La crisis y la organización

El modelo neoliberal profundiza y extiende el poder hegemónico del capital transnacional-financiero-especulativo, en alianza con la entreguista oligarquía

El modelo neoliberal profundiza y extiende el poder hegemónico del capital transnacional-financiero-especulativo, en alianza con la entreguista oligarquía, para, con egoísmo y codicia, exprimir al pueblo y la naturaleza, con el fin de acumular más riqueza, sin escrúpulos, arruinándolo todo. En los últimos 5 años, en medio de la crisis, el 1% más rico ha duplicado sus ganancias, mientras que el 99% −unos más y otros menos− han perdido, lo que se traduce en estrechez, congoja, pobreza y extrema pobreza. Como respuesta del pueblo, de los trabajadores manuales e intelectuales, de los artesanos, de los campesinos abandonados y empobrecidos, las mujeres jefas de hogar, las mujeres todas, los jóvenes, las capas medias, ante su abandono por el Estado secuestrado y al servicio del neoliberalismo, que se desentiende de la ayuda a esos sectores, estos deben organizarse y movilizarse para resolver sus problemas; se empieza por: cada trabajadora(or) debe conversar con sus compañeros de trabajo y vecinos, sobre los problemas que sufren a los diferentes niveles, con el fin de organizar comités de trabajo y comunales, para discutirlos y darles solución colectivamente; asimismo los artesanos y campesinos pobres. Ejemplos: creación de comedores comunitarios, de guarderías, de escuelas, colegios y universidades populares, de centros médicos-sanitarios, de reparación y construcción de vivienda, de servicios comunales adecuados, con lo cual se crea un mundo de esperanza, de acompañamiento, de solidaridad popular, generando nuevos valores, una nueva cultura contra el egoísmo, resaltando el valor del trabajo colectivo, ante el individualismo estéril y egoísta. Esto, en medio de movilizaciones populares ante la Casa Presidencial, la Asamblea Legislativa y otros poderes, para exigir recursos, con el fin de resolver sus múltiples problemas, señalando que, entre otras muchas cosas, debe hacerse una reforma fiscal progresiva, para que las corporaciones del capital transnacional-financiero-especulativo y las de la oligarquía, paguen de acuerdo con sus riqueza y a sus grandes ganancias.

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