Si bien la selección de Costa Rica que participó en la Copa del Mundo Brasil 2014 quedó fuera de esta competencia el sábado tras perder la serie de penales ante Holanda, nuestra bandera seguirá ondeando en Brasil unos días más.
Nuestra “sele” en Brasil ahora es toda indígena. Nueve jóvenes provenientes de siete territorios indígenas costarricenses son nuestros representantes en el festival “Fútbol por la Esperanza” que organiza la FIFA paralelo a la Copa del Mundo.
Si bien el festival inició el pasado 2 de junio, fue este lunes que se realizó su inauguración oficial con la presencia del presidente de la FIFA, Joseph Blatter; y el exastro del fútbol brasileño Ronaldo.
“Football for Hope” es una iniciativa de la FIFA que apoya a jóvenes líderes que atienden problemáticas en diversos países, que van desde la indigencia en el Reino Unido, las minas antipersona en Laos, hasta el brindar información sobre el SIDA en escuelas de Sudáfrica.
Los líderes de estos proyectos son los que conforman las delegaciones provenientes de Australia, Brasil, Camboya, Cabo Verde, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Francia, Alemania, India, Israel, Palestina, Kenia, Laos, Mozambique, Sudáfrica Uruguay, entre otros.
En el caso de Costa Rica, nuestra representación fue escogida dentro de los participantes de la iniciativa “Copa Indígena”, torneo de fútbol que se realiza en el país todos los años y que es organizado por SEPROJOVEN.
Esta delegación fue escogida dentro de las comunidades cabecar, bribri, ngabe, teribe, brunka, chorotega y maleku. El objetivo de su participación es que pueda desarrollarse como líderes en sus comunidades y vivan una experiencia única con jóvenes de otras partes del mundo.
El torneo de fútbol 5 cuenta con la particularidad de que no tiene árbitros para pitar faltas ni validar jugadas, por lo que son los propios jóvenes quienes mediante el diálogo resuelven las dudas y conflictos.
Tampoco los goles son suficientes para ganar cada juego, pues estos solo tienen parte del puntaje y se deben sumar a los rubros de “respeto” y “solidaridad” en el campo de juego para definir al equipo ganador.
“Venimos a conocer, compartir culturas y cambiar el fútbol a otras formas. No es solo asunto de rivalidades, es tener compañerismo, honestidad, valores. Eso es lo más importante en este juego”, dijo a UNIVERSIDAD Guadalupe Artavia, de Bajo Chirripó, Limón.
“Hemos venido compartir con gente de todas partes del mundo y enseñar lo que tenemos en Costa Rica. Ya participamos en un festival donde bailamos cantos ancestrales nuestras”, comentó Roger Blanco, indígena Bribri.
Los indígenas hemos sido marginados por muchos años, en Costa Rica todavía mucha gente no conoce que tenemos pueblos originarios. Esta es una gran oportunidad de mostrarle al mundo que nosotros existimos, que somos pueblos con nuestras propias costumbres y tradiciones”, añadió Blanco.
El equipo costarricense que lleva el nombre de Ditsöwapa (semilla originaria) debutará mañana en este torneo ante el equipo Sport dan la Ville de Francia.