Es urgente que Costa Rica defina el ritmo de música que bailará en las negociaciones comerciales del TLC en cuanto a los derechos de propiedad intelectual y biotecnología agrícola.
Costa Rica aún no ha escogido un mecanismo legal para proteger las variedades vegetales.
Hace algunos años la Fundación BioRio, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, en Brasil, inició la incubación de pequeños negocios que mercadearan productos de las investigaciones que realizaban en biotecnología. Después de mucho esfuerzo y en una época de crisis económica empezaron a vender a los hospitales un producto para diagnosticar ciertas enfermedades y fue un éxito: en los primeros seis meses vendieron $1.5 millones.
En ese momento los laboratorios farmacéuticos Abbott y Pecton Dickinson vieron ese producto, sin protección de patente alguna, lo copiaron y destruyeron a la pequeña compañía. Aunque ahora es más difícil que se dé una situación así porque la ley brasileña ha mejorado, el hecho es un buen ejemplo de por qué es importante tener claras las reglas de juego para regular abusos con derechos de propiedad intelectual en el sector agrícola, biotecnológico y de la biodiversidad.
El tema se abordó en el Seminario centroamericano «El papel de los derechos de propiedad intelectual en el fomento de las industrias de la región», realizado la semana anterior en el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inbio).
La protección de la propiedad intelectual (PI) que se discute en las negociaciones comerciales en Cincinatti (Ohio), Estados Unidos, pareciera comenzar a establecer diferencias entre los países que quedan dentro del juego y los que quedan fuera.
EE.UU. ya anunció que sólo mantendrá las preferencias arancelarias de acceso a su mercado -otorgadas unilateralmente- a los países que progresen en la tutela de la PI.
PATENTES DE MATERIA VIVA
La asesora de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR) en el tema de PI, Silvia Salazar, explicó que en los años 70 la mayoría de países en desarrollo con leyes de patentes, excluyeron sectores considerados sensibles y que se refieren a materia viva, como plantas, animales y los procedimientos biológicos para producirlos. También se excluyen los productos farmacéuticos, alimenticios y agroquímicos. Precisamente, señala Salazar, son estos los sectores de más interés para los países desarrollados y sobre todo para las compañías transnacionales que los comercializan.
Pero a diferencia de hace algunos años, ahora es posible proteger materia viva (animales, plantas y microorganismos) en algunas legislaciones.
«En EE.UU. se pueden patentar plantas, animales, genes y tecnologías de ingeniería genética para la manipulación de genes. Esta apertura provocó que el sector agrícola privado, por ejemplo, haya tenido incentivos para invertir en investigación».
Ante la posibilidad de patentar estos inventos y la gran capacidad en investigación de las transnacionales, hoy se dice que es difícil realizar investigación en ingeniería genética agrícola sin invadir una patente, apunta Salazar.
«PATENTAR Y DESPUES PUBLICAR»
La protección de la PI en la transferencia de tecnología en el sector agrícola también fue abordada por Robert Sherwood, consultor estadounidense en comercio internacional y autor de varias publicaciones sobre el tema.
«Estuve en Ecuador hace unos seis años y encontré a un grupo de personas que habían tenido éxito en la exportación de flores y decidieron hacer investigación biotecnológica con unas llamadas «baby breaths», que por lo general tienen unos 35 pequeños pétalos. Ellos encargaron a un laboratorio de investigación israelí que aumentara el número y tamaño de los pétalos, y a este le tomó aproximadamente tres años hacerlo. Pues les robaron 70 plantas de su área de cultivo y ellos sabían que con las leyes vigentes no podían protegerse de esa pérdida.»
Sherwood también aconseja no publicar inventos antes de patentarlos y llama la atención sobre la fuga de cerebros. El consultor tiene a disposición del público una página con más información sobre PI en países en desarrollo, sistemas judiciales y desarrollo económico: www.kreative.net/ipbenefits.
SITUACION EN C.A.
La situación actual de los derechos de PI en la legislación centroamericana es motivo de debate por las implicaciones para el futuro Tratado de Libre Comercio con EE.UU (CAFTA) y también porque en el contexto actual sólo se invertirá en generación de conocimiento donde se protejan estos derechos. En la primera semana de abril, precisamente, EE.UU. hará oficial su verificación anual sobre la situación de PI de varios países.
Juan Manuel Villasuso, catedrático de política económica de la UCR advierte, por ejemplo, que con una legislación más proteccionista en estos términos, muchas industrias tendrían que aumentar los costos e invertir en proteger estos derechos.
Después de 1995 Centroamérica reformó leyes según el acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio-ADPIC. Sin embargo, Marco Antonio Palacios, coordinador del proyecto de PI de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) en Guatemala, comentó que aún no se promulgan ciertas normas y que persisten lagunas e inconsistencias.
No obstante, «En el CAFTA hay una mesa de negociación para la PI aún cuando C.A. no lo incluyó en su propuesta de mesas de negociación; pero para EE.UU. esto tiene un peso específico y ellos tienen una actitud intimidatoria», expresó.
En la carta en que Robert Zoellick, representante de comercio de EE.UU. notifica la intención de iniciar las negociaciones del CAFTA, indica que «dentro de los objetivos de la negociación se planteó que los niveles de protección a la PI en C.A. sean elevados y puestos en línea con los niveles de protección vigentes en los EE.UU.»
Costa Rica, por su parte, aún no define el tema de patentes. En una carta de enero de este año, dirigida a los diputados, el Ministro de Comercio, Alberto Trejos, señala que «se buscaría establecer disciplinas que aseguren una adecuada y efectiva protección de los derechos de propiedad intelectual que tomen en consideración las diferencias de tamaño y desarrollo en las economías de los países centroamericanos y de EE.UU». Pero aún no se perfila una posición clara y la jefa del equipo negociador por el país, Anabel González, lo reconoció en recientes declaraciones (La Nación, 25/2/03).
FRENTE A FRENTE
Para Silvia Salazar, los sistemas de PI deben diseñarse según las características específicas de cada país y en la investigación en biotecnología agrícola, la capacidad del país en ese tipo de investigación tendría que definir el grado de protección requerida. Cada país debería decidir qué es lo que le conviene; pero en este momento estamos respondiendo a presiones.»
Salazar también llamó la atención sobre los perjuicios de un crecimiento sin control de las patentes, lo cual obstaculiza la investigación. «EE.UU. es líder en patentamiento de genes y es donde se conceden más patentes amplias. Es nefasto que nos impongan ese modelo en un área tan sensitiva, que tiene que ver con la seguridad alimentaria, con lo que vamos a comer mañana. El problema sería perder la flexibilidad en áreas que son muy importantes.»
¿Qué es lo que los centroamericanos pueden obtener en una negociación de los temas de PI? Según Marco Antonio Palacios se debería exigir que se negocien temas como mecanismos concretos de cooperación para la difusión y transferencia de tecnología, cooperación en el acceso a recursos genéticos, apoyo efectivo para programas de PYMES dirigidos a capacitar en el manejo de la PI. «Es decir, beneficiarse de la PI por sí misma y no como un bien para el trueque de posiciones. Si seguimos cerrando los ojos ante este tema nos van a pasar por encima.»