Este desgobierno del PAC, incluidos todos los sesudos diputados de cualquier género, sí que ha inventado un nuevo socialismo: del presupuesto del Instituto Costarricense de Turismo pretender repartir 15 millones de dólares (8.070 millones de colones) entre un grupo de pequeños y medianos empresarios del sector turismo. La justificación es que se vieron afectados por las crisis que desde el 2007 nos agobia a todos los costarricenses. La mayor parte de esos pobrecitos emprendedores del turismo y sus eruditos socios políticos del PAC-FA tienen deudas por más de 200 mil dólares (107.6 millones de colones).
Entre esos pobres individuos emprendedores, nuevos sujetos del nuevo socialismo capitalista del desgobierno que sueña sueños, hay quienes tienen deudas por 2.0 millones de dólares (1.076,0 millones de colones) o más. Entonces para qué ser un obrero sencillo o un asalariado público, si además de pretender este simulacro de gobierno y Asamblea recortar nuestros salarios, se nos quiere arrancar más impuestos con IVA-15% y hasta abarcar los mal llamados dividendos de los trabajadores en lo privado y en lo público y las cada día más tristes pensiones por jubilación.
Cuántos costarricenses labradores, obreros y calificados, tienen deudas y las honran con el sudor de su frente, mientras los emprendedores del sector turismo y el trasnochado desgobierno de socialistas de la mediocridad pretenden una piñata de recursos públicos. Vaya manera de socializar en privado y para lo privado el esfuerzo ajeno y los recursos públicos. Si ya los emprendedores y otros que simulan serlo evaden y eluden impuestos, e inclusive están exonerados, por 4,0 billones de colones, también hay que premiarlos por su camuflaje de empresarios. Qué fantasía más exorbitante arroja soñar sueños para socializar la pobreza a favor del seudocapital.
Mientras tanto, usted y yo, nosotros los labradores sencillos que día a día contribuimos con el Producto Interno Bruto (PIB) de la economía nacional, tanto cuando nos dejan como cuando nos lo impiden, tenemos deudas por vivienda, salud y educación que nos quitan parte de nuestra comida y hasta el bien dormir; sin derechos a soñar sueños. Ninguno de nosotros tenemos deudas superiores a 100 millones de colones (186 mil dólares), por eso no merecemos participar de aquella piñata u otras. Ese nuevo socialismo es para favorecer al seudocapital y a quienes se disfrazan de capitalistas. Cientos de familias costarricenses están aún a la espera de un bono de vivienda, pero no llega. Con esa piñata se puede construir 160 viviendas de 50 millones cada una y dar a las fuerzas de trabajo una vida más digna. Si las personas honestas y socialmente comprometidas pagamos impuestos, es para socializar con los honestamente menos favorecidos; entre ellos, labriegos sencillos.
De cada quien según su capacidad, a cada quien según su necesidad, es una frase que el socialismo mediocre ha trastocado a favor del capitalista vulgar.
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