¿Izquierda renovada?

El historiador Iván Molina publica un interesante e informativo artículo, titulado Anticomunismo e izquierdas (La Nación, 15/02/2014), en el que hace un análisis parcial

El historiador Iván Molina publica un interesante e informativo artículo, titulado Anticomunismo e izquierdas (La Nación, 15/02/2014), en el que hace un análisis parcial de los resultados favorables al Frente Amplio en las últimas elecciones, además de poner de relieve las contradicciones que, según él, se evidenciaron a lo largo del proceso electoral al interior de dicha agrupación.

La primera contradicción radicaría en que el FA, sin la menor sospecha del crecimiento que experimentaría durante la contienda electoral, elaboró un programa político dirigido a una minoría de izquierda.

La segunda contradicción, según Molina, vendría a ser producto precisamente de este mismo desfase de expectativas entre un programa con un, por así decirlo así, núcleo duro de propuestas de izquierda, y un electorado creciente que iba sintonizando con Villalta, pero al que el candidato frenteamplista se vio obligado también a convencer de no representar una postura extremista, tal como se le achacó persistentemente; dicho desgaste contribuyó, además, a sacar a flote contradicciones internas, fundamentalmente con la otra figura de referencia de la agrupación, Patricia Mora, viuda del fundador del partido y primer lugar a diputada por San José.

El principal reto del FA, dado este escenario, sería, a criterio del historiador, emprender una especie de renovación programático-ideológica que supondría, entre otras cosas, aceptar que la mayor parte del voto por el FA fue más un voto de protesta contra el statu quo, que de personas que –identificándose quizá con algunos valores de izquierda–  no necesariamente se ubicaban políticamente dentro de esta línea. De hecho, según sondeos previos, solamente una minoría de simpatizantes del FA decía alinearse dentro de esta tendencia ideológica. Ahora bien, lo problemático del artículo, desde mi perspectiva, radica en la distinción cualitativa que quiere introducir Molina, entre una “izquierda tradicional” y una “izquierda renovada”. Entre otras cosas, la última se distinguiría de la izquierda tradicionalista por la importancia que asignaría a temas como los de género y diversidad sexual, algo que, según él, quedó patente con la polémica en torno a Jorge Arguedas.

Mi crítica, sin embargo, apunta precisamente a los criterios a partir de los cuales desea Molina deducir una diferencia cualitativa entre el núcleo duro de izquierda tradicionalista del FA y una izquierda supuestamente renovada, fundamentalmente joven. Desde mi punto de mira, la divergencia de criterios –fundamentalmente la mayor atención prestada a la problemática de género y otras conexas, no precisamente monopolio temático exclusivo del “ala joven” –  no resulta suficiente para inferir una diferencia cualitativa real, mediante la cual pueda tener lugar “una revisión del programa del partido para ajustarlo a los desafíos del siglo XXI, con propuestas que miren hacia el futuro y no hacia el pasado, y un cambio decisivo en el discurso de los dirigentes del FA, de manera que se oriente más a sumar que a restar”. Basta con seguir las publicaciones en Internet de la juventud del FA,  para caer en cuenta de que, en lo esencial, los jóvenes comparten básicamente una misma visión política, cuando no más extrema aún, con sus correligionarios mayores. Ejemplo de ello es la acriticidad pasmosa y a veces idolátrica que suelen exhibir frente a los gobiernos de Cuba o Venezuela, cimentada en lo esencial en los idénticos prejuicios ideológicos y geopolíticos de la línea tradicionalista.

Con ocasión de las manifestaciones de la oposición en Venezuela, y de la violencia y represión con la que fueron respondidas, la juventud del FA publica en su página de Facebook toda una diatriba frente al reciente pronunciamiento del expresidente Arias, en torno a la crisis vivida en ese país. El alegato de los jóvenes frenteamplistas concluye con el esperado llamado a no ceder a las macabras maniobras de la manipulación mediática, vocera de los intereses del imperialismo norteamericano y de la contrarrevolución derechista.

En fin, Molina se equivoca al ver una diferencia cualitativa entre ambas “tendencias”, donde efectivamente no la hay, o si existe, lo es en temas que, sin ser irrelevantes, no tocan el núcleo duro de una misma visión político-económica. Las propias declaraciones de Villalta inmediatamente posteriores al proceso electoral, en las que se refirió a una derecha que roba (PLN) y a otra que no (PAC), son muy representativas de la matriz sectaria de su partido. Posiciones como las adoptadas frente a los acontecimientos en Venezuela son inmorales y oportunistas, máxime cuando ellos mismos son los primeros en pegar el grito al cielo cuando brota algún tipo de violencia policial durante manifestaciones en nuestro país, pero condonan sin pudor la “violencia revolucionaria” que no le llega ni a los cordones, a los abusos policiales que de cuando en cuando podemos presenciar en Costa Rica.

Las razones de esta continuidad profunda no es tema de este artículo, pero habrá que explorarlas sin lugar a dudas en una ortodoxia económica común a ambas tendencias, así como en resortes de naturaleza propiamente cognitivo-emocionales, que sustentan un fanatismo a prueba de toda evidencia.

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

Jorge Luis Pinto, entrenador de la selección nacional de fútbol de Costa Rica. (Foto: Archivo)El entrenador de la Selección de Costa Rica, Jorge Luis

Con un abstencionismo que superó el 50% en las votaciones del pasado domingo en El Salvador, más de 2 millones de electores que acudieron

La Universidad Nacional fue condenada en primera instancia el pasado 10 de febrero por el acoso laboral contra la jefa de Admisión, Sonia Salazar.

Historias aparte, las cuáles son ya muy conocidas, vale la pena tener presente algunas situaciones poco esperadas en esta campaña electoral. Entre ellas el

EL Gobierno busca “blindarse” legalmente para pagarle a OAS los $28,4 millones que le permitan rescindir el contrato de la carretera San José-San Ramón.

La atención primaria de la salud es un terreno muy amplio, que no se limita al diagnóstico y al tratamiento, sino que comprende a

Universitarios plantean cambios en la UCRVea el SUPLEMENTO ESPECIAL En el VII Congreso Universitario, docentes, estudiantes y personal administrativo, sean o no congresistas, tienen la

“No es que yo pretenda decir que, en medio de la tormenta que amenaza hoy a la universidad y, dentro de ella, a unas
Semanario Universidad