo que lo peor es tener un optimismo infundado.
Aunque estos estudios indiquen que no se necesitan grandes inversiones, el emigrar hacia energías limpias y reducir las emisiones de carbono no es una tarea barata. ¿Existe el presupuesto para financiar este proyecto?
—Nosotros también estamos tomando medidas de ahorro energético, entre las medidas está el ahorro en la flota vehicular, para consumir menos hidrocarburos. Se están tomando ciertas medidas de control con respecto a las giras y al tránsito de los vehículos. Solo en estos cinco meses hemos ahorrado alrededor de 22 millones de colones en combustible. Eso nos permite tener otros recursos para invertir en otros aspectos.
Pero, ¿existe un presupuesto específico establecido?
—Todavía no existe. Es algo que en el momento oportuno vamos a tener que decidir, en este momento estamos invirtiendo en ese tipo de medidas.
A nivel nacional, también se planteó la meta de carbono neutralidad para el 2021. ¿Qué papel juega la UCR en este proyecto?
—Cuando esto se propuso en el Gobierno de Óscar Arias, la Universidad tomó un conjunto de iniciativas y presentó al Gobierno una cartera de proyectos que coadyuvaría a alcanzar esa meta. Este es un tema muy susceptible de sufrir un proceso de politización. Nosotros no fuimos exitosos, en ese momento, en establecer los vínculos necesarios, oportunos y efectivos con el Gobierno, porque este tenía una agenda altamente politizada. No obstante, el Gobierno sigue buscándonos a nosotros para desarrollar proyectos en ese sentido.
Este miércoles 5 de junio, en el Día Mundial del Ambiente se celebra en la Universidad el “Día del Transporte Sostenible”, ¿qué representa esta ocasión para la institución?
—Tiene una significación emblemática. Es un mensaje que también se envía a la comunidad nacional de que es posible, oportuno y necesario vivir en un medio ambiente urbano y natural en la medida de lo posible lo más libre de contaminantes, sobre todo aquellos provocados por los automóviles. Sin embargo, la Universidad no se puede quedar solo con la celebración de un día al año sin humo y de celebración al medio ambiente.
Muchas personas se muestran inconformes año tras año con este “Día sin humo”, ya que es uno de los días donde más caos vial se produce en los alrededores de la Universidad, ¿cuál es su posición al respecto?
—Ese es un problema que tenemos que abordar de una manera más sistemática y, a la vez, más responsable. Efectivamente, el día que celebramos al medio ambiente es un día que provocamos un impacto negativo grande sobre el entorno urbano de la ciudad universitaria. Por esta razón, muchas personas, vecinos y universitarios califican esta celebración como una celebración muy hipócrita. Tenemos que avanzar hacia un modelo de celebración que abarque más la comunidad que constituye nuestro entorno urbano.
¿Qué medidas deberían tomarse para solucionar este problema?
—Debemos trabajar con la municipalidad y con las fuerzas vivas de las comunidades que tenemos alrededor. Deberíamos hacer un esfuerzo por ampliar el alcance de esta celebración.
Antes hablaba sobre medidas para lograr un ambiente más humanitario y más sano, ¿cuáles serían estas medidas específicamente?
—Una de las medidas que queremos tomar para el segundo semestre sería la construcción de una vía alterna compartida, dentro de la milla universitaria, sacando muchos automóviles. Dentro de la universidad, existen dos vías, en una de ellas van a haber automóviles, pero en la otra vamos a compartir seres humanos y bicicletas.
¿Qué mensaje quiere darle la Universidad al país con la celebración de la semana ambiental?
—Para decirlo en muy pocas palabras, el mensaje que yo quisiera que la UCR le dé al país es que es posible tener otro tipo de ciudad. No es una utopía ni un sueño, si tomamos las medidas correspondientes podríamos lograr.
¿Cuál es el papel que deberían jugar las universidades públicas en temas ambientales?
—Juegan un papel importantísimo, nosotros en la institución tenemos diferentes instancias que no solo asesoran, sino que al mismo tiempo se convierten en grupos de presión sobre temas ambientales. Un ejemplo muy destacado fue el de la Escuela de Biología que en la lucha contra la minería a cielo abierto tuvo una participación extraordinariamente activa y decisiva en los resultados de ese proceso.
Un aspecto que preocupa al sector ambientalista es el de las negociaciones con China sobre la refinería de petróleo. ¿Se ha consultado la opinión de la UCR en este ámbito?
—Todavía no de manera formal. Pero existe un interés grande de parte de algunas instancias universitarias en formar a sus estudiantes en Ingeniería química especializada en petróleo a nivel de doctorado. Es una oportunidad que la UCR va a aprovechar, porque es abrirles una posibilidad de formación de alto nivel a nuestros estudiantes. La rectoría y, específicamente, yo tenemos un amplio interés en abrir los espacios de discusión en este tema (de refinería).
