Pensemos en una clase de primaria de una escuela unidocente de Guanacaste o en una pequeña empresa que está tratando de satisfacer las necesidades de sus clientes en Europa y Asia.
Para ambos, Internet resulta una herramienta fundamental que les permite investigar en la red de redes e interactuar a través de Facebook, Twitter, WhatsApp e infinidad de soluciones tecnológicas.
La apertura de las telecomunicaciones hizo explotar la telefonía celular, pero no el servicio de Internet. Internet fija en Costa Rica sigue siendo cara, lenta y asimétrica, es decir, la velocidad de subida de información es menor que la velocidad para descargar.Tan deficiente es la Internet fija que los usuarios preferimos Internet móvil y eso ha llevado al congestionamiento de la red celular. El espectro radioeléctrico es un recurso muy escaso y en Costa Rica sólo se utiliza un 25% de este. A esto se une la poca colaboración entre operadores para compartir infraestructura y otras carencias tales como una tramitología excesiva que afecta el despliegue de nuevas torres.
Internet móvil es una combinación de tecnologías en la que se accede a Internet a través de una red móvil, la cual depende de las condiciones del medio para lograr una buena conexión, es decir, si estamos en un edificio, un automóvil o en exteriores, dicho acceso tiene la limitante de ser compartido y finito.
Cuando usamos tecnologías de nueva generación como 3G y 4G, logramos un uso más eficiente y ese acceso se puede compartir con más usuarios y brindarles un mayor ancho de banda. Sin embargo, los problemas de congestión en las redes móviles de igual forma pueden persistir.
Para resolver los problemas de congestión en redes móviles que el país está sufriendo actualmente, se debería ofrecer Internet fija en todos lados, con tarifa plana, muy barata y simétrica, combinada con un servicio de Internet móvil 4G LTE (Long Term Evolution) y optar por una visión de abundancia de red y no la visión de escasez que prevaleció durante años en el mundo de las telecomunicaciones.
También se deben ejecutar medidas para corregir esta limitación de acceso e incentivar su uso, por medio del fortalecimiento de las redes de fibra óptica y a través de redes de WiFi de forma gratuita, en puntos estratégicos a lo largo y ancho del territorio nacional, en combinación con un servicio de Internet móvil 4G, por medio de dispositivos inteligentes.
Si es tan simple, usted se preguntará ¿por qué no se ha hecho o por qué no se está haciendo? La respuesta es igual de sencilla: la apertura, por sí sola, no ha sido suficiente para proteger los intereses de los usuarios finales, ni ha estimulado a los operadores y proveedores de servicios a los cambios de paradigma necesarios.
En el caso del 4G la principal barrera es la lenta asignación de mayor capacidad de espectro para subastar a los operadores de telecomunicaciones por parte de las autoridades de gobiernos anteriores. Actualmente se está en deuda con el país en cuanto a una rectoría en las telecomunicaciones que emita políticas públicas y articulación institucional.
Como país hemos sido muy ineficientes en poner a producir los millones de dólares que tenemos en el Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) para resolver los temas de acceso universal y reducción de brecha digital, temas para los cuales fue creado este fondo.
Liberar las tarifas
El artículo 50 de la Ley General de Telecomunicaciones establece la competencia de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) para definir excepcionalmente las tarifas de servicios de telecomunicaciones cuando se carece de condiciones suficientes para asegurar la competencia efectiva, es decir, que los operadores compitan en condiciones de igualdad.
Esto significa que no existe en Costa Rica ningún operador con capacidad de fijar unilateralmente los precios finales minoristas o las condiciones del mercado móvil de voz y datos, restringiendo el funcionamiento eficiente del mercado móvil, en perjuicio de los usuarios.
Hoy los consumidores podemos escoger, estamos segmentados por nuestros hábitos de consumo y tenemos portabilidad numérica, entonces, también se debería estimular el crecimiento en el mercado vía tarifa y servicio, no vía regulación.
En mercados en competencia lo que sucede es que, para atraer más clientes o conservarlos, se le duplica la velocidad al usuario, pero manteniendo la tarifa. Eso ya sucedió con las cableras y debería suceder con los operadores de telefonía móvil.
Por eso en la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic) hemos comentado que la Sutel debería declarar la existencia de condiciones suficientes para la competencia efectiva en el mercado, de modo que se puedan liberar las tarifas y establecer franjas.
MODELO TARIFARIO
Camtic propone establecer un modelo tarifario por rangos de consumo, segmentado por zona urbana y rural, por franja horaria, por el tipo de servicio que ofrecen las instituciones, escuelas, etc., como sucede con el cobro del agua y la electricidad, tal y como lo establece la Ley General de Telecomunicaciones y el Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones, es decir, un modelo de tarifas diferenciadas.
La idea sería establecer rangos de consumo definidos por franjas y a los consumidores excesivos o “intensivos” se les cobraría el volumen que necesitan, con las condiciones que el mercado en competencia determine, para satisfacer las necesidades de esos consumidores “especiales”.
Según Sutel, estos consumidores intensivos son el 5% de los usuarios de la red móvil, quienes consumen el 40% de la capacidad instalada.
Camtic propone que el consumo y la tarifa estén determinados por la segmentación, mediante cobro por tarifa plana o por descarga. De esa manera, el consumidor puede elegir el operador que le garantice ese consumo con el nivel de servicio y la calidad contratada.
El acceso a Internet en Costa Rica es dispar. En el 2012 el 55% de la población urbana tenía acceso a Internet, versus un 33% en la zona rural. A esto podemos agregar que en las zonas alejadas la única forma de conectarse a Internet es vía celular. Por ello, independientemente del modelo que se escoja, dicho modelo no debe impactar el costo, ya que estaríamos generando mayor desigualdad, es decir, mayor brecha y eso es, evidentemente, algo que no queremos.
Uno de los principios fundamentales de Fonatel es invertir en reducir la brecha, no solamente a través de la infraestructura o acceso, sino a través de contenidos, servicios y educación, principalmente en aquellas zonas del país que por su lejanía o nivel de desarrollo comercial no cuentan con buenas posibilidades de conexión a Internet.
Si nos ofrecieran a los usuarios mejores conexiones con calidad de servicio, podríamos llevar al país al siguiente nivel de desarrollo y competitividad que necesitamos.
En conclusión, la propuesta de cobro por descarga actual nos cambia las condiciones hacia abajo. Nos van a cobrar más por menor servicio, cuando se debe procurar que el consumidor de las tecnologías digitales obtenga un verdadero servicio de calidad.
Entendemos que la Administración Solís Rivera está iniciando sus gestiones, pero debe saldar la deuda de gobiernos anteriores y establecer una rectoría fuerte en el sector de telecomunicaciones.