Tarde, pero seguro: segunda respuesta al historiador

Aunque añejo el tiempo, el 19/02/2014 en Semanario Universidad, Iván Molina intenta responder críticamente al artículo de Laura Morera y de paso, indicar algunas

Aunque añejo el tiempo, el 19/02/2014 en Semanario Universidad, Iván Molina intenta responder críticamente al artículo de Laura Morera y de paso, indicar algunas cosas sobre mi escrito: Respuesta al historiador, publicado en el mismo diario. Lo digo así, porque poco refirió de mi texto, pero sí se dio el gusto de inventar algunas cosas.

Refiero algunas cosas puntuales; el historiador indica: De hecho, Herrera señala que las “unidades policiales” que había dentro del edificio colaboraron “con la salida” de estudiantes, docentes y administrativos, y después de una manera poco elegante cambia el contenido: “Herrera señala que ¡no hubo toma y que la acción de los encapuchados más bien contó con la colaboración de la policía!”.

En efecto no hubo toma, porque las puertas nunca se cerraron y había unidades de policía adentro (quizá el historiador y yo discrepemos de lo que es una toma, pero yo encuentro fundamental esto). Luego el historiador señala que: “Omar S. Herrera Rodríguez, afirma que ni siquiera hubo toma del edificio y presenta lo ocurrido el 27 de noviembre como una reunión entre estudiantes”; pero yo nunca digo que hubo una reunión, a lo sumo podría interpretar que yo observo un intento de toma, pero no una toma del edificio, por las razones ya señaladas.

Pero me devuelvo, el historiador en primer lugar mira bien mis palabras cuando menciona que la policía universitaria colabora con la salida de docentes, administrativos y estudiantes; efectivamente eso hizo, es su trabajo, pues cumplen algún protocolo seguramente. Pero luego cambia el sentido de la frase e indica que la policía colaboró con los “encapuchados” y aquí, por supuesto, tenemos un error interesado de lectura, algo curioso tratándose de un historiador con algún grado de renombre.

Pero me interesa el último punto de la nota del historiador: “La ficcionalización de los hechos ha sido una práctica que ha acompañado a la izquierda costarricense desde los primeros años del Partido Comunista en la década de 1930, y todavía persiste, como lo demuestran los comentarios de Morera y Herrera”.

Por supuesto Molina no sabe que “la” izquierda no existe y que no es más que una pésima abstracción analítica, que le permite enmarcar en un bloque homogenizador a Morera, al Partido Comunista de 1930 y a mi persona, sin la necesidad de tener que analizar las diferencias, particularidades, sitios epistémico-políticos y argumentos presentados.

Al final, reitero, de mi artículo no señala básicamente nada, ni siquiera las críticas que le hago; quizá no le importa, porque los que tendrían la verdad son él y el Semanario Universidad (un simple recurso ideológico de autoridad) y nosotros presentamos ficción. Esta relación dicotómica que construye Molina no importa el tiempo que haya transcurrido; vale la pena siempre criticarla.

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