Mientras la investigación abre caminos, y la docencia nutre la vida de los seres humanos, la acción social enriquece la cultura de los pueblos.
El Banco Mundial (BM), lo mismo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) son órganos financieros internacionales impulsados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al calor de los acuerdos de Bretton Woods (1944), después de la Segunda Guerra Mundial.
Sus políticas en América Latina se involucran dentro de la teoría del subdesarrollo, y posteriormente inician una onda expansiva con los famosos Programas de Ajuste Estructural y privatizaciones bajo el marco de lo que llamaban “Modernidad de las Instituciones Estratégicas Estatales” y con ello prepararon el camino para la implantación del neoliberalismo cuya principal corriente es la expansión, globalización, control y dominio de los mercados.Este fue el núcleo de partida para una serie de reformas en el campo educativo, laboral y cultural que además incubó una política de represión y desarticulación de las organizaciones sociales que resisten a dichos embates, pues en su afán de dominación, de soberbia y desprecio de la clase trabajadora, los neoliberales intentan por todos los medios destruir el sindicalismo y la legislación laboral proteccionista.
Es bajo estos lineamientos que se comprende, la propuesta de condicionamiento respecto de los préstamos en el sector educativo y en particular de las universidades públicas. En efecto, de esta postura perversa se deslinda la intención de configurar cuadros profesionales cuyo perfil de salida sea la docilidad y su adaptación a las necesidades e ideología de las empresas que gestionan en el mercado la explotación de la clase trabajadora.
A propósito, recuerdo que en cierta ocasión al dueño de un cantón de la provincia de Cartago, se le solicitó ayuda para la fundación de un colegio en dicho cantón y su respuesta fue: pues claro yo les puedo poner el mejor colegio del país, siempre y cuando, enseñen exclusivamente el cultivo de la caña, de lo contrario están preparando trabajadores que luego se irán, es decir me están quitando trabajadores.
Está claro que los neoliberales abordan el modelo de Universidad en función del mercado laboral que facilite sus intereses de productividad, competitividad y rentabilidad. ¿Será entonces, que la sobrevivencia de las universidades públicas se deberá restringir, a meras empresas competitivas en función de los mercados? O lograremos que nuestras universidades continúen por la senda de los valores que privilegian la vida, la cultura, y las transformaciones sociales que requiere nuestra sociedad.
Ya debemos empezar a preparar a la comunidad universitaria de las cuatro universidades públicas para defender el presupuesto universitario (VI Convenio FEES). Hoy más que nunca se hace necesario discutir sobre el modelo de universidad pública, la autonomía universitaria que se vincula en forma directa con el presupuesto universitario, sobre la necesidad de mantenerse vigilante sobre los tres ejes en que se concibió la Universidad de Costa Rica en el marco del III Congreso Universitario: “la docencia, la investigación y la acción social y cultural que ha venido a menos”.
