Con un discurso emotivo, en donde instó a los ciudadanos a corregirlo, acompañarlo y a reclamarle, si se aparta de sus compromisos, el nuevo presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, se comprometió a efectuar un gobierno transparente, de diálogo y a impulsar la agenda de cambio que fue su compromiso de campaña.
Visiblemente emocionado Solís había recibido, minutos antes, la banda presidencial de parte de el presidente de la Asamblea Legislativa, el economista Henry Mora.
En sus palabras iniciales como presidente de Costa Rica, Solís reconoció los límites de su mandato y reiteró su disposición al diálogo:
¨Efímero, el poder que ha sido depositado en mis manos no es ni un cheque en blanco ni una patente de corso (…) en esa convicción, reitero con todo respeto y sinceridad lo que tantas veces dije a mis conciudadanas y conciudadanos: cuando me equivoque, corríjanme; cuando me pierda, búsquenme; cuando flaquee, denme fuerzas. Si no les escucho, reclámenlo; si les abandono, si no estoy ahí cuando más me necesiten, si usurpare con aviesa intención la confianza depositada en mí con tanta generosidad por un pueblo que demanda honestidad y buen gobierno, repúdienme¨.
El discurso de Solís se estructuró en tres bloques, en el primero expresó sus ideas sobre la historia costarricense y el nuevo momento que hoy vive el país; en un segundo bloque reafirmó sus promesas de campaña relacionadas con el combate a la corrupción, la lucha contra la pobreza extrema y con la redistribución de la riqueza y, en el ultimo bloque, buscó la cuerda emotiva al citar palabras de su madre la educadora Vivienne Rivera Allen.
El cambio
En sus palabras iniciales el presidente Solis señaló que el mandato de las urnas fue a favor de un cambio en la manera de hacer política.
¨Vivimos un momento histórico extraordinario: la decepción de muchos costarricenses con sus gobernantes, con la política tradicional y sus estratagemas, se ha traducido en una resonante demanda de cambio, en una poderosa marejada que ha barrido a las viejas formas de administrar el poder¨.
Solís reconoció que el resultado de la elección parlamentaria, que repartió los votos entre las fracciones de distintos partidos politicos le impone la necesidad de dialogo, “la voluntad del soberano de que sus representantes dialoguen y construyan acuerdos, pues no existe en nuestro Parlamento una mayoría automatica”.
En las características propias del cambio que impulsará Solis se comprometió a liderar un gobierno transparente y de puertas abiertas, ¨deseo que el gobierno –empezado por el propio Despacho presidencial- funcione como una gran vitrina o “casa de cristal”, que permita al ciudadano examinar y escrutar el desempeño de quienes administramos el Estado¨.
Contra la corrupción
El combate frontal a la corrupción pública y privada, junto con el anuncio de tener cero tolerancia con la evasion fiscal y la promesa de erradicar la pobreza extrema fueron puntos centrales de los compromisos iniciales del nuevo presidente.
La corrupción está carcomiendo nuestra democracia y está quebrando las finanzas públicas; el nuevo gobierno la combatirá sin desmayo. No sólo por razones éticas y económicas, que muy caro cuesta financiar a un Estado degradado por la corrupción y la ineficiencia¨.
¨Afirmo que llegó la hora de acabar con la impunidad, la irresponsabilidad y la arbitrariedad de quienes, desde el sector público, la prohijen. Y llegó la hora, también, de acabar con la complicidad de quienes, desde el ámbito privado, pretendan amasar fortunas con negocios ruinosos para el resto de la sociedad en connivencia con los primeros¨.
¨La nueva administración no dará tregua a la evasión tributaria en todas sus manifestaciones. Esto resulta obligado por razones tanto éticas como prácticas. El déficit fiscal que heredamos, cercano al 6 por ciento del PIB, pone en grave riesgo la estabilidad de la Hacienda Pública¨.
Reafirma promesas de campaña
Al promediar sus primeras palabras públicas como presidente de Costa Rica Solís, reafirmó varios de los que fueron sus compromisos de campaña respecto del rescate de la Caja Costarricense de l Seguro Social, la disminución de las tarifas eléctricas y el impulso a la banca de desarrollo.
¨La recuperación y la ampliación de las infraestructuras públicas, el esfuerzo que haremos por reducir las tarifas eléctricas, el impulso a la banca de desarrollo y otros programas orientados a incrementar la productividad (…) son todos compromisos que asumimos con clara conciencia de que el país está obligado a ganar la batalla contra el desempleo, objetivo sin el cual será imposible terminar de manera perdurable con la exclusión y la pobreza¨.
El nuevo mandatario también se comprometió a redistribuir la riqueza y a aplicar el 8% del presupuesto nacional para la educación pública.
¨Debemos comprender, sin embargo, que la producción de riqueza sólo contribuye al progreso de una nación en la medida en que genere el bienestar colectivo. Si no se reparte adecuadamente, la riqueza causa graves trastornos sociales y políticos. Admitir que en nuestro país la solidaridad social se resquebrajó gravemente en los últimos años a consecuencia de políticas económicas que modernizaron el aparato productivo nacional pero fraccionaron la sociedad, es fácil. Difícil e imperdonable sería no revertirlas a favor de quienes sufren mayores privaciones¨.
Luis Guillermo Solís cerró el discurso inicial de su gobierno con palabras de su madre, ya fallecida, la educadora Vivienne Rivera Allen, ¨ Con voces disímiles, en una gran cacofonía de voluntades, balbuceamos un himno eterno y misericordioso, el único himno que puede darle sentido a la existencia y razón a la Historia: el himno siempre nuevo de la esperanza”.
