Camioneros limonenses bloquearon el paso frente a la Asamblea Legislativa presionando por la aprobación del crédito (Foto: Katya Alvarado)
Mientras el diputado oficialista disidente Ottón Solís lo califica como un salto al vacío, el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA) advierte que le da una expectativa a la gente que no se va cumplir.
A pesar de las múltiples críticas y advertencias sobre los riesgos del empréstito chino de $395 millones para la ampliación de la Ruta 32 a Limón, la ley fue aprobada la semana pasada por holgada mayoría de diputados y diputadas de todas las bancadas.
Con la aprobación de la ley en segundo debate el pasado lunes 23 de febrero, los diputados se colocaron una flor en el ojal ante los limonenses que clamaban por la aprobación del proyecto, y celebraron con ellos; pero, conscientes de los problemas pendientes, se cuidaron de responsabilizar al Gobierno de la construcción de la obra y de los tropiezos por resolver con la contraparte del gobierno chino.
El diputado Luis Vásquez (corbata roja al centro) flanqueado por los otros diputados y representantes municipales de Limón presionaron a favor del crédito para la Ruta 32 en la Asamblea Legislativa. (Foto: Katya Alvarado)
De momento la administración del Partido Acción Ciudadana (PAC) obtuvo también rédito político, al lograr que los diputados le votaran el empréstito, que asumió como proyecto propio a pesar de que esa agrupación lo había criticado antes de ganar las elecciones hace un año, viéndola como una mala negociación del gobierno de Laura Chinchilla.
A la sede legislativa llegaron decenas de camioneros y otros representantes de la comunidad limonense usuaria de la ruta 32, a presionar por el voto favorable para la contratación, convencidos de que era la oportunidad para la provincia de tener la ansiada carretera.
Con el proyecto se pretende ampliar de dos a cuatro carriles un tramo de 107 kilómetros de la Ruta 32, entre el cruce a Río Frío y la ciudad de Limón, una arteria por la que circulan alrededor del 80% de las exportaciones e importaciones del país y que está colapsada. La obra sería financiada con un empréstito de $395 millones (¢213.300 millones) por parte del gobierno chino, y una contrapartida costarricense de $70 millones.
Las posibles expropiaciones de terrenos, relocalización de servicios, reconstrucción de decenas de puentes y otras obras previas que hay que hacer, no están contempladas y tendrían un costo adicional de unos $100 millones, lo que llevaría a esperar al menos tres años para poder empezar a construir la carretera, advirtió CFIA.
Por falta de diseños y planos que permitan presupuestar los costos de la obra, lo que va a pasar es que este proyecto se va a quedar pegado, no se va a poder llevar adelante así como está planteado, y vamos a volver a muchas de las malas experiencias del pasado, señaló Olman Vargas, director ejecutivo del CFIA.
Estos son parte de los señalamientos hechos al convenio con los chinos, por parte de la agrupación profesional y del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica, integrantes del grupo Consenso por el Rescate de la Red Vial Nacional.
No obstante que comparte las preocupaciones por las deficiencias técnicas del proyecto, ante la presión política y la urgencia de solucionar el problema del tráfico hacia la provincia caribeña, el Gobierno decidió abrirle paso al proyecto por un “criterio de oportunidad”. Esto, en vez de empezar de nuevo –como le aconsejaban el CFIA y Lanamme− con la elaboración de un anteproyecto que incluyera todos los elementos y permitiera programar y presupuestar todos los gastos que debe hacer el Estado en la obra.
Aunque esa sería la posición técnica idónea, el Gobierno se enfrenta a una disyuntiva real de lidiar con la congestión y el incremento del tránsito en la ruta del cruce de Río Frío hasta Limón, y se ha tomado una decisión de oportunidad, en el sentido de que hay que considerar el costo potencial en precio y en tiempo que para Costa Rica podría tener el “matar” esta oportunidad (del préstamo chino) y volver a arrancar de cero, explicó Mauricio González, viceministro de Infraestructura del MOPT.
