Baloncesto de la UCR corona temporada de ensueño

La felicidad volvió al equipo de baloncesto masculino de la Universidad de Costa Rica (UCR) al ganar el campeonato de ascenso a la Liga

La felicidad volvió al equipo de baloncesto masculino de la Universidad de Costa Rica (UCR) al ganar el campeonato de ascenso a la Liga Superior el pasado 25 de mayo. Así olvidó los momentos de tristeza en el 2010, cuando tomó la decisión de dejar la máxima categoría para evitar la quiebra por falta de recursos.

En la segunda división, tuvieron dos finales fallidas –ante Grecia en el 2011 y en Limón en el 2012– y vieron cómo se les escurrió una semifinal ante Cartago el año pasado, cuando ascendió Turrialba.

Pero todas estas pesadillas terminaron en el torneo recién concluido para los celestes, quienes ganaron 3-1 la serie por el ascenso a un novel equipo de Puntarenas, que llegó a la final luego de eliminar en dos partidos de semifinales a Curridabat.

El triunfo obtenido el pasado domingo a domicilio (69-80) fue el destape de la catarsis y del inicio de una fiesta en casa ajena, en donde una treintena de personas (familiares y novias de los jugadores) celebraron con los dirigidos por Alexis Monge la gesta de un equipo celeste que siempre se mantuvo como uno de los mejores del torneo. y

En este juego, ante las condiciones difíciles por el fuerte clima porteño y la presión de la afición, Jorge Quesada y Juan Diego Vargas fueron las grandes figuras al encestar 17 y 18 puntos, respectivamente. A ellos se sumó el aporte de Sven Vaughn, Juan Ignacio Cordero y José Ramón Solano, quienes concretaron 13, 11 y 10 puntos. Los jugadores no solo tuvieron puntería, sino también orden táctico para controlar a figuras claves porteñas como Luis Castillo y José Valverde West, quienes empezaron letales en el aro celeste, pero al final perdieron ímpetu y se quedaron con 16 y 14 puntos, respectivamente. Pese a los intentos de José Chan para salvar la causa porteña desde el tercer cuarto, este sólo logró contabilizar 11 puntos. El resto de jugadores locales estuvo por debajo de los 10 puntos.

En esta temporada universitaria, el balance celeste concluyó en 24 compromisos, 19 ganados y únicamente 5 perdidos. De esas derrotas, solo una llegó en la postemporada. Fue el equipo más anotador, con 1629 puntos, recibió 1298 en toda la campaña y reunió en total 43 puntos de 48 posibles y un promedio de diferencia de 1,25 a favor.

Para el acto de premiación, se convocó a los integrantes de ambos equipos al centro de la cancha, en donde se les entregaron las respectivas medallas y trofeos de subcampeón y campeón, en una ceremonia sencilla y tranquila, muy diferente de la final entre Barva y San Ramón de la primera división, donde trifulcas entre aficionados y algunos jugadores se encargaron de imposibilitar dicha entrega de premios.

En el gimnasio de Puntarenas, en su discurso, el entrenador porteño −Edwin Acosta− agradeció el apoyo incondicional de su afición a pesar de las limitantes deportivas y económicas de su equipo, y −tras felicitarlo− instó al conjunto de la UCR a trabajar duro para la próxima temporada.

VIAJE INCÓMODO

Hay que tener claro que el campeonato no se forjó de la noche a la mañana, pero el trabajo realizado durante todo el año hizo que los jugadores se olvidaran un poco de las incomodidades de su último viaje a Puntarenas por cuanto una microbús para 15 personas obligó a algunos jugadores a viajar en automóviles propios o en la microbús que llevaba a sus seguidores.

Pablo Echeverría comentó: “Curiosamente, contra el TEC nos mandaron un bus más amplio y en este juego nos mandan apretujados”.

No obstante, en el viaje que empezó a las 12 del día, los jugadores olvidaron esta incomodidad probando sus conocimientos con el juego Preguntados, estudiando, contándose chistes y soltando alguno que otro madrazo cada vez que se equivocaban.

A pesar de que llegaron a la 1:40 p.m., la administración chuchequera del gimnasio no permitió la entrada a jugadores, visitantes ni prensa hasta las 2 p.m. En un principio tampoco iba a admitir la entrada de aficionados universitarios, en represalia por supuestas ofensas e intento de veda a la Samba Porteña en el tercer juego en la sede UCR. Al final, aceptaron la presencia de familiares y novias de los basquetbolistas, así como de algunos funcionarios universitarios, para un total de 30 aficionados celestes.

Por otra parte, respecto a los problemas del ascenso del equipo celeste, el entrenador Alexis Monge aseguró que subir a la Liga Superior le permitirá buscar más postes, una de sus principales inquietudes durante la temporada recién concluida. Esto a pesar de que las políticas de la Unidad de Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos le impiden buscarlos fuera de las aulas universitarias.

Mientras tanto, el jugador Leonardo Gómez hizo ver que, de cara al próximo torneo, deberán jugar en fechas entre semana, al estar integrado gran parte del equipo por estudiantes de Ingeniería, deberán buscar −cuando se inicie la temporada− horarios y cursos que no choquen con partidos y entrenamientos, así como gestionar con sus profesores reposición de exámenes para cuando tengan que jugar. “Esta es una limitante que solo se supera con actitud. Como le digo, aquí somos una familia, nos vemos como hermanos”, agregó.

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