Avanza debate sobre el cannabis medicinal

El cannabis medicinal es un antiinflamatorio, antidepresivo, antiepiléptico y analgésico; además, reduce el uso de medicamentos

El cannabis medicinal es un antiinflamatorio, antidepresivo, antiepiléptico y analgésico; además, reduce el uso de medicamentos. Estas son las principales conclusiones a las que se llegó en la Primera Conferencia sobre el cannabis medicinal y el cáñamo industrial (CANNACOSTA 2015).

La actividad, que tuvo lugar en el Centro Nacional de la Cultura (CENAC) el pasado fin de semana, contó con la participación de 21 expertos nacionales e internacionales, desde científicos, pacientes, artistas, políticos, cineastas e historiadores, quienes expusieron su apoyo al uso de cannabis medicinal.

Entre los exponentes destacó David Bearman, uno de los médicos más importantes en EE. UU. dentro del campo del cannabis medicinal. Bearman conversó sobre la historia de la sustancia y adujo sobre los beneficios que conlleva el uso de esta hierba.

“El cannabis medicinal es un analgésico, antináuseas, antiinflamatorio, antiepiléptico, antiespasmódico, antidepresivo, y tiene una enorme gama de aplicaciones terapéuticas. Trata enfermedades neurodegenerativas y extingue recuerdos que producen miedo”, señaló Bearman en su presentación.

Asimismo, dentro de la perspectiva médica, Cristina Sánchez, investigadora del cannabis y sus sustancias, habló sobre el uso de los cannabinoides como terapia antitumoral.

“Los cannabinoides pueden beneficiar al paciente oncológico, como agentes paliativos. En muchos países se pueden prescribir cannabinoides para tratar el dolor oncológico o la sintomatología asociada a las terapias antitumorales. Pero lo que hemos tratado de demostrar en los últimos años es que los cannabinoides pueden tener efectos antitumorales”, explicó Sánchez.

Por otra parte y bajo una visión más humana, Ana María Gazmuri, una reconocida actriz chilena quien ahora es presidenta de la Fundación Daya, expuso sobre los casos que atiende su organización. Además hizo énfasis en el hecho de que quienes necesiten usar esta sustancia deben poder hacerlo.

“Nosotros, en nuestra fundación, ofrecemos talleres sobre auto-cultivo y extracción. El cannabis medicinal debe ser accesible a quienes lo necesiten. Debe llegar a quienes lo necesiten a través de la salud pública”, enfatizó Gazmuri en su ponencia.

Fundación Daya es una organización fundada en el año 2013 que se dedica al abordaje de las temáticas de una Nueva Política de Drogas y con una fuerte orientación al uso del cannabis medicinal.

A la lista de ponentes también se sumó Zach Klein, director israelí de documentales, quien durante muchos años ha investigado sobre las propiedades y efectos de la planta.

Klein, a través de su documental Prescribed Grass (en español Pasto recetado), mostró cómo en un asilo de ancianos en Israel, tras el uso del cannabis medicinal, la condición de salud de los pacientes mejoró, y adujo sobre los efectos positivos que tuvo en ellos.

“Se puede observar en ellos la mejora de la salud, que no existen efectos secundarios o distintos; por el contrario, solo efectos positivos. Además, es más que evidente la reducción en el uso de medicamentos”, señaló Klein.

Situación en Costa Rica: Falta de información

A la cita también asistieron representantes nacionales como Guiselle Amador, médico y máster en drogodependencia de la Universidad de Costa Rica, exdirectora general del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA). Amador explicó que el rechazo a esta sustancia muchas veces es por falta de información.

“Yo fui una de las que decía que no había que legalizar o regular el cannabis medicinal, pero uno y lee y estudia se da cuenta de las propiedades que tiene esta sustancia y la capacidad de utilizarla”, señaló Amador.

Para Amador, la marihuana es la única de las drogas ilegales que tiene una gran gama de usos médicos y una amplia seguridad farmacológica; sin embargo, tiene un amplio simbolismo político que la limita.

La doctora también mencionó que de aprobarse esta ley en el país quienes usarían esta sustancia serían los cuidados paliativos de los hospitales, los servicios de oncología y neurología, además de los hospitales y consultorios privados.

El diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) Marvin Atencio, uno de los principales propulsores del Proyecto de Ley 19256, el cual pretende regularizar el uso medicinal del cannabis y permitir el uso industrial del cáñamo, participó de la conferencia y señaló que los diputados cristianos son los principales obstáculos en la Asamblea Legislativa.

“Tenemos una gran oposición cristiana en la Asamblea Legislativa, en especial el diputado Mario Redondo, quien aduce que este proyecto fomenta la drogadicción. Hemos tratado de convencer a don Mario Redondo de que esto es un proyecto país y que es un problema importantísimo de salud pública que debemos resolver”.

“La usaba por las náuseas”

Ernesto (identidad protegida), consumidor costarricense de cannabis medicinal

“Ernesto” es un joven de 38 años. Desde hace 18 meses consume cannabis medicinal, pues en el año 2008 fue diagnosticado con un angioma; es decir, una malformación sanguínea. Esta enfermedad lo ha llevado a sufrir una parálisis parcial de su lado izquierdo.

Él conversó con UNIVERSIDAD sobre su enfermedad y el uso de cannabis medicinal, la cual le ha ayudado a estar mejor.

¿Desde hace cuánto consume cannabis medicinal? 

–Uso la marihuana medicinal desde hace 18 meses. Fue gracias a que un amigo dentista me lo sugirió.

¿Qué lo llevó a usar esta sustancia? 

–Yo tengo una malformación sanguínea (angioma). Básicamente, esto que está entre el cerebelo y el tallo cerebral causa problemas cardiorespiratorios, en los nervios, problemas de equilibrio, parálisis y otros. Al inicio la usaba por náuseas, la pérdida de peso tras la cirugía y luego me di cuenta de que consumiéndolo vía oral me mejoraba un poco la sensibilidad, pues tengo una parálisis parcial del lado izquierdo.

¿Qué otros beneficios le ha traído? 

–Tenía problemas de disfunción eréctil y, tras tomar aceites de cannabis medicinal, esto se me quitó al punto que ahora tengo un hijo.

¿A través de quién o quiénes obtiene la sustancia?

–Yo tengo una donación, a mí me la suministra gente que se está arriesgando y que se compadeció de mí. Es como hacer té. En lugar de agua se usa alcohol, este se evapora y lo que queda es el aceite que se puede mezclar con aceite de coco u oliva.

¿De qué manera la consume?

–La he fumado, vaporizado y, actualmente, a través de aceites.

Al consumirlo de esa forma ¿en qué ha ayudado?

–La reducción del adormecimiento, principalmente. Al principio me ayudaba solo en la reducción de náuseas pero ahora hasta tengo un aumento en la sensibilidad.

Por último, en cuanto a su consumo, ¿cuál es su dosis diaria?

–He variado la dosificación. La he aumentado y otras veces la he disminuido. Varía realmente.

Jason Lauve: “La uso para controlar el dolor y los espasmos”

Jason Lauve es uno de los principales propulsores del cannabis medicinal en Colorado, Estados Unidos. Él se quebró su espalda en el 2004, mientras esquiaba; tras los fuertes dolores que sufría, su médico le recomendó hacer uso del cannabis medicinal, para reducir los espasmos y el dolor.

¿Qué piensa acerca del cannabis medicinal?

–El cannabis medicinal para mí es algo que la gente no valora, por los estereotipos que ha creado la sociedad y la percepción de los medios de comunicación y la ley. La gente no se ha dado cuenta cuán grandioso puede ser para diversos elementos.

¿Qué significa para usted esta sustancia?

–Para mí, el cannabis es seguro, efectivo y me alienta a seguir en esa dirección, de tal manera que podemos usar una sustancia que no tiene terribles efectos secundarios como los fármacos. De hecho tiene efectos positivos, pues me estimula el apetito y me hace sonreír. (sonríe)

¿Qué beneficios le trae su consumo?

–La uso para controlar el dolor y los espasmos por mi cirugía en la espalda. Hace 11 años me rompí la espalda esquiando y tuve dolor extremo; pero, por ejemplo, ayer estuve caminando y no usé mi silla de ruedas.

¿Cambió el cannabis su vida?

–Sí claro, mi calidad de vida mejoró.

¿Cómo es su vida ahora?

–Me encanta lo que hago. Puedo participar en estos eventos, no me escondo en mi casa y no sufro náuseas ni dolores. Puedo estar con la gente y realmente me siento muy bien.

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