Por eso “se decidió aprovechar esta oportunidad que el gobierno anterior negoció –y que debió haber negociado de una forma distinta−, y estamos en la labor de intentar generar toda la información necesaria para que el proyecto vaya en la mejor forma posible”, alegó.
El propio ministro del MOPT, Carlos Segnini, en una carta enviada el mismo 23 de febrero a la Asamblea Legislativa, para disipar dudas que tenían algunos diputados, reconoció que compartía las preocupaciones por las deficiencias del convenio firmado con China, pero aseguró que el MOPT había enviado un documento a la empresa CHEC, designada por el gobierno chino para realizar la obra, solicitando hacer una serie de correcciones al anteproyecto.
Su despacho no dará aprobación alguna hasta tanto no se cumpla las disposiciones técnicas y normativas nacionales y centroamericanas en el anteproyecto, “es decir que la empresa CHEC debe corregir todo aspecto señalado por esta Administración, así como por Lanamme y CFIA”, indicó.
El empréstito con el gobierno chino fue aprobado con 46 votos a favor y 6 en contra, incluyendo tres del PAC, entre ellos Ottón Solís. La aprobación de la ley conlleva también la validación de un contrato comercial firmado entre constructora CHEC y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) del MOPT, para la ejecución del proyecto, y que los diputados desconocen, como lo reconocieron ellos mismos.
RESPONSABILIDAD
El diputado socialcristiano Luis Vásquez, quien lideró la apuesta en el parlamento por la aprobación del crédito chino junto a los otros cuatro legisladores de la provincia, sostuvo que era responsabilidad de los diputados aprobar el empréstito y ahora la responsabilidad de construir la carretera recae en el Gobierno.
A partir de ahora, dijo, los diputados van a ser fiscalizadores junto a las fuerzas vivas de la zona, para que en los próximos ocho meses se haga el anteproyecto con los elementos necesarios, afirmó.
Su posición fue secundada por sus colegas de la provincia Danny Hayling (Liberación Nacional), Abelino Esquivel (Renovación Costarricense), Gerardo Vargas (Frente Amplio) y Carmen Quesada (Movimiento Libertario).
Ottón Solís mantuvo total oposición al crédito chino, por considerarlo riesgoso y desfavorable para Costa Rica. Ha sido “un salto al vacío” la aprobación de un proyecto que es “una fábrica de riesgos” y los cuales podrían haberse evitado escogiendo otra vía, afirmó.
La Ruta 32 es vital para el desarrollo del país, pero por ser tan importante es que hay que evitar errores para que efectivamente se haga, observó Solís, tras señalar que ni siquiera hay un anteproyecto y lo único que se ha presentado en un anteproyecto referencial, lo cual no permite saber cuáles son las obras por hacer y el costo final, que podría resultar doblemente elevado para el país.
Dijo que le asombra la alianza del Gobierno y del anterior de Laura Chinchilla, promoviendo este proyecto que antes se criticó en el PAC. Advirtió que la responsabilidad en la ejecución será el Poder Ejecutivo, pero también hay responsabilidad de los diputados, pues sin la ley que lo aprueba no habría nada de eso.
La expresidenta Chinchilla no dejó pasar la ocasión para sacar a relucir que el actual gobierno le hubiese dado finalmente la razón en esta contratación con los chinos que antes criticaron.
“Entiendo que el gobierno del PAC tuviese que tomarse un tiempo prudente para poder hacer los estudios y el análisis y llegar a las decisiones que llegaron y el convencimiento de que la razón estaba de nuestro lado”, declaró la exmandataria entrevistada en ADN radio.
“Es importante felicitar a los señores diputados que le dieron votación final a un proyecto que dejamos debidamente encaminado desde la administración anterior, así como han logrado votar otros proyectos que habían quedado avanzados en la corriente legislativa”, resaltó la exgobernante liberacionista.
Los señalamientos del CFIA
-Dimensiones menores: El anteproyecto referencial presentado por la empresa CHEC al MOPT utiliza dimensiones menores a la normativa centroamericana, lo que afectaría el nivel de servicio y las condiciones de seguridad vial de la ruta.
