Se utilizan citas en todos los intercambios comunicativos, en conversaciones cotidianas (“fulanito me dijo que…”), textos académicos (Freud dice: “el Yo corresponde…”) o medios de comunicación (“Calderón afirmó que…”). De esta manera, las citas son un importante recurso lingüístico que se usa con distintos objetivos: introducir un tema, señalar la fuente de la información, criticar, legitimar o deslegitimar una posición. En los debates políticos también se recurre a citas de diferentes fuentes y esto se observó en el reciente debate presidencial transmitido por Teletica.
Una de las fuentes de citas en este debate fueron los programas de gobierno de los diferentes partidos. Los candidatos los utilizaron para criticarse mutuamente y para solicitar aclaraciones acerca de la ejecución de los diferentes proyectos, evidenciando así las debilidades para la financiación de muchas de las propuestas. Pero la respuesta a las críticas de los programas puede tener efectos positivos o negativos, dependiendo de lo contundente de las respuestas.
Otras de las fuentes de citas fueron personas cercanas a los candidatos. Así, por un lado, se citó a Thelmo Vargas (ML) o a Amparo Pacheco (PLN) para intentar evidenciar incongruencias entre los planteamientos de los candidatos o de sus planes de gobierno y las posibilidades reales de lograr esas metas. Por otro lado, se recurrió a Rolando Araya (PLN), Antonio Álvarez (PLN) o Wálter Antillón (FA) con el fin de mostrar aparentes debilidades o contradicciones ideológicas dentro de los proyectos políticos.
Incluso, se hizo referencia a determinadas fuentes de autoridad costarricenses; el TSE, el OIJ y auditorías municipales fueron citadas para deslegitimar a los candidatos del ML y del PLN, por medio de informes que evidenciarían su mal actuar. Sin embargo, el candidato del FA recurrió a una fuente de autoridad muy diferente: el Papa Francisco. En este caso, Villalta intentó mostrar que la estrategia de llamarlo “comunista” no tenía sentido, por cuanto los dichos del Papa se asemejaban a los planteamientos del FA; sin embargo, nadie osaría llamar “comunista” a la máxima autoridad de la Iglesia Católica, al menos en Costa Rica.
Pero, a pesar de que los candidatos utilicen los mismos recursos discursivos, el efecto en el electorado va a depender de lo que las y los electores consideren como fuentes confiables y, además, de las habilidades discursivas de cada uno de los candidatos.