Los elementos esenciales de los ensamblajes expuestos son la madera vieja, otros materiales de desecho y el elemento del fuego.
En la Sala 1 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), está desde el 25 de abril la exposición “Juegos y ritos”, que reúne alrededor de 19 piezas artísticas del costarricense Adolfo Siliézar.
Alrededor de 7 de sus obras se exhiben por primera vez, pues forman parta de colecciones privadas; una pieza pertenece a la colección del MADC y otra a la del Museo de Arte Costarricense (MAC). También, hay obras que son de la colección de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
“Muchas de las obras las había vendido sin exponerlas: 6 o 7 de las que forman parte de esta muestra nunca antes habían sido expuestas. Son, generalmente, de pequeño formato”, explicó Siliézar.
La muestra –cuya exhibición terminará el 22 de junio− reúne una serie de trabajos del artista que se enmarcan dentro del periodo de 1992-2013. “Siliézar tiene una producción mayor y más temprana, pero está vinculada al arte moderno. Desde el museo nos interesaba resaltar otro tipo de trabajos más contemporáneos, que se enmarcan en este periodo más tardío”, comentó María José Chavarría, curadora del MADC.Las mencionadas obras forman parte de su trabajo tridimensional, en el cual el artista utiliza la técnica del ensamblaje de madera quemada para cada una de las piezas expuestas. El grupo escultórico que conforma la exposición son prácticamente ensambles e instalaciones.
La utilización de materiales de desecho juega un papel importante en los ensamblajes expuestos. Un elemento constante es la madera vieja, como restos de ventanas, puertas de casas o iglesias muy antiguas. “Muchas las utilizo por sus formas, otras por las capas de pintura que responden al juego. Algunas obras son hechas con cuchillo, para conservar esa tosquedad”, detalló el artista.
FUEGO VITAL
Un elemento vital de las obras expuestas es el fuego, pues este es necesario para el proceso de creación de las diferentes piezas. Además, como explicaron Chavarría y Siliézar, este elemento permite un ciclo de construcción y destrucción, que es una de las características principales de la obra de este artista.
“Todo está asociado al fuego, es un material primario en su obra. A partir del fuego, los ensamblajes llegan a su acabado final”, explicó Chavarría. Hay otros materiales como hilos, pinturas de óleos incrustadas en la madera, libros abiertos, entre otros.
Un aspecto significativo de la muestra es su temática, que se puede dividir en tres categorías principales: el juego, el poder y sus insignias, y la religión. Con respecto al tópico del poder, hay una serie de obras que recuerdan monumentos o símbolos patrios; el tema del juego, que se asocia a la presencia de pequeños juguetes de madera que evocan la infancia; y hay una serie de elementos religiosos.
Uno de los objetivos generales del MADC es realizar exposiciones individuales, como parte de una revisión de artistas que forman parte de la colección del museo; pero los artistas con trayectoria y que han trabajado los lenguajes del arte contemporáneo en las últimas décadas del siglo XX, como es el caso de Adolfo Siliézar.
“Esta muestra fue una invitación del museo al artista, donde se revisó la mayor parte de su obra. Se hizo una selección y revisión de los temas principales de investigación del trabajo de Adolfo y tratamos de armar un guion coherente, que fuera significativo y representativo de su trayectoria”, puntualizó Chavarría acerca del proceso de curaduría.
El artista solo había participado en exposiciones colectivas del museo; en esta, su primera exhibición individual, muestra obras como “Patri-arca”, que forma parte de la colección del MADC, “Heme aquí en el año del Señor”, “Ecce Home”, “A ver si cambia”, “Crónicas del laberinto” −que es una gran biblioteca que se exhibió originalmente en el Museo de los Niños−, “Reminiscencias del poder”, “Caudillo” −que es una obra creada especialmente para esta exposición−, entre otras.
Siliézar expresó que “me gustaría que hubiera presencia de estudiantes de la Escuela de Artes Plásticas, pues alguna vez estudie ahí y fue un buen momento de mi vida”.