–Costo total: Esto implica que cualquier cálculo económico acerca del trabajo por realizar no responde a los planos que finalmente serán utilizados para desarrollar la obra, el país puede enfrentar problemas en cuanto al costo total.
-Relocalización de servicios: Al no tener la propuesta de relocalización de servicios, no se pueden estimar aún los plazos necesarios para las licitaciones de compra de materiales y para la construcción de dichas obras.
-Expropiaciones: Como es necesario adecuar el diseño a las especificaciones de la norma nacional y centroamericana, no es posible determinar aún las expropiaciones que se deben realizar para iniciar la obra y la relocalización de servicios, cuyo costo correrá por cuenta del gobierno de Costa Rica.
–Puentes: El anteproyecto planteado incluye la construcción de puentes nuevos paralelos a los 36 existentes, muchos de los cuales requieren reconstrucción o rehabilitación porque están en mal estado y los costos agregados serán significativos.
-Plazos: No es realista afirmar que en ocho meses se podrá estar trabajando en el proyecto, como han dicho algunas autoridades. La carretera no se podrá iniciar en un plazo menor de tres años por el tiempo que tomará la relocalización de los servicios.
Ya han pasado 20 de los 36 meses acordados en el contrato para que el gobierno tenga las obras previas y no hay ningún avance, es obvio que en los 16 meses restantes la administración no podrá cumplir y en ese caso la empresa podrá aplicar la cláusula de renegociación.
Esperanzados en la carretera china
Gerardo Fuentes, presidente de la Federación de Municipalidades Cantones Productores de Banano (Caproba).
Hemos venido de los seis cantones (bananeros de Limón a manifestar en la Asamblea Legislativa). Todos estamos con este proyecto de la construcción de la carretera a cuatro carriles. Es una necesidad, es algo que nos pertenece, siempre nos han tenido como la cenicienta a la provincia.
Fernando Ramírez, transportista.
Limón necesita esta carretera. ¿Cómo vamos a tener un muelle nuevo y no vamos a tener la ruta 32?
Voy con don Luis Guillermo Solís; si no aprobamos esto hoy (el empréstito chino) vamos a durar otros 15 o 20 años más sin la carretera, igual que sucedió con la Costanera. Los riesgos hay que tomarlos, si uno no toma riesgos en la vida no triunfa. Voy con él porque dijo que lo que encontremos en el camino es solucionable.
Pablo Bustamante, presidente Asociación de Desarrollo Integral, Manzanillo.
Nos quieren seguir marginando y algunos quieren seguir diciendo que la carretera no es una necesidad.
Hay gente que no quiere que venga una empresa china porque va a demostrar, como pasó con el estadio nacional, que se logra en un tiempo récord. Eso es lo que va a pasar en Limón, que van a venir los chinos a hacer una carretera realmente de calidad, y ese es el miedo que tienen algunas empresas.
Virginia Zúñiga, síndica del cantón central de Limón
Pienso que las críticas al proyecto no están fundamentadas porque la carretera más que un lujo es una necesidad para Limón y para todo el pueblo. La idea es que se apruebe el proyecto y que se haga la carretera porque es muy urgente.
Johnny Vargas, pequeño empresario de Guápiles, miembro del movimiento regional Fuerza Caribe.
Creo que lo que hay aquí son dos bandos: el bando de las empresas nacionales que no quieren que los chinos entren a Costa Rica, y el bando de los limonenses que estamos desesperados de tener una carretera despedazada, que ya no aguanta las exportaciones y las importaciones.
La idea es que la hagan los chinos, porque no hemos tenido apoyo de la empresa nacional. La empresa nacional hace unos cinco meses estimó que la obra la podía hacer en unos $700 millones, nos sale casi al doble de caro con la empresa nacional.
CIFRAS
-107 km, tramo de carretera que será ampliado a 4 carriles
-$395 millones, financiamiento contratado con gobierno chino para ampliación de la Ruta 32.
-36 puentes nuevos habrá que construir, paralelos a otros tantos existentes que hay que reparar.
-16 meses, tiempo que resta en el plazo firmado en el contrato para que el gobierno tenga listas las obras previas para iniciar la construcción de la carretera.
